Este jueves, Luis Montenegro, líder de la coalición centroderechista Alianza Democrática, fue electo como nuevo primer ministro de Portugal, luego del triunfo que su sector había obtenido en las elecciones de hace poco menos de dos semanas.
Montenegro, abogado de 51 años, gobernará en minoría en el Parlamento lusitano y remplazará al socialista António Costa, que estaba en el gobierno desde 2015.
Según informó AFP, el nuevo mandatario presentará la semana que viene a los integrantes de su gabinete, que asumirá funciones el 2 de abril, de acuerdo a lo que manifestó Montenegro en un breve contacto con los medios que tuvo luego de reunirse con el presidente portugués, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa.
El encuentro entre los dos jerarcas marcó el fin del proceso de consultas iniciado por el jefe de Estado con los partidos que obtuvieron representación parlamentaria, antes de encomendarle al ganador de los comicios la tarea de formar un nuevo gobierno.
Luego de conocidos los resultados definitivos de las elecciones, la Alianza Democrática consiguió un triunfo muy apretado sobre los socialistas.
La coalición de Montenegro obtuvo el 28,8% de los apoyos y, por lo tanto, tendrá 80 representantes de un total de 230 escaños, pero el mandatario electo afirmó estar preparado para gobernar el país en minoría.
Seriamente tocados por la renuncia de Costa, que no se presentó a un nuevo mandato tras ser citado en una investigación por tráfico de influencias que finalmente terminó en la nada, los socialistas quedaron en segundo lugar en las elecciones, con el 28% de los votos y 78 escaños.
El nuevo líder del Partido Socialista, Pedro Nuno Santos, se ofreció el martes a votar una enmienda presupuestaria que aumentaría los salarios de profesores, policías y profesionales sanitarios y judiciales. Pero dijo que votar a favor de su partido sobre el presupuesto estatal de 2025 era “prácticamente imposible”.
En Portugal el gobierno no necesita una votación parlamentaria para asumir el cargo, pero la gestión del presupuesto del próximo otoño boreal se considera la primera prueba importante para el primer ministro.
“Siempre será un gobierno condenado a la negociación, porque ese es el destino de los gobiernos minoritarios”, comentó a la AFP el politólogo António Costa Pinto.