El domingo el integrante del Partido Demócrata Cristiano (PDC), Rodrigo Paz Pereira, se impuso sobre el líder de la coalición derechista Libre, Jorge Tuto Quiroga, con más del 54% de los votos en un inédito balotaje en Bolivia. Paz asumirá el 8 de noviembre, con lo que el país comenzó un breve período de transición que marca el fin de la gestión de Luis Arce y también de dos décadas de gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS), que ganó por primera vez en 2005.

En ese contexto, la diaria Radio conversó con el periodista boliviano José Luis Exeni. “Ya dijeron que tienen conformado su gabinete”, al tiempo que “se comenzaron a reunir las bancadas legislativas electas, porque ningún partido cuenta con mayorías, sino que tienen la obligación de construir un pacto político”, y “aseguraron que desde el 9 de noviembre, un día después de que tome posesión, se comenzará a normalizar la producción de combustible”, algo que “tienen resuelto por los próximos tres meses”, enumeró. Bolivia vive una profunda crisis con escasez de combustibles, que también se filtró en el proceso electoral.

Vinculado a la Asamblea Legislativa Plurinacional, Exeni señaló que hay una alianza “implícita” entre el electo Paz y el excandidato presidencial que terminó en tercer lugar, Samuel Doria Medina, empresario miembro de la alianza Unidad. El pacto brindaría un bloque mayoritario en ambas cámaras: “La buena noticia es que habrá una mayoría decisoria que permitirá evitar lo que ocurrió en los últimos tres años: un bloqueo institucional y una parálisis en la Asamblea”, aunque “nuestra tradición muestra que la mayoría en el órgano legislativo no es suficiente y el reto mayor es construir la gobernabilidad en la calle, con actores territoriales y corporaciones sociales”.

“Ese tejido de gobernabilidad en la calle es el reto de corto plazo en un contexto en el que [el gobierno] tendrá que implementar medidas drásticas que tienen costo social”, condensó.

Al mismo tiempo, Exeni –quien también se desempeñó como titular del organismo electoral– descartó por completo las dudas en torno a los resultados que motivaron movilizaciones por presunto fraude en La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y Oruro, entre otras localidades. “No existe evidencia ni posibilidad de fraude; así lo han certificado desde el Tribunal Supremo Electoral y las misiones internacionales de observación”, afirmó, además de subrayar que “el propio candidato derrotado reconoció el resultado”. En sus palabras, lo que preocupa “no es tanto” las acusaciones de fraude, sino que las movilizaciones “están manifestando no sólo una persistente polarización política, sino también una fractura social, puesto que están cargadas de odio, mensajes racistas y acciones violentas”, opinó.

Bolivia y su proyección internacional a partir del nuevo gobierno

Exeni precisó que, según el presidente electo, “la provisión de combustible para los primeros tres meses está garantizada a través de acuerdos con proveedores en países del Mercosur”. También representa un “reto de corto plazo” y la medida será “un puente” hacia “algo sustantivo y estructural: discutir cómo se gestiona la subvención millonaria e insostenible a los hidrocarburos, un hoyo negro que provoca varios puntos de déficit fiscal”.

La otra tarea, según Exeni, es que ese tipo de medidas no genere más inflación. “No está muy claro cuál será la fuente de los dólares” y “el gran problema es la falta de liquidez y divisas”, apuntó. “Dicen que van a recurrir a préstamos ya aprobados por la Asamblea de 3.500 millones de dólares; dicen que van a gestionar dólares que ya están dentro del país con desarrollo industrial y cooperativista y que van a recurrir a bilaterales”, listó el trabajador, pero agregó que “la ruta aún no está del todo clara”.

La crisis, de acuerdo con Exeni, se explica por “un modelo extractivista y muy centrado en recursos naturales”, como la economía del gas, que hace diez años traccionaba 6.500 millones de dólares y hoy no llega a los 2.000. “Se acabó la economía del gas, que sostenía al resto y le daba los recursos suficientes, y no tenemos reemplazo”, resumió. “Tendremos unos buenos años en los que la economía se sostendrá con créditos mientras buscamos otra fuente de recursos y divisas, algo vinculado al gran desafío de avanzar hacia un proceso de industrialización y diversificación”, auguró.

Otro punto focal es el litio. El experto comentó, sin embargo, que el mineral no representa una oportunidad de desarrollo rápido porque “Bolivia, con la mayor reserva mundial, dilapidó el momento de oportunidad de la economía del litio”, porque “los proyectos de industrialización no han prosperado o aún son experimentales y no tenemos socios firmes”: “El gobierno de Arce no ha tenido la habilidad ni la transparencia para impulsar contratos”, sentenció.

A su vez, Paz anunció que prevé restablecer el vínculo con Estados Unidos. “Habrá un cambio importante en el enfoque de las relaciones exteriores”, definió. Exeni dijo que el cambio “no será tan drástico como con Quiroga”, ya que la lógica de Paz es tener “relaciones con todos y mayor apertura”, aunque “tiene sus peros” con algunos países, “como Venezuela y Nicaragua”. Bolivia “restablecerá las relaciones con Estados Unidos pero sin que eso implique romper con los BRICS+”, y prevé continuar en el Mercosur, dijo.

Rodrigo Paz Pereira y Edmand Lara, la “inesperada” dupla ganadora

Sobre el presidente electo, Exeni recordó que ha sido “diputado, concejal municipal, alcalde y senador”, con una trayectoria “de más de 25 años”. Dijo que “hay que situarlo en el fin del ciclo del MAS como partido dominante” y aparece atado a “una derrota histórica de la izquierda”, pero “no representa necesariamente un giro a la derecha”, sino un viraje “moderado, quizá hasta hacia un centro con una discursividad popular”.

Respecto de su dos, el excapitán de la Policía devenido vicepresidente electo Edmand Lara dijo que “es el verdadero outsider” y aparece “como una especie de justiciero” tras “denunciar casos de corrupción”.

De esta manera, Paz y Lara representan “un binomio inesperado y accidental” que se conformó “pocos días antes de que terminara el plazo de inscripción”. La dupla “no necesariamente refleja una coherencia ideológica ni personal y, efectivamente, existe la posibilidad de disonancias”, aunque exhortó a ser “cauto”, ya que Lara “no tiene una posición ideológica muy clara” más allá de una tónica “contra la corrupción”, su “principal bandera”, y una “narrativa religiosa muy fuerte”. En suma, representan “un centro que no va a apuntalar una restauración oligárquica conservadora cómo lo habría hecho Quiroga”, pero al mismo tiempo “necesita distanciarse de 20 años del MAS”.