La ofensiva en la Franja de Gaza, que Israel intensificó en las últimas semanas y desde entonces ha matado decenas de personas por día, terminará con la toma del control de ese territorio palestino para aplicar el plan de presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. La operación Carros de Gedeón tiene como objetivo “completar la guerra, la obra” en Gaza, dijo.

“Nuestras fuerzas están ganando cada vez más terreno para limpiarlo de terroristas y de la infraestructura terrorista de Hamas”, dijo Netanyahu, según citó The Times of Israel. El primer ministro agregó, en una conferencia de prensa, que al final de esta ofensiva militar, “todos los territorios de Gaza estarán bajo el control de la seguridad israelí y Hamas será derrotado por completo” y “desmilitarizado”.

Para ese momento, agregó, Israel aplicará el “plan Trump”, un “plan tan correcto, tan revolucionario, que dice algo simple: los residentes de Gaza que quieran salir podrán salir” de ese territorio.

Durante este proceso, Israel se propone desplazar a los más de dos millones de habitantes que viven en la Franja de Gaza hacia el sur del territorio, donde recibirán ayuda humanitaria. Varias agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) han advertido que el desplazamiento forzado de una población es contrario al derecho internacional y que desde hace días los habitantes de Gaza, que dependen por completo de la ayuda internacional, no la están recibiendo.

La ONU incluso ratificó este miércoles que ningún insumo contenido en los apenas cinco camiones con ayuda humanitaria que entraron a la Franja de Gaza el lunes, ni de los 93 que fueron habilitados por Israel a ingresar el martes, llegó a la población.

El portavoz de la secretaría general de la ONU, Stéphane Dujarric, informó este miércoles: “Hasta ahora, ninguno de los suministros ha podido salir de la zona de descarga de Kerem Shalom. Y esto porque ayer [el martes] por la noche las autoridades israelíes sólo autorizaron a nuestros equipos a pasar por una zona muy congestionada y sentimos que era inseguro, [un lugar] con alto riesgo de saqueos”.

Netanyahu se refirió a un plan de tres fases para la entrega de ayuda humanitaria a los gazatíes. Dijo que actualmente se aplica la fase A, que consiste en el “ingreso inmediato de alimentos básicos a Gaza para evitar una crisis humanitaria y permitir la continuación de los combates”. En los próximos días se pasará a la fase B, en la que se prevé la “apertura de puntos de distribución de alimentos por empresas estadounidenses, que serán protegidos por el Ejército”.

También este aspecto del plan ha sido cuestionado por organizaciones humanitarias que trabajan en Gaza y que señalan que obligará a los habitantes, incluso a personas heridas, ancianas o enfermas, a desplazarse una vez más y adentrarse en zonas militarizadas, donde corren riesgo, para poder comer. Además, se utilizarán registros con escáneres faciales para determinar si una persona es “elegible” para recibir comida y otros insumos.

A todo esto, seguiría la fase C del plan, que comprende desplazar a la población de Gaza hacia el sur, en un territorio bajo control israelí, “libre de Hamas”. “En esta zona, que estará totalmente libre de Hamas, los residentes de Gaza recibirán ayuda humanitaria completa”, dijo el primer ministro.

En su discurso, Netanyahu reconoció que Israel permitió que desde 2018 se transfirieran fondos desde Qatar al movimiento islamista palestino Hamas, al que ahora se propone erradicar. El objetivo de esa acción era debilitar a la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que cuenta con reconocimiento internacional y que lucha por establecer un Estado palestino.

“La política que condujo a permitir a Qatar transferir dinero a Gaza fue aceptada por unanimidad por el gabinete de seguridad”, dijo Netanyahu, según citó la agencia de noticias Efe. “¿Por qué se hizo? Porque queríamos mantener divididos a Hamas y la ANP”, dijo el primer ministro.

De acuerdo con la agencia, el Shin Bet, el servicio de inteligencia interior israelí, denunció en su momento que Qatar enviaba cada mes 30 millones de dólares a Gaza que terminaban en manos del brazo armado de Hamas, con el visto bueno del gobierno israelí. Pero Netanyahu lo negó en noviembre de 2023 y dijo que esas acusaciones contra su gobierno eran “ridículas”.

Netanyahu dijo que está listo para llegar al fin de la guerra “bajo condiciones claras que garanticen la seguridad de Israel: que todos los rehenes regresen a casa, que Hamas deponga las armas y abandone el poder, que sus líderes sean exiliados de la Franja... [que] Gaza esté totalmente desarmada y que implementemos el plan de Trump”.