El hospital Al Yamin Al Sayed, en el norte de la Franja de Gaza, se convirtió en un refugio que hasta el martes alojaba a miles de personas desplazadas de sus hogares por los bombardeos israelíes. Este miércoles, el propio hospital fue blanco de uno de estos ataques, que dejó 15 muertos y decenas de heridos.

La ofensiva israelí se desplegó también en las inmediaciones de otros hospitales del norte de Gaza: el Indonesio, Al Awada y Kamal Adwan. El ejército dio órdenes de evacuación pese a que los centros tenían 300 personas hospitalizadas, 80 de ellas en cuidados intensivos, informó la agencia Efe.

El gobierno de Gaza, que es controlado por el movimiento islamista Hamas, afirma que “el ejército de ocupación israelí está cometiendo asesinatos de civiles” en el norte, “especialmente en el campamento de [refugiados de] Yabalia”.

En un comunicado citado por Europa Press, denunció “el silencio internacional ante estos crímenes”, que incluyen “el asesinato sistemático de civiles, especialmente niños y mujeres”, y afirmó que es “un crimen contra la humanidad” ordenar la evacuación de refugios en esta zona.

Izat al Rishq, un alto cargo del brazo político de Hamas, manifestó en un comunicado que la población del norte de la Franja de Gaza “está siendo aniquilada por el enemigo terrorista”. Sobre esta ofensiva en el norte, Israel no emitió ningún pronunciamiento.

En los últimos 12 meses, el total de muertos que dejaron los ataques israelíes en la Franja de Gaza superó los 42.000, según el Ministerio de Salud local. Se estima que hay otros miles de cuerpos sepultados bajo escombros, al tiempo que los heridos ya superan los 97.700.

Los ataques reiterados en distintas zonas amenazan con aumentar estas cifras. La Media Luna Roja Palestina informó este miércoles que tres personas murieron y 25 fueron heridas, entre ellas niños, en un bombardeo contra la escuela Al Rafei, otro lugar que se utiliza como refugio de desplazados en Yabalia. El ejército, además, ordenó la evacuación de un total de siete escuelas del norte de Gaza que funcionan como refugios.

También en Yabalia, murió este miércoles por disparos de un francotirador israelí el fotoperiodista palestino Mohamed al Tanani, que trabajaba para el canal palestino Al Aqsa. Con su muerte, los periodistas asesinados en este conflicto son 176, según las autoridades locales, y 128, de acuerdo con el Comité para la Protección de los Periodistas, con sede en Nueva York. Esta organización denuncia que la ofensiva israelí en Gaza “ha matado a más periodistas en un año que cualquier otro conflicto” que haya documentado antes.

En París, la organización Reporteros sin Fronteras denunciaba ayer esta situación. En otras escaladas en la región, “si llevabas un chaleco antibalas y un casco marcados como ‘Prensa’ o ‘TV’, te protegías de los disparos. En esta guerra, si llevas chaleco y casco, serás un objetivo en la mayor parte de los casos”, dijo el periodista palestino Adel al Zaanoun.

Cisjordania y Líbano

Este miércoles, la violencia se extendía también por otras zonas de la región. En el territorio palestino de Cisjordania, cuatro personas que se desplazaban en un auto por un mercado situado en Nablus murieron a causa de disparos de soldados israelíes contra el vehículo. Según el diario The Times of Israel, se trató de una operación de agentes encubiertos.

Por otra parte, la ofensiva israelí en Líbano, en este caso contra la milicia chiita Hezbolá, dejó hasta ahora 2.150 muertos y casi 10.100 heridos. Este miércoles, cuatro personas murieron y diez sufrieron heridas en un bombardeo contra un edificio, en la localidad de Wardaniyeh, donde se encontraban familias desplazadas por este conflicto, según informaron las autoridades. Se estima que 1,2 millones de libaneses debieron dejar sus hogares como consecuencia de los ataques israelíes.

A su vez, en el norte de Israel, dos adultos murieron y un adolescente fue herido por el lanzamiento de una veintena de cohetes desde Líbano, donde opera Hezbolá.

Mientras tanto, continúan los contactos políticos por este conflicto. El canciller británico, David Lammy, partió hacia Baréin y Jordania para impulsar “objetivos compartidos para la estabilidad regional”, y el presidente francés, Emmanuel Macron, convocó a una “conferencia internacional de apoyo a la población y a la soberanía de Líbano”.

Mientras tanto, en Jerusalén, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se reunía con delegaciones de organizaciones judías de Estados Unidos a las que les manifestó que Israel lleva adelante “la guerra del mundo libre” y así obstaculiza “la conquista de Medio Oriente” a quienes “quieren esclavizar el mundo y devolvernos a la Edad Media”. Netanyahu también conversó con el presidente estadounidense, Joe Biden, pero el contenido de esa charla no fue difundido.