El gabinete del gobierno israelí que preside el primer ministro Benjamin Netanyahu se reunirá en la noche del sábado para votar la tregua con la organización palestina Hamas en la Franja de Gaza. Si bien está previsto que la cúpula del gobierno de Israel se reúna este viernes, la votación se pospondrá.

En principio, luego del acuerdo anunciado el miércoles, se esperaba que Netanyahu y sus ministros se reunieran y votaran este jueves, pero temprano en la mañana Netanyahu canceló el encuentro alegando que Hamas había “incumplido” algunos términos del acuerdo, acusaciones que el grupo palestino negó de manera enfática.

De acuerdo a lo que informó el canal 12 de la televisión israelí, después de la votación, se publicará una lista de ciudadanos palestinos que actualmente están presos y que serán liberados. Quienes tengan objeciones sobre estas liberaciones tendrán 48 horas para presentar una petición ante la Corte Suprema.

Fuentes judiciales citadas por el diario The Times of Israel dejaron claro que el plazo formal de 48 horas para las peticiones puede acortarse y que el inicio previsto del acuerdo para el domingo no tiene por qué verse afectado.

De acuerdo a las condiciones pactadas de manera indirecta entre las partes con la mediación de Estados Unidos, Egipto y Qatar, entraría en vigor el domingo después del mediodía y los primeros tres rehenes serían liberados poco después. Sin embargo, el comienzo de la tregua se postergó para el lunes.

Según se supo, los negociadores israelíes que están en Doha, la capital de Qatar, permanecerán en el país árabe hasta que finalmente se firme el acuerdo y posteriormente retornarán a Israel participar en las discusiones del gabinete.

Según una copia filtrada del acuerdo, más de 1.700 prisioneros palestinos serán liberados a cambio de 33 rehenes israelíes en la primera fase del acuerdo. De ellos hay 700 integrantes de organizaciones armadas palestinas, entre 250 y 300 de los cuales cumplen cadena perpetua. Además, serán liberados 1.000 habitantes de Gaza que fueron detenidos luego del comienzo de la guerra, el 7 de octubre de 2023.

Los israelíes aún no saben quiénes serán los rehenes que se liberarán, aunque en esta primera fase los que retornarán serán menores de edad, niños y personas mayores de 50 años, aunque incluso Hamas, por los evidentes problemas logísticos que está teniendo en Gaza, no tiene claro cuáles de ellos aún están con vida.

Si bien desde el gobierno israelí se atribuyó la demora en aprobar el acuerdo a cambios de último momento en el acuerdo, algo que los palestinos negaron, el verdadero motivo de la postergación fueron las maniobras políticas que está teniendo que hacer Netanyahu para mantener unida a la coalición que apoya su mandato.

Dentro del gobierno, tanto el Likud de Netanyahu como los partidos religiosos, el sefaradí Shas y el askenazi Judaísmo Unido de la Torá, están a favor de la tregua. Pero los dos sectores más radicales y extremistas están en contra: el partido Sionismo Religioso, que lidera el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich; y todavía en una posición más dura está Poder Judío, el partido que encabeza el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir.

De hecho, en una conferencia de prensa que dio este jueves, Ben-Gvir dijo que su partido abandonará el gobierno si se vota favorablemente la tregua, pero que volverá al gobierno si se reanuda la guerra en Gaza.

De todas maneras, en este momento la relevancia del partido de Ben-Gvir no es decisiva, porque tiene seis escaños en la Knesset de 120 escaños, por lo que su salida no le quitaría a Netanyahu la mayoría parlamentaria.

Por su parte, Smotrich había declarado públicamente que estaba dispuesto a apoyar esta primera fase del acuerdo con Hamas, pero solamente con la condición de que Netanyahu se comprometiera por escrito a reanudar la guerra tras las seis semanas que inicialmente durará la tregua, aunque la expectativa es que el conflicto en curso se termine.

Fue por eso que las palabras que dijo el presidente estadounidense Joe Biden el miércoles, luego de conocido el acuerdo, cayeron muy mal en la derecha israelí, porque el mandatario saliente recalcó que el alto el fuego iba a ser permanente y orientado a finalizar la guerra, lo que va en contra de toda la retórica oficial israelí, más aún de los sectores más intransigentes.

Un tema por demás relevante que no fue contemplado en esta primera fase del acuerdo es quién tendrá el control de la Franja de Gaza luego de que finalice la guerra.

El gobierno de Netanyahu se negó a tratar esta cuestión desde que comenzó el conflicto, porque no quiere dar entrada a la Autoridad Palestina.

En concreto, de la manera en que se está negociado el acuerdo, parece evidente que Hamas seguirá siendo la principal fuerza política de Gaza.

El miércoles, en varios programas de la televisión israelí, expertos militares y especialistas en el conflicto de Medio Oriente remarcaron esa contradicción.

Por un lado, Netanyahu pone como objetivo innegociable la destrucción de Hamas, y el acuerdo parece que le dará nueva vida a la entidad islámica palestina, que gobierna el territorio gazatí desde 2007.

El grave problema del acuerdo en este momento es que el paso de la primera fase a la segunda y la tercera, en la que se terminaría de entregar la totalidad de los rehenes, así como los cuerpos de aquellos que murieron en cautiverio, no está garantizado más que por la presión que pueda ejercer Estados Unidos sobre Israel.

Donald Trump, que asumirá la presidencia estadounidense el lunes, envió a Steve Witkoff, uno de sus principales asesores sobre Medio Oriente, quien aparentemente jugó un papel destacado en las presiones que se ejercieron sobre Netanyahu.

Queda por ver si, en adelante, esa presión contra el primer ministro israelí continúa teniendo efecto.

La postergación de la aprobación del acuerdo tuvo numerosas repercusiones a nivel internacional.

Entre otros, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Egipto, uno de los países clave en los acuerdos, manifestó que la implementación de un alto el fuego de liberación de rehenes en Gaza debe “comenzar sin demora”, un día después de que los mediadores anunciaran que Israel y Hamas habían llegado a un acuerdo.

Los egipcios manifestaron su molestia porque, desde que se anunció el acuerdo, la agencia de defensa civil en Gaza dirigida por Hamas comunicó que al menos 80 personas murieron y centenares resultaron heridos por los israelíes.

De acuerdo a lo que informó la cadena qatarí Al Jazeera, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, conversó con el ministro de Asuntos Exteriores de Egipto, Badr Abdelatty, diálogo en el que ambos coincidieron en un inmediato comienzo de la tregua, y destacó “la necesidad de que las partes respeten sus disposiciones y trabajen para implementar sus etapas en las fechas especificadas”.

El gobierno de Egipto también pidió la distribución rápida, segura y eficaz de ayuda humanitaria, así como “proyectos de recuperación temprana en preparación para la reconstrucción” del territorio de Gaza.