Este martes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio el primer discurso de su segundo mandato ante el Congreso, en el que se abocó a defender las medidas tomadas en sus primeros 43 días de gobierno y a exponer las prioridades de este.

“Hace seis semanas me paré bajo la cúpula de este Capitolio y proclamé el amanecer de la Edad de Oro de América. Desde ese momento no ha habido más que una acción rápida e implacable para marcar el comienzo de la mayor y más exitosa era de la historia de nuestro país”, afirmó Trump al iniciar su discurso, y agregó: “Hemos logrado más en 43 días que la mayoría de las administraciones en cuatro u ocho años, y no hemos hecho más que empezar”.

El presidente remarcó la amplitud de su victoria electoral y apuntó: “El pueblo me eligió para hacer este trabajo, y lo estoy haciendo”. Desde su asunción el 20 de enero, Trump ha firmado casi 100 decretos y más de 400 medidas ejecutivas, medidas que, considera, han restablecido “el sentido común, la seguridad, el optimismo y la riqueza en todo nuestro maravilloso país”.

Trump, ante un Congreso dividido entre republicanos que lo aplaudieron y demócratas que guardaron silencio, se refirió a su predecesor, Joe Biden, como “el peor presidente de la historia de Estados Unidos” y lamentó que no hay “nada que pueda hacer” para que sus opositores “se pongan de pie, sonrían o aplaudan”: “Podría encontrar una cura para la enfermedad más devastadora, una enfermedad que acabaría con naciones enteras, o anunciar las respuestas a la mayor economía de la historia, o la detención de la delincuencia a los niveles más bajos jamás registrados, y estas personas sentadas aquí mismo no aplaudirán”, dijo Trump.

Trump sobre sus medidas contra la inmigración: “Oyeron mis palabras y decidieron no venir; así es mucho más fácil”

Trump se refirió a la declaración de emergencia nacional en la frontera sur, que firmó en sus primeras horas de mandato y a raíz de la cual se desplegó al ejército estadounidense y la Patrulla Fronteriza para “repeler la invasión de nuestro país”.

Afirmó que, como resultado, “los cruces ilegales de la frontera el mes pasado fueron los más bajos jamás registrados. Oyeron mis palabras y decidieron no venir; así es mucho más fácil”. Al respecto, aseguró que en el gobierno de Biden “hubo cientos de miles de cruces ilegales al mes y prácticamente todos ellos fueron liberados en nuestro país”.

“Joe Biden no se limitó a abrir nuestras fronteras, sino que voló sobre ellas con extranjeros ilegales para desbordar nuestras escuelas, hospitales y comunidades de todo el país”, aseguró Trump, y se refirió al caso de una niña de 12 años asesinada en Houston por miembros del grupo criminal venezolano Tren de Aragua, “monstruos extranjeros ilegales de Venezuela, liberados en América por las ridículas políticas de fronteras abiertas de la última administración”, aseveró.

A propósito, mencionó su medida de catalogar a la banda venezolana, junto con la Mara Salvatrucha y los cárteles mexicanos, como organizaciones terroristas extranjeras, y dijo que las “autoridades mexicanas, debido a las políticas arancelarias que les imponemos, entregaron a 29 de los mayores líderes de los cárteles de su país”, pero llamó a México y Canadá a hacer “mucho más de lo que han hecho”: “Tienen que detener el fentanilo y las drogas que entran en Estados Unidos. Van a detenerlo”, afirmó.

“Nuestro país ha dejado de ser woke”

“Hemos acabado con la tiranía de las llamadas políticas de diversidad, equidad e inclusión en todo el gobierno federal y, de hecho, en el sector privado y en nuestro ejército”, destacó Trump y celebró que Estados Unidos “ha dejado de ser woke”.

Además, repasó la orden firmada para que en la política oficial del gobierno de los estados haya sólo dos géneros: masculino y femenino, y la prohibición de que los hombres practiquen deportes considerados femeninos.

“Es sólo una pequeña parte de la revolución del sentido común que ahora, gracias a nosotros, está barriendo el mundo entero. El sentido común se ha convertido en un tema común, y nunca volveremos atrás. Jamás. Nunca dejaré que eso ocurra”, aseveró Trump sobre sus primeras medidas contra la diversidad sexual en Estados Unidos.

