El jueves se cerraron las urnas en las elecciones nacionales de Pakistán, el quinto país más poblado del mundo, en el que habitan algo más de 240 millones de personas.
Las elecciones en la nación asiática estuvieron signadas por acusaciones de manipulación a favor de la Liga Islámica Pakistaní-Nawaz (PML-N) y de represión contra los partidarios del ex primer ministro Imrán Khan, líder de Pakistán Tehreek-e-Insaf (PTI), que actualmente se encuentra encarcelado. Millones de paquistaníes acudieron a cumplir con su derecho al voto según la BBC, pero analistas vaticinaron, aún sin conocer los datos oficiales, una participación baja.
Entre informes de acoso y detenciones de líderes del PTI, existen preocupaciones de que los militares, una fuerza de enorme poder en el país, puedan alterar el conteo de votos a favor de Nawaz Sharif, el líder de PML-N, quien ya fue primer ministro del país en los períodos 1990-1993, 1997-1999 y 2013-2017.
La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos declaró en un comunicado que está “perturbada” por “la constante de acoso, arrestos y detenciones prolongadas de dirigentes del PTI y de sus partidarios que ha continuado durante el período electoral”.
Khan, una exestrella de críquet, el deporte más popular entre los paquistaníes, fue declarado culpable de cuatro condenas criminales. Según informó Associated Press, las penas en su contra suman 34 años en total y se cumplirán simultáneamente. Además, todavía está involucrado en más de 150 casos legales, acusado de terrorismo, corrupción, desacato al tribunal, causar disturbios y blasfemia, entre otros cargos, según explicó Al Jazeera.
En medio del clima electoral totalmente enrarecido, el día de las elecciones las autoridades paquistaníes cortaron los servicios de telefonía móvil justo antes de que abrieran las urnas para las elecciones nacionales.
El servicio de telefonía móvil tiene un papel importante en las elecciones, dado que los votantes reciben confirmación sobre el colegio electoral donde están registrados por un servicio de SMS, según informó Agence France-Presse.
Varios votantes en la ciudad de Lahore, una de las más importantes del país, dijeron a la BBC que no podían reservar taxis para ir a las urnas, mientras otros dijeron que no habían podido comunicarse con otros miembros de sus familias para organizar cuándo ir a los colegios electorales juntos.
Sobre la decisión de cortar los servicios de telefonía móvil, un portavoz del ministro del Interior dijo: “Como un resultado de los incidentes recientes de terrorismo en el país, vidas preciadas han sido perdidas. Las medidas de seguridad son esenciales para mantener la situación del orden público y para abordar amenazas potenciales”.
Más de 650.000 integrantes del ejército regular, fuerzas paramilitares y policías fueron desplegados por motivos de seguridad durante la jornada electoral.
La semana pasada, Rehan Zeb Khan, un candidato asociado con el PTI, fue asesinado a tiros en un “asesinato selectivo” cuya responsabilidad se atribuyó Estado Islámico, organización extremista que opera en algunas zonas del país. Asimismo, el miércoles, al menos 28 personas fueron asesinadas por dos atentados con bomba registrados en la región de Baluchistán.
Luego de que cerraran las mesas de votación, el PTI publicó en su cuenta de X: “¡Aunque el régimen ilegítimo fascista probó cada tacto bajo para asustar y disuadir al pueblo de votar, el pueblo de Pakistán salió hoy en números sin precedentes para rechazar con vehemencia el sistema de opresión, desorden y fraude! ¡Esta es una victoria enorme para Imran Khan, PTI y la nación paquistaní!”.
Khan, en tanto, publicó en X: “A pesar de todo método posible utilizado para socavar la voluntad del pueblo, nuestro pueblo ha hablado a través de #ParticipaciónMasiva para la votación hoy.”