En un encuentro celebrado en París, en el marco de la gira que el presidente chino, Xi Jinping, está realizando por el continente europeo, la jefa de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen, advirtió que el bloque que dirige está dispuesto a protegerse de las prácticas comerciales agresivas de la nación asiática.
Luego de la reunión, en la que participó también el mandatario francés, Emmanuel Macron, Von der Leyen explicó durante un contacto con medios de prensa que el Ejecutivo de la Unión Europea (UE) no dejará piedra sin remover en su intento de impedir que el sector manufacturero de China, fuertemente subvencionado, asfixie a las industrias autóctonas de Europa, informó el portal Euronews.
“Para que el comercio sea justo, el acceso a los mercados de cada uno también debe ser recíproco. Estamos dispuestos a hacer pleno uso de nuestros instrumentos de defensa comercial si es necesario. Europa no puede aceptar prácticas que distorsionen el mercado y que puedan conducir a la desindustrialización aquí en casa”, expresó la jefa política de la UE.
Von der Leyen apuntó a China por lo que su Ejecutivo considera subvenciones injustas en sectores como los vehículos eléctricos y el acero, que amenazan seriamente con destruir la industria europea.
El gobierno central chino apoya con fuertes subvenciones y préstamos blandos a sus sectores manufactureros y también con una regulación preferencial para sus empresas nacionales. Esto generó que en Europa haya un exceso de productos chinos a precios muy baratos, lo que está generando una alarma enorme dentro de la UE por las prácticas de dumping comercial de China, que exporta productos a precios artificialmente bajos.
Bruselas ha reaccionado con una postura cada vez más firme frente al comercio chino y promovió una serie de investigaciones que pronto podrían desembocar en la imposición de aranceles punitivos a las importaciones chinas.
En setiembre el gobierno europeo comenzó una investigación antisubvenciones sobre los vehículos eléctricos de bajo costo procedentes de China, considerada un paso adelante en los intentos del bloque por hacer frente al gigante asiático.
Posteriormente, las autoridades de la UE promovieron investigaciones similares sobre productores chinos de turbinas de energía eólicas y paneles solares, sospechosos de beneficiarse ilegalmente de generosas subvenciones estatales.
El gobierno de Pekín reaccionó con una investigación muy simbólica, pero económicamente insustancial, sobre las importaciones de brandy de la UE, una medida que se considera dirigida a Francia, cuyo presidente presionó a Bruselas para que iniciara la primera investigación sobre las exportaciones chinas de vehículos eléctricos. A finales de abril, el bloque tomó la primera medida de este tipo para castigar a Pekín por impedir que las empresas europeas obtuvieran contratos públicos en China, con una investigación centrada en los productos sanitarios.
“China sigue apoyando masivamente a su sector manufacturero y esto, combinado con una demanda interna que no aumenta, hace que el mundo no pueda absorber el excedente de producción chino”, dijo Von der Leyen este lunes.
Otro motivo de preocupación para el bloque es su fuerte dependencia de China para las llamadas materias primas críticas, los componentes esenciales necesarios para producir tecnología, como paneles solares y semiconductores.
La gira de Xi por Europa, la primera en cinco años, se completará con visitas a Hungría y Serbia, dos países que son considerados aliados de Rusia, el otro gran adversario estratégico que la UE tiene en la actualidad.