Un referéndum sobre la reelección presidencial propuesto por el presidente boliviano, Luis Arce, generó una nueva confrontación dentro del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), dividido entre quienes respaldan al mandatario y los partidarios del exgobernante Evo Morales.
Arce presentó esta propuesta en un discurso que dio el martes durante un acto oficial por los 199 años de la independencia boliviana. “Es momento de que el pueblo, junto a su gobierno, escojamos el camino que deseamos transitar de cara al bicentenario” de 2025, afirmó.
El presidente propuso que el mismo día de la elección de autoridades judiciales, que debe fijarse para este año, se voten también varias consultas, entre ellas una sobre la “reelección continua o discontinua del presidente y vicepresidente del Estado”. Consideró que “para que los actores políticos no vuelvan a afectar la estabilidad y la economía de las familias bolivianas, es importante precisar el carácter de la reelección estipulada en el artículo 168 de la Constitución”.
Esta iniciativa llega en medio de una disputa por la posibilidad de que sea Arce o Morales el candidato único del MAS. Si bien la Constitución limita la reelección a dos mandatos consecutivos, y un referéndum de 2016 vetó la reelección de Morales, que llevaba diez años en el gobierno, el entonces presidente volvió a postularse en 2019.
Morales se apoyó en un fallo del Tribunal Constitucional, de 2017, que declaró que postularse a la reelección era un “derecho humano” de los presidentes y que el pueblo tenía el derecho de elegirlos. Si bien Morales ganó esa elección, días después fue derrocado y Jeanine Áñez asumió de facto la presidencia.
Un fallo posterior del Tribunal Constitucional determinó que el presidente y el vicepresidente sólo pueden ser electos por dos períodos, continuos o no. Sin embargo, los partidarios de Morales insisten en que se postule una vez más a la presidencia y disputan el liderazgo del MAS con Arce, que todavía no confirmó si aspirará a un segundo mandato en 2025.
Morales respondió este miércoles a la propuesta de referéndum y comparó a Arce con el expresidente ecuatoriano Lenín Moreno, que una vez que llegó al gobierno impulsado por su predecesor, Rafael Correa, se convirtió en su rival político. “Utilizando los mismos métodos que el traidor Lenín Moreno, Luis Arce pretende convocar a un referéndum con el único propósito de inhabilitarme como candidato para las elecciones”, dijo en su cuenta de X.
Según informó el portal boliviano Erbol, Morales acusó a Arce de haber evitado competir con él en un sistema de elecciones primarias porque “sabe que no tiene ninguna chance para ganar democráticamente”, y afirmó que “la traición es una de las más despreciables conductas humanas”.
A su vez, el diputado Gualberto Arispe, del ala evista del MAS, manifestó: “No hay ningún problema, vayamos al referéndum, no le tenemos ningún miedo, porque el pueblo se va a manifestar”. Pero agregó que, en ese caso, también se debería consultar a los bolivianos: “¿Usted está de acuerdo con la continuidad del mandato del presidente Luis Arce y [el vicepresidente] David Choquehuanca?”.
Consulta sobre hidrocarburos
En su discurso del martes, Arce propuso además otras dos consultas. Una apunta a que en las elecciones del año que viene se tomen en cuenta los resultados del censo realizado este año, que actualizarán la población que tiene cada región. De este modo, se aplicarán los nuevos datos para definir cuántas bancas le corresponden a cada territorio en el Parlamento, como reclama la oposición. La otra iniciativa es que se vote sobre mantener o no la subvención que rige desde 2004 al precio interno de los hidrocarburos, en un contexto en el que la mayoría de los que se consumen son importados y a veces escasean.
Arce señaló que en Bolivia existen problemas en esta área, “especialmente con el abastecimiento de diésel”, y también admitió que afecta a su país la falta de dólares (en el mercado negro esta moneda cotiza al doble del precio oficial). Todo esto, dijo, “está siendo utilizado políticamente” por ciertos actores “para generar escenarios de convulsión”.
Para atender estos problemas, Arce propuso también instalar un ámbito de diálogo con sectores empresariales y productivos en el que se discuta, entre otros puntos, la situación cambiaria, y convocar un “Gabinete Social de la Revolución Democrática y Cultural extraordinario” para tratar estos mismos asuntos con organizaciones sociales.
Desde la oposición, el dirigente Luis Fernando Camacho y los expresidentes Jorge Quiroga y Carlos Mesa acusaron a Arce de querer delegar en los bolivianos problemas que su gobierno debería resolver. Para Mesa, esos problemas se arrastran desde que Arce fue ministro de Economía de Morales, y, en opinión de Camacho, el presidente se niega a aceptar el “fracaso” de su modelo económico.
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