Una enorme expectativa está precediendo la primera vuelta de las elecciones legislativas que se realizarán este domingo en Francia. Los comicios fueron convocados por el presidente Emmanuel Macron después de la mala votación de su sector, el centroderechista Renacimiento, en las elecciones para el Parlamento Europeo del 9 de junio.

Dependiendo del resultado, Macron podría quedar en una tensa “cohabitación” con un primer ministro opositor, o con una cámara incapaz de generar una mayoría estable.

Las encuestas sugieren que los votantes darían a la Agrupación Nacional (RN, por sus siglas en francés) de Marine Le Pen más del 35% de los votos en la primera vuelta, mientras que en segundo lugar, con un 29%, se ubicaría la coalición de izquierda Nuevo Frente Popular, y el partido de Macron obtendría alrededor del 20% de las adhesiones, según informó AFP.

Cuando disolvió el Parlamento y convocó a elecciones, Macron esperaba presentar a los votantes una dura opción sobre si entregar el gobierno a la extrema derecha. Pero la rápida campaña, que apenas duró tres semanas, “no iba a cambiar las principales tendencias”, dijo al diario Le Monde Brice Teinturier, subdirector de la encuestadora Ipsos, quien agregó que el sector de extrema derecha “es increíblemente poderoso”.

Incluso los encuestadores más experimentados de Francia están intentando traducir ese nivel de apoyo en un resultado final, ya que la segunda vuelta, que se celebrará el 7 de julio, puede hacer que los votantes cambien su voto. Una participación mayor de lo habitual también podría transformar la votación.

Medios franceses vienen informando que votarán cerca de dos tercios de los habilitados, lo que convertiría a estas elecciones en las de mayor nivel de concurrencia desde 1997.

El jueves, la firma encuestadora Harris Interactive Toluna pronosticaba entre 250 y 305 escaños del total de 577 para RN, lo que lo dejaría a las puertas de tener la mayoría absoluta. Ifop-Fiducial, por su parte, sugirió que el partido de extrema derecha podría alcanzar un máximo de 260 asientos en el Parlamento.

Le Pen dijo que espera obtener la mayoría absoluta para poder nombrar a un jefe de gobierno de su partido y señaló, en diálogo con el diario Telegramme, que el título de presidente como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas era “honorífico, porque es el primer ministro quien maneja los hilos del dinero”.

Por lo tanto, “el presidente no podrá enviar tropas” a Ucrania, agregó, desmintiendo la advertencia de Macron a Moscú de que Francia mantendría todas las opciones sobre la mesa para frustrar la invasión rusa a su vecino.

El candidato a primer ministro del sector de Le Pen, Jordan Bardella, de 28 años, ya prometió durante la campaña que no enviará a Kiev misiles de largo alcance ni otras armas que podrían atacar territorio ruso, revirtiendo la política de Macron.