El gobierno de México anunció que tiene motivos para poner en duda el triunfo de Daniel Noboa en las elecciones del domingo en Ecuador y que no está dispuesto a normalizar las relaciones mientras ese dirigente siga en la presidencia.
Las relaciones entre los dos países sufrieron un quiebre en abril de 2024, cuando las autoridades ecuatorianas allanaron la embajada mexicana en Quito.
Funcionarios uniformados ingresaron de noche y por la fuerza para detener al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, acusado de corrupción, que se había refugiado en esa sede diplomática alegando que era víctima de persecución política.
Noboa “fue responsable de la invasión de la embajada de México en Ecuador”, recordó la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum.
Además, la dirigente cuestionó la segunda vuelta de las presidenciales ecuatorianas, en las que, contra lo que indicaban las encuestas, los resultados oficiales dieron la victoria a Noboa con 55,6% de los votos y una ventaja de más de 11% sobre su rival, la correísta Luisa González.
Esta dirigente dijo que su partido, Revolución Ciudadana, “siempre ha reconocido” las derrotas, pero esta vez no reconocía los resultados.
“Vamos a pedir el reconteo y que se abran las urnas”, dijo al publicarse los porcentajes. “Ecuador está viviendo una dictadura y el fraude más grotesco de su historia”, denunció.
A estas declaraciones se refirió Sheinbaum.
“La otra candidata está diciendo que hubo un fraude, entonces de nuestra parte no van a reanudarse las relaciones con Ecuador. No hay condiciones para que eso ocurriera y, para empezar, tienen a una persona presa que estaba dentro de la embajada”, dijo en referencia a Glas.
“No se van a reanudar las relaciones y, además, fue muy dudoso su triunfo”, dijo Sheinbaum. Destacó que “la OEA dice ‘sí ganó Noboa, pero no fue justa la contienda’”.
Si bien las misiones electorales de la Unión Europea y de la Organización de Estados Americanos (OEA) reconocieron los resultados, esta última presentó varios cuestionamientos al contexto en que se desarrolló la segunda vuelta.
En un informe preliminar, la misión de la OEA “observó con preocupación que el proceso electoral estuvo marcado por condiciones de inequidad durante la campaña, así como por indicios sobre el uso indebido de recursos públicos y del aparato estatal con fines proselitistas”. Señaló que “estas prácticas afectan la competencia en la contienda y erosionan la confianza ciudadana en las instituciones democráticas”.
La misión informó que después de la primera vuelta, en sus reuniones con varios actores políticos, estos le manifestaron que Noboa debía pedir licencia sin goce de sueldo en su cargo de presidente para dedicarse a la campaña, como lo establece el artículo 93 del Código de la Democracia. De ese modo, se busca “garantizar condiciones de mayor equidad en los procesos electorales”, y así lo hicieron otros presidentes que se postularon a la reelección.
Sin embargo, la oficina de la Presidencia de la República argumentó que una sentencia de la Corte Constitucional exceptúa de esa norma a quienes fueron electos para completar el mandato de otro presidente. Ese es el caso de Noboa, que terminó el período de gobierno de Guillermo Lasso.
En su cuenta de X, Luisa González divulgó un video en el que el diplomático y político chileno Heraldo Muñoz, jefe de la misión electoral de la OEA, presenta un segundo informe preliminar del organismo y señala “temas urgentes y prácticas a remediar en el futuro”: la falta de claridad en la solicitud de licencias para hacer campaña, el uso de recursos públicos y la celebración de elecciones bajo estado de excepción.
El informe de la OEA señala que “el 12 de abril, a sólo 24 horas de los comicios”, Noboa decretó el estado de excepción en varias provincias por la violencia que sufre el país y dispuso “la restricción de la libertad de tránsito, todos los días”, de 22.00 a 5.00.
La oposición denunció que el toque de queda, acompañado por “la suspensión del derecho a la inviolabilidad de domicilio, de correspondencia, libertad de reunión”, limitarían “de manera sustantiva su trabajo de control electoral”. Sin embargo, la OEA comunicó que no recibió denuncias al respecto.
Quien sí hizo una denuncia pública este miércoles fue Diego Borja, el candidato a la vicepresidencia por Revolución Ciudadana.
En su cuenta de X dijo que cuando se disponía a viajar a Colombia “para pasar en este país el feriado de Semana Santa”, le retiraron la cédula de identidad y lo retuvieron, “en un hecho tan insólito como ilegal”.
“Sin ninguna orden judicial, sin mediar explicación alguna y con absoluta prepotencia, intentaron arrebatarme la libertad”, dijo. Agregó que su única “falta” fue integrar la fórmula opositora.