En las elecciones locales del domingo, la izquierda que gobierna Chile logró mantener 110 de sus alcaldías, entre ellas las de Maipú, Viña del Mar y Valparaíso. Pero perdió otras 39, y una de estas es la de Santiago, que pasó de las manos de la dirigente comunista Irací Hassler a las del derechista Mario Desbordes, exministro de Sebastián Piñera. De este modo, la coalición de derecha Chile Vamos logró 122 alcaldías, 35 más que las que obtuvo en 2021.

En total, la derecha obtuvo 37,4% de las alcaldías y la izquierda, 38,5%. Los demás alcaldes electos son dirigentes que se definen como independientes.

En un balance de la votación, el presidente Gabriel Boric dijo desde La Moneda que “los pronósticos catastrofistas de un lado y otro no se han cumplido, tenemos un país diverso y tenemos el deber de convivir mejor entre nosotros”. El mandatario concluyó que ninguna fuerza política “puede atribuirse triunfos arrolladores” y se declaró “contento” con el resultado.

“Hemos visto resultados en los últimos cinco años que han favorecido por mucho a un sector, después por mucho a otro y, hoy día, se vuelven a equilibrar. ¿Cuál es la enseñanza que nos deja esto? Que no es posible construir un país si no respetamos a quien discrepa con nuestras ideas”, manifestó Boric.

En la misma línea, el izquierdista Tomás Vodanovic, reelecto alcalde de Maipú, dijo que “los triunfos electorales hay que recibirlos con mucha humildad, con mucha responsabilidad, porque no nos dan otro derecho que el de seguir trabajando incansablemente por los múltiples problemas que nuestra comuna todavía está enfrentando”.

Por su parte, el presidente del Partido Comunista chileno, Lautaro Carmona, también evaluó los resultados, en particular la pérdida de la alcaldía de Santiago. Dijo que tomaba nota de las alcaldías “que han conquistado las fuerzas que están en la derecha”, pero agregó que también “desde el mundo oficialista al fin hubo capacidad de mantener y proyectar comunas de gran densidad electoral”, lo que a su entender demuestra “que las ideas y las propuestas que levantamos como sector tienen comprensión, tienen empatía, tienen coincidencia con un sector muy significativo” de la gente.

Según citó el diario La Tercera, Carmona agregó que “la gran pregunta” es “por qué ese resultado no tuvo una expresión absolutamente generalizada cuando la composición incluso de la población electoral en muchas comunas es bastante parecida”. Dijo que esto será objeto de evaluación para identificar “qué factores influyeron allí y qué debilidades o temas de atraso u omisión, o vacíos, podríamos haber tenido nosotros en nuestro mensaje, en nuestra propuesta”.

Acerca de la derrota en la capital, Carmona recordó que Santiago no ha tenido una reelección en la alcaldía desde la década de 1990. Señaló también que la preocupación por los problemas de seguridad pública se ha asociado con Santiago en “titulares” periodísticos, aunque esto “no es real” si se compara “con otros territorios”. Hassler dijo que espera “que Santiago pueda seguir avanzando en políticas que han sido muy relevantes” en esa comunidad.

La actual alcaldesa de Santiago obtuvo sólo 28% de los votos, frente a 50% de Desbordes. Este dirigente, además de exministro de Defensa, fue candidato a la presidencia en las últimas elecciones y presidió el partido Renovación Nacional, creado por Piñera, que integra la alianza derechista Chile Vamos.

Desbordes, de 56 años, es un abogado y excabinero que votó el Sí en el referéndum de 1988 sobre la posibilidad de que Augusto Pinochet continuara en el gobierno hasta 1997, recordó la agencia Efe.

Por su parte, el ultraderechista Partido Republicano, de José Antonio Kast, no logró grandes avances en estas elecciones, pero sí obtuvo ocho comunas, entre ellas Tiltil, en la región metropolitana.

En la votación del domingo también se elegían gobernadores, pero 11 de las 16 regiones del país definirán ese cargo en una segunda vuelta el 24 de noviembre, entre ellas la Región Metropolitana del Gran Santiago y la del Gran Valparaíso.

En las elecciones del domingo, en las que se dispuso transitoriamente que el voto fuera obligatorio, hubo una participación histórica de 84,8% del padrón.