El Parlamento australiano está estudiando un proyecto de ley enviado por el primer ministro, Anthony Albanese, integrante del centro izquierdista Partido Laborista, que pretende prohibir tener cuentas en redes sociales a menores de 16 años, aunque tengan el consentimiento de sus padres.

La normativa, pionera en el mundo, que afectaría a Instagram y Facebook, TikTok, X y Snapchat, fue presentada con el argumento de que el uso excesivo de las redes sociales supone un riesgo para la salud física y mental de niños, niñas y adolescentes.

“Sabemos que las redes sociales están causando un daño social. Las cifras al respecto son muy claras. Ayer estuve viendo datos sobre los gráficos de hospitalizaciones de jóvenes por problemas de salud mental desde 2010. Ese gráfico da miedo, en particular, respecto a las mujeres jóvenes, pero también para los hombres jóvenes. Existe un vínculo causal claro entre el auge de las redes sociales y el daño a la salud mental de los jóvenes australianos. Y, de hecho, no se trata sólo de los jóvenes australianos; este es un problema al que se enfrentan los gobiernos de todo el mundo”, expresó Albanese este lunes cuando defendió el proyecto en el Parlamento de Canberra, la capital de la nación oceánica.

“Estamos haciendo más que establecer una nueva edad mínima de 16 años para las redes sociales; estamos estableciendo un nuevo estándar comunitario, dejando claro que las empresas de redes sociales tienen una responsabilidad social y enviando un mensaje a todas aquellas mamás y papás que están preocupados por el impacto que las redes sociales están teniendo en el bienestar, la salud mental y la confianza en sí mismos de sus hijos. Ese mensaje es simple: estamos de su lado y los respaldamos”, agregó el mandatario, según recogió el portal oficial del Parlamento australiano.

De acuerdo a lo que informó el diario local The Age, la intención de Albanese y su gobierno es que el proyecto sea tratado rápidamente en el Congreso y quede aprobado antes de fin de año.

En principio, para ello contarían con el apoyo de los legisladores del opositor Partido Liberal, en tanto que congresistas independientes y Los Verdes pretenden conocer más detalles sobre la normativa, informó la agencia Reuters.

La ley prevé que los menores de 16 años sí puedan tener acceso libre a determinados contenidos, como algunas aplicaciones de mensajes, juegos en línea y servicios relacionados con la salud y la educación, como la plataforma de apoyo a la salud mental juvenil Headspace, y Google Classroom y YouTube de Alphabet.

El impulso de la normativa del gobierno australiano obviamente viene siendo resistida por las corporaciones dueñas de las redes sociales que se verían afectados.

En ese sentido, este lunes llegó al comité parlamentario que está analizando la ley un comunicado emitido por la plataforma X, propiedad del magnate sudafricano estadounidense Elon Musk, en la que indica que la prohibición del acceso de los menores de 16 años a las redes sociales puede contravenir otras leyes vigentes y los derechos a la intimidad.

Este proyecto, que fue presentado el jueves pasado ante el Parlamento de Canberra, prevé que las plataformas digitales sean las responsables de vigilar que los menores de 16 años no accedan a sus redes sociales con multas que pueden superar los 32 millones de dólares para las empresas que no cumplan con la ley.