Este lunes, el gobierno israelí le hizo una contrapropuesta a Hamas para poder retomar las negociaciones tendientes a terminar con la guerra en la Franja de Gaza.
Durante el fin de semana, la organización islamista que gobierna el enclave palestino había trasladado mediante sus mediadores egipcios una propuesta al Ejecutivo del primer ministro, Benjamin Netanyahu, que consistía en liberar a cinco rehenes vivos a cambio de 50 días de tregua.
La respuesta, de acuerdo a lo que informó el portal israelí Ynet, fue exigir la liberación de 11 rehenes como primer paso para un alto el fuego de 40 días. De acuerdo con la propuesta israelí, en el quinto día de la tregua, Hamas tendrá la obligación de proporcionar una lista de nombres con información precisa sobre todos los secuestrados, vivos y muertos. Diez días después del inicio del alto el fuego, Hamas deberá entregar los cadáveres de 16 personas, la mitad del número de víctimas que tiene.
Durante el alto el fuego de 40 días, habrá conversaciones sobre la segunda etapa del acuerdo, en la que se hablará sobre una eventual retirada de las fuerzas israelíes de Gaza y del final de la guerra.
Pero también este lunes, de acuerdo a lo que informó el portal estadounidense Axios con base en declaraciones de un funcionario del gobierno israelí, trascendió que el gobierno de Netanyahu pretende ampliar su operación terrestre en Gaza hasta ocupar el 25% del territorio palestino en dos o tres semanas, para presionar a Hamas a que libere a todos los rehenes que tiene en su poder, que en total son 59, de los cuales se estima que 24 están con vida.
“El funcionario israelí afirmó que la operación terrestre forma parte de una campaña de ‘máxima presión’ destinada a obligar a Hamas a liberar a más rehenes”, informó Axios. “Pero la reocupación podría ir más allá de los objetivos declarados de Israel en la guerra y servir de pretexto para presionar a los palestinos a abandonar Gaza”, agregó el medio estadounidense.
La jornada de este lunes en la Franja de Gaza estuvo signada por una orden de evacuación masiva ordenada por los israelíes a los pobladores de la ciudad de Rafah, situada en el extremo sur del territorio gazatí, junto a la frontera con Egipto.
El portavoz militar del ejército israelí en lengua árabe, Avichay Adraee, anunció en X el lunes de mañana que el ejército regresaba para combatir con gran fuerza en Rafah, una de las ciudades más grandes de Gaza, y sus alrededores.
En su mensaje, el vocero israelí instó a los palestinos a refugiarse de inmediato en Al-Mawasi, situada sobre la costa del mar Mediterráneo. Esta zona fue atacada regularmente por Israel durante la guerra en Gaza, a pesar de haber sido designada como “zona segura”.
Poco después de la orden de evacuación, la cadena qatarí Al Jazeera informó que al menos dos personas habían sido asesinadas durante un ataque israelí contra una carpa que albergaba a personas desplazadas en la zona.
La situación en Rafah provocó una rotunda reacción del director de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo, el suizo Philippe Lazzarini.
“Las autoridades israelíes emitieron hoy nuevas órdenes de desplazamiento forzado en Rafah que afectan a más de 140.000 personas”, declaró Lazzarini en su cuenta de X.
“¿A dónde se supone que debe desplazarse la gente? A diferencia de otros conflictos, donde la población puede encontrar seguridad, Gaza está siendo bombardeada por completo. Está aislada como una jaula, con las fronteras cerradas y sin acceso a productos básicos”, agregó el funcionario.
“Dos millones de personas, la mitad de ellas niños, viven allí. ¿Cómo se permite esto, bajo la mirada del mundo entero, sin ningún tipo de control?”, se preguntó Lazzarini, quien calificó la actual ofensiva israelí en la Franja de Gaza como “uno de los momentos más oscuros para nuestra humanidad”.