La posibilidad de que la Corte Penal Internacional (CPI) ordene la captura del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, su ministro de Defensa, Yoav Gallant, y el jefe del Ejército, Herzl Halevi, fue repudiada por el gobierno de Israel.
Para Netanyahu, que ese tribunal “emita órdenes de arresto por crímenes de guerra contra comandantes de las FDI [Fuerzas de Defensa de Israel] y líderes estatales es un escándalo histórico”.
Según informaron las agencias Efe y Europa Press, en un discurso grabado Netanyahu manifestó que la CPI “no tiene autoridad sobre el Estado de Israel”. “Ochenta años después del Holocausto, los organismos internacionales que surgieron para evitar otro Holocausto están considerando negar al Estado judío su derecho a defenderse. ¿Contra quién? Contra aquellos que irrumpieron y siguen trabajando abiertamente para cometer otro genocidio. Qué absurdo, qué distorsión de la justicia y de la historia”, dijo.
“Esta será la primera vez que un país democrático, que lucha por su vida, según todas las normas del derecho internacional, sea acusado de crímenes de guerra”, afirmó el primer ministro, y dijo que, si eso sucede, “será una mancha indeleble para toda la humanidad” y “un crimen de odio antisemita sin precedentes”.
También el presidente de Israel, Isaac Herzog, se pronunció contra medidas de ese tipo: “Me opongo inequívocamente a cualquier intento de abusar de las instituciones jurídicas internacionales -incluida la CPI- para negar al Estado de Israel sus derechos básicos”.
El lunes el diario Haaretz informó sobre la posibilidad de que la CPI emita esas órdenes de captura. Citando fuentes cuya identidad no reveló, el periódico israelí publicó que una decisión de ese tipo podría ser adoptada durante esta semana y que distintas reparticiones del gobierno de Netanyahu están trabajando para que no se concrete.
En su discurso, Netanyahu pidió a los líderes mundiales un pronunciamiento “firme” en rechazo de una acción de la CPI contra Israel. Algunos legisladores de Estados Unidos se sumaron a su posición. El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, dijo que esas posibles órdenes de arresto serían “vergonzosas” e “ilegales”, y llamó al presidente Joe Biden a que “use todos los instrumentos disponibles para impedir tal abominación”.
Israel no reconoce a la CPI y Estados Unidos no ratificó el Estatuto de Roma, que fundó en 2002 ese tribunal. Sin embargo, las órdenes de detención que emita esa corte sí obligan a los 123 países que la integran a detener a esas personas si ingresan a su territorio.
El exfiscal general adjunto israelí Roy Schondorf dijo a Haaretz que, si las órdenes de arresto se emiten, podrían abrir paso a medidas internacionales contra Israel, incluyendo un embargo de armas o sanciones económicas.
La CPI investiga desde 2014 denuncias de crímenes de guerra presentadas contra Israel y milicias palestinas. Las investigaciones abarcan la actual guerra en la Franja de Gaza, donde desde octubre murieron cerca de 34.500 personas, en su mayoría mujeres y niños, según datos de las autoridades locales.
Actualmente está en marcha un intento de acuerdo entre el grupo palestino Hamas e Israel para una tregua que puede postergar una invasión terrestre israelí a Rafah, ciudad situada en el extremo sur de la Franja de Gaza en la que viven hacinados 1,4 millones de palestinos.
Incluso aliados de Israel, como Estados Unidos, advirtieron en numerosas ocasiones y por diferentes vías del daño que una ofensiva de ese tipo podría causar a la población civil.
Por su parte, el Consejo de Ministros de Líbano encargó la semana pasada al Ministerio de Relaciones Exteriores que presente una declaración ante la CPI para aceptar la jurisdicción de ese tribunal.
Se trata de un primer paso para que la corte de La Haya investigue los ataques lanzados por Israel contra el territorio libanés en el contexto de sus enfrentamientos con el grupo Hezbolá desde octubre.
Si bien la mayor parte de los ataques de Israel se lanzan sobre el sur de Líbano, donde opera mayormente la organización islámica chíi pro iraní, las fuerzas israelíes también efectuaron incursiones sobre objetivos de sus enemigos en la capital.
La organización Human Rights Watch señaló que “aceptar la competencia de la corte a través de una declaración es distinto a ratificar el tratado fundacional de la CPI para convertirse en miembro formal de la corte”, pero le “daría al fiscal del tribunal el mandato de investigar delitos graves cometidos en el Líbano, independientemente de la nacionalidad de los sospechosos”.