Este miércoles, el avión Embraer 190 de Azerbaijan Airlines se estrelló cerca de la ciudad de Aktau, en Kazajistán. El vuelo J2-8243 tenía como destino la capital de la República de Chechenia, Grozni, y según BBC se incendió cuando intentaba hacer un aterrizaje de emergencia. El vuelo salió de Bakú, la capital de Azerbaiyán, y tuvo que ser desviado debido a la neblina.

Según el viceprimer ministro de Kazajistán, Kanat Bozumbáev, 38 personas fallecieron y 32 sobrevivieron. De acuerdo con CNN con información del Ministerio de Transportes del país asiático, 37 de los pasajeros eran ciudadanos de Azerbaiyán, seis de Kazajistán, tres de Kirguistán y 16 de Rusia.

De acuerdo con Efe, en principio hubo dificultades para determinar la cifra exacta de fallecidos así como la cantidad de personas que iban en el avión, que se estima entre 69 y 72.

La agencia de noticias informó que todos los sobrevivientes fueron hospitalizados y el viceministro indicó que entre ellos hay dos menores de edad, de 11 y 16 años, hay 11 que están graves pero estables y el resto en un estado de gravedad media.

Aún no se conocen las causas del accidente, pero las principales versiones se vinculan con que la aeronave chocó con una bandada de pájaros y en consecuencia explotó un balón de oxígeno.

CNN apuntó que el gobierno de Kazajistán creó una comisión para investigar la causa del accidente. Un comunicado del gobierno señaló que se dieron “instrucciones” a dicha comisión “para que vuele inmediatamente al lugar del accidente”, que “garantice una investigación exhaustiva de las causas” y que “tome medidas para proporcionar asistencia prioritaria a las familias de los fallecidos y heridos”.