Israel prometió invadir la ciudad de Rafah, ubicada en el extremo sur de la Franja de Gaza, pegada a la frontera con Egipto, si los rehenes israelíes que están cautivos en Gaza no son liberados antes del comienzo del Ramadán, el mes más sagrado del calendario islámico, que este año empezará el 10 de marzo.
Altos mandos militares israelíes declararon al diario Haaretz que creen que pueden dañar significativamente las capacidades restantes de Hamas si operan en el lugar en un período de seis a ocho semanas, allanando el camino para una fase de menor intensidad con ataques aéreos dirigidos y operaciones de fuerzas especiales, según las fuentes que pidieron permanecer en el anonimato.
“Rafah es el último bastión del control de Hamas y todavía quedan batallones en Rafah que Israel debe desmantelar para lograr sus objetivos en esta guerra”, dijo Avi Melamed, exfuncionario de inteligencia israelí, cuyas declaraciones fueron recogidas por el diario español La Razón.
Confirmando la opinión de Melamed, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, dijo que el Ejército israelí está planeando operaciones en Rafah contra los combatientes, centros de mando y túneles de Hamas, aunque no habló de plazos.
“Había 24 batallones regionales en Gaza; hemos desmantelado 18 de ellos”, expresó Gallant en una conferencia de prensa. “Ahora Rafah es el próximo centro de gravedad de Hamas”, agregó.
La idea también fue reafirmada por Benny Gantz, un férreo opositor al gobierno de Benjamin Netanyahu que se sumó al gabinete de guerra luego del inicio del conflicto, el 7 de octubre. “El mundo debe saberlo y los líderes de Hamas deben saberlo: si para el Ramadán nuestros rehenes no están en casa, los combates se extenderán al área de Rafah”, dijo Gantz.
Autoridades israelíes dijeron que en caso de que lleven adelante la incursión sobre Rafah, abrirán un corredor humanitario para permitirles a los desplazados palestinos que puedan retornar hacia el norte de Gaza.
Sin embargo, esa operación sería problemática porque el estado de las carreteras es malo. A esto se suma el hecho de que este invierno fue uno de los más lluviosos en la región en los últimos años, lo que haría difícil la implementación de un corredor por el que se estima que puedas pasar más de un millón de personas sin que eso derive en una tragedia.
Antes del comienzo de la guerra, Rafah tenía una población estable de 250.000 personas, pero el desplazamiento masivo que empezó con el conflicto bélico hizo que actualmente vivan hacinadas en la ciudad más de un millón y medio de personas.
A esta situación se refirió el lunes la diplomática neerlandesa Sigrid Kaag, coordinadora superior Humanitaria y de Reconstrucción de las Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Gaza, quien afirmó que Rafah “no está destinada a albergar a un millón de personas en refugios, en construcciones aleatorias cubiertas de plástico”. “Las condiciones de salud son muy preocupantes. Sabemos que la ayuda no es suficiente. Es cada vez más difícil de distribuir”, afirmó Kaag.
La posible operación militar masiva de Israel sobre Rafah generó la reacción del jefe de la diplomacia de la Unión Europea, el español Josep Borrell, quien remarcó el pedido del bloque que representa de que “no lleve a cabo una misión militar en Rafah que pueda empeorar la ya catastrófica situación humanitaria e impediría la prestación urgente de servicios básicos y asistencia humanitaria”.
El alto representante reconoció el derecho de Israel a defenderse, pero señaló “la importancia de garantizar la protección de todos los civiles en todo momento, en línea con el derecho internacional humanitario, y de respetar la orden de la Corte Internacional de Justicia del 26 de enero, que es legalmente vinculante”.
Al mismo tiempo, el gobierno palestino está agotando gestiones ante tribunales internacionales para poner freno a la maquinaria bélica israelí. En ese sentido, este lunes la Autoridad Palestina urgió a la Corte Internacional de Justicia, el principal órgano judicial de la ONU, a declarar que la ocupación israelí de Palestina es “ilegal y debe terminar de forma inmediata, total e incondicional”.
En declaraciones a la cadena panárabe Al Jazeera, Riyad al-Maliki, ministro de Relaciones Exteriores palestino, dijo que el eventual reconocimiento del tribunal de la ONU de la ocupación ilegal de los territorios palestinos por parte de Israel podría ser una decisión “histórica” que pondría bajo mayor presión las estrechas relaciones entre Israel y países como Estados Unidos.
“Hay que reconocer la ocupación prolongada de Israel, así como el colonialismo israelí y el sistema de apartheid”, dijo al-Maliki a Al Jazeera. “Y como tal, esperamos una decisión enorme –si no histórica– que expondrá la realidad de Israel y obligará a muchos países que se han estado alineando con Israel a reconsiderar su relación y su posición”, agregó.