Este lunes, en la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) se aprobó una resolución para combatir la glorificación del nazismo, el neonazismo y “otras prácticas que exacerban las formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia”, según consta en la página web de la ONU.

Según consignó El Popular, la resolución contiene 74 puntos en los que recomienda “adoptar medidas concretas apropiadas, en particular en los ámbitos legislativo y educativo, de conformidad con las obligaciones internacionales en materia de derechos humanos, a fin de impedir la revisión de la historia y los resultados de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945)”, al mismo tiempo que condena de manera “enérgica la magnificación y la propaganda del nazismo, especialmente el grafiti y las ilustraciones con contenido pronazi en los monumentos a las víctimas de la Segunda Guerra Mundial”, y prohíbe el uso de “cualquier atributo solamente al régimen nazi y a sus aliados”.

La resolución fue aprobada con 116 votos a favor y 54 votos en contra. Algunos de los países que votaron a favor fueron Argentina, Armenia, Brasil, Chile, China, Cuba, Israel, Rusia y Uruguay.

Sin embargo, entre los que votaron en contra están Estados Unidos, Canadá, Ucrania, Japón y todos los países de Europa, a excepción de Serbia.

Según el portal del canal venezolano Telesur, en enero de 2023, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia Serguéi Lavrov había manifestado que existía una reiterada insistencia de Alemania, Italia y Japón a impedir la magnificación del nazismo, lo que, según el jerarca, pone en duda la tendencia de los procesos ideológicos en Occidente.

En noviembre de 2022, hubo un choque entre Rusia y los países occidentales por esta resolución, y de acuerdo con Swissinfo.ch, hubo estados de los que votaron en contra que entendieron que la posición de Rusia era un intento por justificar la invasión de este país a Ucrania.

Cuando se trató la resolución, según informó el portal, Rusia había expresado preocupación por el crecimiento de los grupos neonazis y por los tributos realizados a personas que lucharon junto a la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, para los países de la Unión Europea, la intención de Rusia con la resolución era usar la lucha contra el extremismo y la condena del nazismo como una herramienta política.