La Justicia de Perú condenó al expresidente Alejandro Toledo a 20 años y seis meses de prisión por los delitos de colusión agravada y lavado de activos en el caso Interoceánica Sur.

De acuerdo con la sentencia, Toledo, quien fue mandatario peruano entre 2001 y 2006, fue hallado culpable de haber aceptado sobornos de parte de la empresa constructora brasileña Odebrecht en contraprestación de licitaciones para construir dos tramos de la carretera Interoceánica Sur, que conecta la costa del Pacífico de Perú y la del Atlántico de Brasil.

Según lo que informó Perfil, el tribunal, presidido por la jueza Zaida Pérez, le impuso al exmandatario nueve años por el delito de colusión y 11 años y seis meses por el de lavado de activos. Toledo, de 78 años, expresó en su alegato final que tiene cáncer y problemas cardíacos, por lo que les pidió a los jueces que “no lo dejen morir en la cárcel”. “Tengo cáncer y problemas en el corazón. Quiero ir a una clínica privada, les pido por favor, déjenme curar o morir en mi casa”, afirmó.

Tras escuchar la sentencia, el exmandatario fue enviado inmediatamente al Penal de Barbadillo, situado en el distrito de Ate, en Lima, donde permanecerá hasta octubre de 2043. Toledo está preso de manera preventiva en ese lugar desde abril de 2023, cuando, luego de estar prófugo, se entregó a las autoridades de Estados Unidos, que procedieron a deportarlo.

El Penal de Barbadillo es coloquialmente denominada “la cárcel presidencial”, porque allí, además de Toledo, está recluido el exmandatario Pedro Castillo, acusado de malversación de fondos e intento de golpe de Estado. Antes dicho centro penitenciario fue ocupado por el recientemente fallecido Alberto Fujimori y también por otro expresidente peruano, Ollanta Humala.

De acuerdo con lo que informó el diario limeño La República, el abogado defensor de Toledo, Roberto Su, comunicó que apelará la decisión de la Justicia y dijo esperar que esta pueda ser revisada en una segunda instancia para poder así reducir la pena sobre su cliente.

El coordinador del Equipo Especial de Lavado de Activos, Rafael Vela, al ser consultado por el medio antes mencionado, dijo que habría posibilidad de que se rebaje la pena en caso de que los defensores legales de Toledo acudan a una instancia superior. “En este colegiado ya no se puede reducir la pena de Alejandro Toledo, pero si va a una instancia superior, a través de una apelación, sí, dicha sala puede anular, disminuir o confirmar la pena”, expresó Vela. Medios peruanos informaron que, en el momento de escuchar su sentencia, Toledo se mostró calmado y que ocasionalmente sonreía mientras hablaba con su abogado.

La pena impuesta por la Justicia peruana al expresidente será computada a partir del 23 de abril de 2023, por ende, culminará el 22 de octubre de 2043. También, el Tribunal determinó que no habrá suspensión de la pena debido a que Toledo fue extraditado, lo que causó daños al Estado peruano por los gastos en los que debió incurrir para lograr juzgarlo.

Con esta sentencia, Toledo se convierte en el primer expresidente de Perú en ser sentenciado por el caso Lava Jato, la red de corrupción que alcanzó a funcionarios y políticos de varios países de América Latina.