Desde el viernes hasta el domingo, los rusos votarán en unas elecciones presidenciales marcadas por la guerra en Ucrania, la reciente muerte del dirigente opositor Alexei Navalny y en especial por la figura del actual presidente, Vladimir Putin, que se postula a un nuevo mandato y tiene altísimas posibilidades de obtenerlo. Las encuestas prevén que gane en primera vuelta, con más del 50% de los votos.
En algunas zonas, como la región de Zaporiyia, anexionada por Rusia en el marco de la guerra en Ucrania, y donde el acceso a los centros de votación podría resultar más difícil, las elecciones se adelantaron y se realizaron durante la última semana de febrero. Según informó France 24, lo mismo ocurrió en otras 38 regiones del país.
En los últimos días se registraron ataques ucranianos contra distintas regiones de Rusia, que, de acuerdo con Putin, son un intento de Ucrania de interferir en las elecciones.
En opinión del presidente ruso, el gobierno de Volodímir Zelenski pretende, además, con esos ataques, generar un “efecto informativo”, mostrar avances mientras sufre derrotas en el territorio ucraniano.
“Sin embargo, el objetivo principal, no tengo ninguna duda, es, si no perturbar las elecciones presidenciales en Rusia, al menos interferir de alguna manera en el proceso normal de expresión de la voluntad de los ciudadanos”, dijo Putin a medios rusos.
En estas elecciones, el presidente ruso se enfrenta a una oposición debilitada. A un mes de la muerte del opositor Alexei Navalny -el 16 de febrero, en una prisión ártica-, su viuda, Yulia Naválnaya, convoca a seguir una iniciativa del dirigente de “votar a cualquier candidato salvo a Putin”.
Naválnaya llamó a los seguidores de su esposo a “acudir a los colegios el mismo día y a la misma hora, el 17 de marzo al mediodía”, incluso si no tienen previsto votar, para marcar presencia.
Según informó la agencia Efe, Naválnaya propuso como alternativa anular el voto: “También pueden estropear la papeleta. Pueden escribir con letras grandes 'Navalny'”.
Pese a las convocatorias opositoras, se prevé que la participación alcance en estas presidenciales 67% y supere así la de las parlamentarias de 2021, en las que votó el 51,7% de los habilitados, que son 112,3 millones en Rusia y casi dos millones en el exterior.
Si todo ocurre como se prevé, Putin, de 71 años, que gobierna Rusia desde hace más de dos décadas, iniciaría un nuevo mandato el 7 de mayo y seguiría así en el poder hasta 2030. Incluso podría postularse una vez más en las elecciones de ese año.
Esto es posible gracias a la reforma constitucional que el gobierno propuso y aprobó en 2020, que habilitó al presidente a seguir en el cargo por dos nuevos períodos. Esas modificaciones tuvieron un amplio apoyo popular y fueron aprobadas por 76% de los votantes.
Si bien el presidente deberá competir con otros tres candidatos, ninguno alcanza el 7% de apoyo en las encuestas. El postulante del Partido Comunista, Nikolai Kharitonov, es el que cuenta con mayor respaldo: 6%, según los sondeos.
De acuerdo con la agencia Efe, el dirigente comunista propone aumentar el salario mínimo, bajar la edad para jubilarse y nacionalizar los principales bancos, así como empresas de sectores estratégicos. Al igual que los demás postulantes, apoya la guerra en Ucrania y cree que Rusia debe lograr allí una “derrota aplastante”.
A Kharitonov, que ya compitió por la presidencia en 2004, lo siguen en las encuestas el líder del ultranacionalista Partido Liberal, Leonid Slutsky, y Vladislav Davankov, del partido Pueblo Nuevo, que actualmente es el presidente de la Duma, la cámara baja del Parlamento ruso.
Slutsky afirma que la guerra en Ucrania es una “lucha geopolítica decisiva contra el nazismo, que es imprescindible ganar”.
Sobre este conflicto, Davankov, que se proclama liberal, defiende: “Paz y negociaciones. Pero en nuestros términos, sin vuelta atrás”. De acuerdo con France 24, fueron inhabilitados otros tres candidatos por las autoridades electorales: Boris Nadezhdin, contrario a la guerra en Ucrania, y Yekaterina Duntsova.
Este miércoles, el exjefe de campaña de Nadezhdin, Igor Krasnov, fue detenido en la ciudad de Vladivostok, acusado de publicar una bandera arcoíris en un chat de Telegram que integraban 11 personas, y hacer así propaganda a favor de la homosexualidad.
Sobre la guerra, Putin habló este miércoles en una entrevista con el canal Rossiya 1 y la agencia RIA Novosti, y dijo que su país “está preparado desde el punto de vista técnico” para una guerra nuclear.
“Nuestra triada nuclear -la visión del arsenal nuclear en misiles en silos en tierra, misiles transportados por bombarderos estratégicos y misiles en submarinos nucleares- es más moderna que cualquier otra. Sólo nosotros y los estadounidenses tenemos una tríada así”, dijo.
Agregó que Rusia no se planteó utilizar armas nucleares en Ucrania porque “nunca hubo esa necesidad”, pero está preparada para usarlas si “hablamos de la existencia [de la posibilidad] de dañar nuestra soberanía e independencia”.