A pesar de que su idea carece de fundamentos sólidos, de que no fue discutida en profundidad con nadie, además de ser completamente violatoria del derecho internacional, el presidente estadounidense Donald Trump volvió a insistir este jueves sobre su idea de tomar el control de la Franja de Gaza y de reubicar a la población palestina en otros países.
En un posteo publicado este jueves en Truth, la red social de la que es propietario, Trump dijo que Israel le “entregaría” el territorio de Gaza a Estados Unidos una vez que finalicen sus operaciones militares en el lugar, donde actualmente rige una tregua con la organización islamista Hamas, que tiene el control parcial del enclave palestino.
Mismo dentro de la administración republicana, más allá de las declaraciones favorables que hicieron algunos funcionarios, la propuesta de Trump genera más rechazos que adhesiones, porque carece de sustento en la realidad.
“Israel entregaría la Franja de Gaza a Estados Unidos al finalizar los combates”, escribió el magnate republicano, quien agregó que cuando ello haya ocurrido, “los palestinos ya habrían sido reasentados en comunidades mucho más seguras y hermosas, con hogares nuevos y modernos, en la región. De hecho, tendrían la oportunidad de ser felices, seguros y libres”.
Además, en un intento de despejar las dudas generadas dentro de la opinión pública local, Trump aclaró que, para llevar adelante su idea, como el territorio le sería entregado por Israel, no haría falta una intervención militar. “¡No se necesitarían soldados de Estados Unidos!”, agregó.
Dentro de la comunidad internacional, el único país que le está siguiendo el juego a Trump es Israel, aunque con muchos reparos, porque, más allá de que la idea de que los palestinos no estén en Gaza le resulta atractiva a buena parte de la población -algunas encuestas indican que el 70% de los israelíes están de acuerdo con la iniciativa- tienen claro que llevar esa idea adelante tiene poco apego a la realidad.
De todas maneras, este jueves el ministro de Defensa del gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu, Israel Katz, ordenó al ejército la preparación de un plan para permitir la “salida voluntaria de la población de Gaza”.
“Se debe permitir al pueblo de Gaza disfrutar de la libertad de movimiento y de la libertad de inmigrar, como es costumbre en todo el mundo. Quien lo desee puede partir hacia cualquier país dispuesto a aceptarlos”, expresó Katz.
Pero el ministro del gobierno de Netanyahu no se quedó ahí, sino que dijo que países que criticaron en numerosas ocasiones el accionar de las fuerzas de Israel en Gaza deberían acoger a los palestinos. Katz mencionó puntualmente a España, Noruega e Irlanda.
“Su hipocresía quedará expuesta si se niegan a hacerlo”, dijo Katz en un comunicado, consignado por la cadena estadounidense National Public Radio.
Pero los dichos del funcionario israelí fueron rápidamente respondidos. Desde Madrid, el ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, expresó que su país “toma sus propias decisiones y ningún tercero debería decirle qué hacer”, agregando que Gaza debe ser parte de un futuro Estado palestino.
Paralelamente, otros gobiernos siguen dejando claro su rechazo a la propuesta de Trump.
El jueves, durante una conversación telefónica, el presidente francés, Emmanuel Macron, y su homólogo egipcio, Abdel Fattah al-Sissi, coincidieron en que cualquier desplazamiento de la población de Gaza sería una grave violación del derecho internacional e impediría una solución de dos Estados.
Además, Jordania, uno de los países que Trump había señalado inicialmente como receptores de los palestinos de Gaza, remarcó que el plan del estadounidense sembrará el caos en todo Medio Oriente.
Según altos funcionarios jordanos citados por el diario israelí Haaretz, la semana que viene, cuando visite a Trump en Washington, el rey de Jordania, Abdullah II, le planteará de manera enfática su negativa a cualquier reubicación de los palestinos fuera de sus territorios.
Mientras tanto, el jueves, el austríaco Volker Turk, jefe de derechos humanos de las Naciones Unidas, dijo que la propuesta de Trump de “tomar el control” de Gaza y sacar a los palestinos del territorio devastado por la guerra sería ilegal según el derecho internacional.
“El derecho a la autodeterminación es un principio fundamental del derecho internacional y debe ser protegido por todos los Estados, como recientemente destacó nuevamente la Corte Internacional de Justicia”, dijo Turk, quien agregó: “Cualquier traslado forzoso o deportación de personas desde territorio ocupado está estrictamente prohibido”.