Más de 210.000 personas en el norte de la Franja de Gaza pueden estar enfrentando una situación de hambruna, es decir, hambre extendida a toda una población, informó el portavoz de la Oficina de Coordinación de la Ayuda Humanitaria de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el danés Jens Laerke.
“Todos los mecanismos de supervivencia se han agotado y, atención, esos mecanismos son gente comiendo semillas de pájaros, forraje para animales, hierba y maleza. Estamos más allá de eso, literalmente no queda nada”, expresó el funcionario nórdico.
El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, el austríaco Volker Türk, manifestó que la falta de alimentos que enfrentan los habitantes de toda Gaza es consecuencia de las restricciones dispuestas por Israel para el ingreso y la distribución de ayuda humanitaria.
El funcionario recordó que la ONU advierte desde hace meses acerca de la gravedad de esta situación. “El alcance de las continuas restricciones de Israel a la entrada de ayuda en Gaza, junto con la forma en que sigue dirigiendo las hostilidades, puede equivaler al uso de la inanición como método de guerra, lo que constituye un crimen de guerra”, dijo Türk, según citó su oficina.
El diplomático aclaró que sus palabras no son una sentencia, que corresponde a los tribunales emitir, sino que se apoyan en el derecho internacional. “Israel debe garantizar que la población pueda acceder a esta ayuda de forma segura y digna”, agregó, de acuerdo con la agencia Efe.
“Cada vez más vemos niños, que están al borde de la muerte, que necesitan realimentación” y embarazadas con un peso “peligrosamente bajo”, dijo a su vez la portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Harris. “Todo lo que estamos viendo desde el punto de vista médico está totalmente provocado por el hombre; se trataba de un territorio en el que el sistema sanitario funcionaba bien” y no había desnutrición, agregó.
Türk pidió públicamente a los aliados de Israel que convenzan al gobierno de Benjamin Netanyahu de facilitar la entrada y la distribución de ayuda humanitaria suficiente para atender la crisis en Gaza, que involucra a dos millones de palestinos que pasan hambre en mayor o menor medida. Recordó, además, que durante 16 años Israel mantuvo bloqueada la Franja de Gaza, lo que afectó a su economía y a su población, que se volvió dependiente de la ayuda externa.
También el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, advirtió este martes que la población de Gaza sufre “graves niveles de inseguridad alimentaria” y dijo que es “la primera vez que una población en su conjunto ha recibido esta clasificación”. Por eso llamó a aumentar y sostener en el tiempo la entrega de ayuda humanitaria, y afirmó que la necesita el “100% de la población”. Blinken dijo que “esto podría haber terminado hace muchos meses si Hamas hubiera depuesto las armas, dejado de esconderse detrás de los civiles y liberado a los rehenes”.
El funcionario estadounidense tiene previsto visitar esta semana Arabia Saudita y Egipto con el objetivo de impulsar un acuerdo sobre un cese del fuego en Gaza y la liberación de israelíes secuestrados por Hamas y otras milicias palestinas el 7 de octubre.
Desde los ataques cometidos ese día, la respuesta del gobierno israelí dejó 31.800 muertos en Gaza, incluidos 14.000 niños, de los cuales 27 murieron de hambre, según las autoridades locales. El número de heridos creció en ese período a casi 74.000, y estas cifras aumentan cada día.
En una operación militar lanzada este lunes en el hospital Shifa de la ciudad de Gaza, y que continuaba este martes, Israel mató a 50 milicianos y detuvo a 180 sospechosos, según informó su Ejército. También murieron dos soldados israelíes en estos enfrentamientos.
Otro de los fallecidos en Shifa, de acuerdo con el Ejército de Israel, fue Faiq Mabhouch, a quien el Ejército identificó como el jefe de la seguridad interna de Hamas.
Según este movimiento islamista palestino, Mabhouch sólo era un funcionario policial que custodiaba el traslado de ayuda humanitaria. En los planes de Israel también está decidida una invasión terrestre a Rafah, ciudad del sur situada al lado de la frontera con Egipto, a la que fue desplazada gran parte de la población de la Franja de Gaza.
De todos modos, la oficina del primer ministro Netanyahu informó que enviará en los próximos días a representantes de su gobierno a Washington para escuchar los reparos del Ejecutivo de Joe Biden a una medida de este tipo.
El gobierno estadounidense entiende que “una gran operación terrestre allí será un error y llevará a más muertes de civiles”. Además, de acuerdo con el asesor de Seguridad Nacional Jake Sullivan, Estados Unidos cree que “los objetivos que Israel quiere conseguir en Rafah pueden alcanzarse por otros medios”.