Reducir el costo del Estado y de la energía para luchar contra la inflación

En cuanto a la situación económica, Trump afirmó que su gobierno heredó “de la última administración una catástrofe económica y una pesadilla de inflación” y, particularmente, “Biden dejó que el precio de los huevos se saliera de control”. El precio de los huevos en Estados Unidos ha aumentado en el último tiempo, producto de las medidas adoptadas para detener un brote de gripe aviar. De acuerdo a CNN, en enero la docena de huevos tuvo un precio promedio de casi cinco dólares.

“El precio de los huevos está fuera de control, y estamos trabajando duro para bajarlo”, afirmó Trump.

También, “para combatir aún más la inflación”, Trump aseguró que terminarán “con el flagrante desperdicio de dólares de los contribuyentes” a través del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por su siglas en inglés), liderado por el magnate tecnológico Elon Musk, a quien le agradeció por su “trabajo duro”.

Trump enumeró “algunos de los desperdicios escandalosos” que han identificado: “22.000 millones de dólares del Departamento de Salud y Servicios Humanos para proporcionar vivienda y autos gratis a los extranjeros ilegales; 45 millones de dólares para becas de diversidad, equidad e inclusión en Birmania; 40 millones de dólares para mejorar la inclusión social y económica de inmigrantes sedentarios -nadie sabe qué es eso-; ocho millones de dólares para promover iniciativas LGBTQI+ en la nación africana de Lesoto, y 60 millones de dólares para el empoderamiento de los pueblos indígenas y afrocolombianos en Centroamérica”, entre otros.

El presidente sostuvo que otro de los enfoques importantes de su “lucha para derrotar la inflación” es reducir el costo de la energía. En este punto, volvió a cuestionar a Biden porque su administración “redujo el número de nuevos arrendamientos de petróleo y gas en un 95%, detuvo la construcción de tuberías y cerró más de 100 plantas de energía”, que su gobierno está reabriendo.

También mencionó que su gobierno trabaja en la concreción de un “gigantesco gasoducto de gas natural en Alaska, uno de los más grandes del mundo”, para el cual Japón, Corea del Sur y otras naciones han manifestado que quieren ser “socios con inversiones de billones de dólares cada una”. Adelantó que esta semana tomará “medidas históricas para expandir dramáticamente la producción de minerales críticos” en Estados Unidos.

Guerra arancelaria

“Si no hacés tu producto en Estados Unidos, bajo la administración Trump, pagarás un arancel, y en algunos casos uno bastante grande”, sostuvo el presidente al referirse a una de las principales políticas de su gobierno para poner a “América primero”. “Otros países han utilizado aranceles contra nosotros durante décadas, y ahora nos toca a nosotros empezar a utilizarlos contra esos otros países”, agregó.

Anunció aranceles recíprocos para “cualquier arancel que nos impongan otros países” y una deducción del 100% a los impuestos sobre la industria nacional.

Se refirió a los aranceles impuestos sobre México y Canadá y afirmó que tienen “déficits muy grandes con ambos”; además “han permitido que el fentanilo entre a nuestro país” y reciben subsidios de cientos de miles de millones de dólares.

“Se trata de proteger el alma de nuestro país. Los aranceles tratan de hacer que Estados Unidos vuelva a ser rico y de hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande. Y está sucediendo, y sucederá bastante rápido”, aseguró.

A pocos días del tenso encuentro en la Casa Blanca con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, en el cierre de su discurso, Trump leyó una carta de su par: “La carta dice: ‘Ucrania está dispuesta a sentarse a la mesa de negociaciones lo antes posible para acercar una paz duradera’. Nadie quiere la paz más que los ucranianos, decía”. “Mi equipo y yo estamos dispuestos a trabajar bajo el firme liderazgo del presidente Trump para conseguir una paz duradera”, escribió Zelenski en su carta.

“Es hora de detener esta locura. Es hora de detener la matanza. Es hora de poner fin a esta guerra sin sentido”, afirmó Trump y criticó el dinero puesto por Biden en la guerra.