En respuesta a la incursión de las tropas ucranianas en la región rusa de Kursk, operación militar que comenzó hace exactamente tres semanas y aún prosigue, las fuerzas del Kremlin lanzaron en la mañana del lunes uno de los ataques más grandes contra Ucrania desde el comienzo del conflicto en curso.
Funcionarios del gobierno ucraniano informaron que el bombardeo con misiles y drones lanzado por el enemigo dejó al menos cinco muertos, pero además dañó de manera considerable muchas infraestructuras energéticas civiles del país, que eran el principal blanco del ataque de Moscú. En total, fueron bombardeadas 15 provincias del total de 24 en las que está dividida el territorio ucraniano. Los ataques, entre otros muchos lugares, impactaron en Kiev, la capital del país.
Según información que brindaron funcionarios locales, en la principal ciudad ucraniana se registraron cortes de energía eléctrica. El alcalde de Kiev, el exboxeador campeón mundial de peso pesado Vitali Kiltchkó, además notificó sobre interrupciones en el suministro de agua, también como consecuencia de la agresión rusa.
La mayor empresa privada que opera en Ucrania en el sector energético, DTEK, anunció la implementación de apagones de emergencia en todo el país. Paralelamente, según lo que informó el portal ruso Sputnik, la empresa ferroviaria estatal ucraniana comunicó la desconexión momentánea de sus instalaciones en varias regiones del país.
Reaccionando al ataque en un discurso que emitió en su canal de Telegram, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, describió el bombardeo ruso como “uno de los mayores ataques combinados” que padeció el país en el transcurso de la guerra. “Y como la mayoría de los ataques rusos anteriores, este es sólo una base y tiene como objetivo infraestructura civil crítica”, enfatizó Zelenski, consignó el diario británico The Guardian.
El comandante de la fuerza aérea ucraniana, Mykola Oleshchuk, dio detalles sobre el ataque y en una intervención ante medios de prensa afirmó que Rusia lanzó 127 misiles, de los cuales 102 fueron interceptados. El militar ucraniano informó también que las fuerzas rusas lanzaron 109 drones sobre el territorio de Ucrania, la mayor parte de ellos del modelo Shahed, sofisticados vehículos aéreos de combate no tripulados de fabricación iraní.
También dio declaraciones a la prensa luego del bombardeo el primer ministro, Denys Shmyhal, quien confirmó que las provincias afectadas habían sido en total 15, y al igual que el mandatario especificó que el sector energético del país había sufrido “muchos daños”.
En este contexto, el presidente Zelenski una vez más llamó a sus socios militares occidentales para que intensifiquen su ayuda en este momento, mientras tropas ucranianas siguen en Kursk, moviendo momentáneamente la atención de donde realmente se está disputando cada día la guerra, en la región del Donbás, compuesta por las provincias de Donetsk y Lugansk, ambas invadidas, aunque en ninguno de los casos en su totalidad, por las tropas rusas.
“En toda Ucrania, podríamos hacer mucho más para proteger vidas si la aviación de nuestros vecinos europeos operara en conjunto con nuestros F-16 y nuestros sistemas de defensa aérea. Si esa unidad ha resultado eficaz en Medio Oriente, también debe funcionar en Europa”, expresó el líder ucraniano.
“No se puede limitar a Ucrania en sus capacidades de largo alcance cuando los terroristas no enfrentan tales limitaciones”, dijo Zelenski, que agregó: “Estados Unidos, Reino Unido, Francia y nuestros otros socios tienen el poder de ayudarnos a detener este terrorismo. Ahora es el momento de tomar medidas decisivas”.