El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, amenazó este miércoles nuevamente con que anexionará partes de la Franja de Gaza si la organización islamista Hamas no libera de manera inmediata a los 59 rehenes que todavía tiene en su poder, 23 de los cuales están con vida.

“Cuanto más persista Hamas en su negativa a liberar a nuestros rehenes, más fuerte será la represión que ejerceremos”, declaró Netanyahu en una comparecencia en el Parlamento, que fue interrumpida en algunos momentos por los gritos hostiles que dirigieron contra el mandatario algunos legisladores de sectores de la oposición.

“Se lo digo a mis colegas de la Knéset [Parlamento] y también a Hamas: esto incluye la confiscación de territorios, junto con otras medidas que no detallaré aquí”, agregó Netanyahu.

Mientras esto sucedía en Jerusalén, varias zonas de la Franja de Gaza estaban siendo bombardeadas por las fuerzas israelíes. Los ataques de este miércoles costaron la vida al menos de 13 personas.

Con base en fuentes palestinas, la cadena qatarí Al Jazeera detalló que los ataques fueron realizados con drones contra campos de refugiados en la zona central del enclave. En total, en las últimas 24 horas los palestinos asesinados por el fuego israelí fueron 39, totalizando 830 desde que Israel rompió la tregua de manera unilateral el 18 de marzo.

Este miércoles, al igual que había sucedido en las jornadas anteriores, el ejército israelí ordenó la evacuación de algunas zonas de Gaza, por lo que la población una vez más debió cargar sus bienes y partir hacia zonas supuestamente seguras, aunque ningún lugar lo es dentro del reducido territorio palestino que limita con el mar Mediterráneo.

Según informó la oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés), desde que hace una semana Israel reanudó los ataques, al menos 142.000 ciudadanos palestinos tuvieron que dejar de manera forzosa sus hogares, en la mayor parte de los casos viviendas parcialmente destruidas o carpas.

“Huyendo con unas pocas pertenencias personales, muchas personas ahora permanecen en las calles, con una necesidad desesperada de comida, agua potable y artículos esenciales para refugiarse”, declaró la OCHA en un comunicado emitido en la noche del martes.

En paralelo, en los dos últimos días hubo en Gaza manifestaciones en contra de Hamas y exigiendo el final de la guerra.

Las manifestaciones, que comenzaron en la ciudad de Beit Lahia, situada en el norte del territorio gazatí, son organizadas por militantes de Fatah, el partido palestino que gobierna en Cisjordania y que fue desplazado del poder en Gaza de manera violenta por Hamas en 2007, en el marco de la feroz disputa interna de las dos organizaciones.

“Hamas no tiene nada más que ofrecer; nada que garantice siquiera nuestra supervivencia básica”, le dijo uno de los manifestantes al diario israelí Haaretz.

Estas expresiones de descontento, que son pequeñas pero muy significativas, impensadas en otros momentos por el temor a las represalias, son posibles en la actualidad debido al repliegue de buena parte de los militantes de Hamas, quienes en su mayoría están viviendo en las decenas de túneles distribuidos por todo el subsuelo de Gaza, lugares a los que las fuerzas israelíes únicamente pueden acceder de manera parcial.

Más allá de que estas manifestaciones contra Hamas son celebradas por algunos funcionarios del gobierno de Israel, los movilizados también protestan contra las incesantes agresiones israelíes y piden el final de la guerra.

Lo cierto es que el poder de Hamas es cada vez menor y eso quedó demostrado en una declaración que este miércoles hizo un funcionario de la organización, Basem Naim, quien declaró que las negociaciones de alto el fuego con los mediadores continúan. Esto había sido negado horas antes por fuentes egipcias, que expresaron a Al-Araby Al-Jadeed, una cadena de noticias panárabe con sede en Londres, que las conversaciones se habían estancado.