Los bombardeos que el ejército israelí retomó el martes en distintos puntos de la Franja de Gaza, después de acusar a Hamas de violar el plan de tregua pactado, mataron a 110 personas, 46 de ellas niños o adolescentes, según recuentos de los hospitales locales.

Ese día, Israel acusó a Hamas de haber lanzado un misil antitanque contra soldados israelíes, algo que el movimiento palestino negó, y de haber incumplido su compromiso de entregar los cuerpos de rehenes.

Después de esas acusaciones, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ordenó “ataques contundentes” en Gaza. El ejército israelí informó que en esas acciones mató a 25 milicianos, pero no dio información sobre muertes de civiles.

A su vez, Hamas acusó al gobierno de Netanyahu de “socavar” el acuerdo de cese del fuego, con la “complicidad” de Washington.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, justificó estas acciones. “Acabo de enterarme; mataron a un soldado israelí y los israelíes respondieron, y deberían responder cuando eso ocurre”, dijo este miércoles ante periodistas en el avión presidencial. Sin embargo, Trump consideró que “nada va a poner en peligro el alto el fuego” y lanzó una advertencia a Hamas: “Si se portan bien serán felices, y si no se portan bien serán eliminados”.

Para el ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben-Gvir, uno de los más extremistas, el gobierno debería “volver a la guerra a gran escala y esforzarse por lograr rápidamente su objetivo principal”, que es “la destrucción de Hamas”.

En su opinión, las 12 horas de bombardeos que vivió la Franja de Gaza fueron una “respuesta mesurada”, porque este miércoles el gobierno decidió retomar el cese del fuego.

En un comunicado, el ejército manifestó que, “en línea con las órdenes de la cúpula política y tras una serie de ataques significativos en los que decenas de terroristas y objetivos terroristas fueron atacados, las Fuerzas de Defensa de Israel han empezado a aplicar de nuevo el acuerdo, tras las violaciones por parte de Hamas”.

Sin embargo, poco después de ese anuncio, el ejército israelí comunicó que llevó a cabo un “ataque selectivo” en Beit Lahia, en el norte de la Franja de Gaza. Manifestó que su objetivo fue una infraestructura en la que se almacenaban armas que serían utilizadas en forma inminente en un ataque.

La agencia de noticias Efe informó, citando fuentes vinculadas con el servicio de salud de Gaza, que el ataque dejó un muerto, Hisham Al Attar, de 31 años, y que no falleció en un depósito de armas, sino en su vivienda, que fue alcanzada por el bombardeo.

El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, repudió los ataques del martes, que calificó de “estremecedores”, y manifestó que “Israel debe cumplir con sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario y es responsable ante cualquier violación” de esas normas. “Las leyes de la guerra son muy claras en la importancia primordial de proteger a los civiles y las infraestructuras [civiles]”, advirtió.

“No debemos dejar que esta oportunidad para la paz y para un camino hacia un futuro más justo y seguro se nos escape de las manos”, dijo Türk, y señaló que estos ataques fueron lanzados cuando la población de la Franja de Gaza comenzaba a ver el final de dos años “de sufrimiento y miseria inenarrables”.

También Qatar, uno de los países que han mediado en este conflicto, manifestó su malestar. El primer ministro Mohamed bin Abdulrahmán al Thani calificó de “decepcionante” la decisión israelí de interrumpir el cese del fuego y dijo que se sentía “muy frustrado” al respecto. Señaló que estuvo en contacto con Israel y Hamas para lograr que las dos partes entiendan la necesidad de mantener el cese de las hostilidades.

Varios otros países manifestaron su alarma. El ministro de Relaciones Exteriores francés, Jean-Noël Barrot, advirtió que el cese del fuego está “amenazado”; su par alemán, Johannes Wadephul, manifestó su “honda preocupación” al respecto y lo mismo hizo el primer ministro británico, Keir Starmer.

“Necesitamos una oportunidad para la paz, no excusas para nuevos ataques”, dijo también la vicepresidenta de la Comisión Europea, Teresa Ribera.

Mahmud Basal, vocero de Protección Civil de Gaza, la institución de la que dependen los equipos de rescatistas, manifestó en un comunicado que “en menos de 12 horas, las fuerzas de ocupación israelíes cometieron horribles masacres contra civiles en la Franja” y agregó: “Estos crímenes documentados se suman a la larga lista de violaciones contra nuestro pueblo”.

Informó que los hospitales siguen desbordados y que se hacen “esfuerzos tremendos para llegar a ciudadanos atrapados en los escombros”, en medio de “una grave escasez de suministros médicos y combustible”.