La ministra de la Secretaría de Relaciones Institucionales de Brasil, Gleisi Hoffmann, afirmó que el campo progresista no tiene otro nombre que el del presidente Luiz Inácio Lula da Silva para enfrentar y derrotar a la extrema derecha en las elecciones presidenciales que se celebrarán el año que viene.
“En la izquierda, para competir y ganar contra la extrema derecha, no veo a nadie más que a Lula. Obviamente, cuanta más edad tenga es más difícil”, declaró Hoffmann, quien también es la presidenta a nivel nacional del Partido de los Trabajadores (PT), durante una entrevista en TV Globo, consignada por el portal Brasil 247.
La dirigente dijo que, si bien el PT cuenta con líderes políticos relevantes, ninguno tiene actualmente la fuerza popular necesaria para enfrentar y derrotar al bolsonarismo. “El PT y la izquierda tienen cuadros políticos, pero no con huella popular, con condiciones para emprender la lucha y con condiciones para ganar”, explicó Hoffmann.
La ministra también comentó las articulaciones políticas que el gobierno viene haciendo con partidos de centro y de derecha tradicional, como Unión Brasil, el Movimiento Democrático Brasileño, el Partido Social Democrático, el partido Progresistas y Republicanos.
La presidenta del PT explicó que tales alianzas fueron estratégicas para aislar al bolsonarismo y garantizar el apoyo en el Congreso para el actual gobierno. “Tuvimos que llegar a un acuerdo para gobernar y trajimos a la derecha al gobierno. Eso sirvió para aislar a la extrema derecha, al bolsonarismo”, dijo.
Según ella, la entrada de estos partidos al gobierno, como es natural, exigió ciertas concesiones, pero no ha inviabilizado programas importantes. “Obviamente esto significa que mediamos posiciones, pero no dejamos de hacer programas importantes”, concluyó Hoffmann.
El tema de su eventual candidatura a la presidencia había sido abordado por Lula en una entrevista con la cadena CNN en noviembre del año pasado.
Consultado en ese momento sobre si iba a postularse o no en las próximas elecciones, dijo que sólo “pensará en 2026 en 2026” y no confirmó ni negó que vaya a buscar un nuevo mandato. “Dejaré 2026 para pensar en 2026. Hay varios partidos que me apoyan y discutiré esto [la reelección] con mucha sobriedad y seriedad”, afirmó.
Cuando se le preguntó sobre su edad –Lula tiene ahora 79 años; al finalizar un nuevo mandato, en 2030, tendría 85–, el presidente afirmó que “gobernar no es como jugar al fútbol”. “Gobernar no es como hacer deporte. No es el problema de la juventud el que resolverá los problemas de la gobernabilidad. Lo que solucionará el problema de la gobernanza es la competencia del gobernante, el compromiso, la cabeza, la salud [del gobernante]”, afirmó.
“Si llega el momento y los partidos entienden que no hay otro candidato para enfrentarse a una persona de extrema derecha –que es un negacionista, que no cree en la medicina ni en la ciencia–, obviamente, estaré dispuesto a enfrentarlo”, expresó el dirigente.