La Organización de las Naciones Unidas (ONU) pidió a todos los países que cumplan con las obligaciones que marcan las leyes internacionales y colaboren para que se haga justicia ante los crímenes cometidos contra la población palestina. “Los Estados tienen la obligación de prevenir crímenes atroces y les urgimos a que apoyen el trabajo de mecanismos de rendición de cuentas, incluida la Corte Penal Internacional”, dijo a periodistas Jeremy Laurence, portavoz de la oficina de la ONU en Ginebra.
El llamado se hizo después de que la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU publicara un informe en el que documenta 24 ataques con fósforo blanco contra la población palestina. La investigación, que recabó testimonios y pruebas, y que se centra en particular en los primeros meses de la ofensiva israelí en la Franja de Gaza, desde noviembre de 2023 hasta abril de 2024, concluyó que esos ataques ocurrieron en áreas pobladas. Muchos se registraron en la ciudad de Gaza, la más importante de ese territorio, y otros en ciudad de Jan Yunis, en el sur, y en diversos campos de refugiados. Un caso mencionado en el informe es el de un bebé quemado con fósforo blanco en una escuela de un campo de refugiados, Al Bureij, el 25 de diciembre.
El fósforo blanco es un químico incendiario que puede causar “horribles y dolorosas heridas”, señala el informe. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, ese químico arde al entrar en contacto con el oxígeno y es muy difícil de apagar. Tiende a adherirse a la ropa y la piel, y es capaz de penetrar incluso los huesos.
La ONU aclara que si bien no es considerado un arma química, existen convenciones internacionales contra la utilización de armamento “con efectos indiscriminados” o que causan “sufrimiento innecesario”, y, por lo tanto, su uso debería estar prohibido, según citó la agencia Efe.
De acuerdo con France24, la ONU pudo confirmar 8.119 muertes causadas por los ataques israelíes en la Franja de Gaza en el período en el que se enfocó su informe. Sin embargo, en 13 meses de ataques, el recuento de las autoridades de Gaza eleva el número de muertos a 43.000. En los dos casos, concluyen que la mayoría de las víctimas son niños, niñas y mujeres, cerca de 70%, según la ONU.
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Su informe advirtió que cuando se atacan edificios utilizados como vivienda, la mayoría de las víctimas son niños, y que tomar esos lugares como blanco muestra un desinterés en evitar la muerte de civiles.
Para la oficina de la ONU, en estos ataques las fuerzas militares israelíes pudieron haber cometido crímenes de guerra, genocidio o delitos contra la humanidad. Según el documento, esta ofensiva “ha causado niveles sin precedentes de asesinatos, muertes, lesiones, hambruna, enfermedades y dolencias”.
Otra práctica que denuncia el documento, y que ya se había dado a conocer en informes periodísticos, es el “aparente” uso de la inteligencia artificial para identificar objetivos de ataques. El medio israelí +972 había publicado que se utilizó esta herramienta, a pesar de los problemas de precisión y sin suficiente supervisión humana al momento de decidir atacar un blanco.
Según el informe de la ONU, esa tecnología supuestamente usada por Israel logra distinguir hombres de mujeres, pero no puede determinar quiénes son civiles y quiénes son combatientes armados. “Se asumiría que todos los hombres palestinos son objetivos legítimos, en grave violación de los principios de distinción y precaución”, agrega el documento.
Si bien Israel argumenta que el movimiento islamista palestino Hamas utiliza a los civiles como escudos humanos, no hay evidencia suficiente de que esto ocurriera, por ejemplo, en el hospital Al Shifa, que fue bombardeado varias veces. El documento menciona las muertes de trabajadores humanitarios y de 133 periodistas, 91 de estas últimas verificadas por la ONU.
Para el alto comisionado, Volker Türk, las muertes y lesiones de civiles son “consecuencia directa del incumplimiento de los principios de la ley humanitaria internacional”. El informe señala que hay muchos indicios de que los ataques son indiscriminados. Por ejemplo, las muertes de decenas de integrantes de una misma familia o que en 88% de los casos un mismo ataque dejó cinco o más muertos.
Türk dijo que “es esencial que las denuncias de graves violaciones del derecho internacional sean debidamente examinadas por órganos judiciales creíbles e imparciales y que, mientras tanto, se recojan y conserven toda la información y las pruebas pertinentes”.
En un comunicado, citado por Europa Press, el alto comisionado advirtió que “si los ataques sistemáticos dirigidos a la población civil se cometen con el objetivo de destruir, completamente o en parte [...] un grupo en concreto, podría constituir genocidio”.
Recordó que la Corte Internacional de Justicia emitió resoluciones en las que destaca la obligación de Israel de “prevenir, proteger y castigar los actos de genocidio y las conductas prohibidas conexas”. “Parece inconcebible que las partes en el conflicto se nieguen a aplicar normas universalmente aceptadas y desarrolladas para preservar un mínimo indispensable de humanidad”, dijo.
Por otra parte, el informe también señala que los ataques de Hamas y otros grupos armados palestinos del 7 de octubre de 2023, en los que “se registraron asesinatos y malos tratos a civiles, violencia sexual, destrucción de bienes de carácter civil y toma de rehenes”, también podrían “constituir crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad”.
Türk llamó a “cesar de inmediato” la violencia, a liberar a “los rehenes y los detenidos arbitrariamente” y a concentrarse en “llenar Gaza de ayuda humanitaria”.