La Primera Sala del Supremo Tribunal Federal (STF) comenzó a interrogar este lunes a los principales acusados por su participación en el supuesto intento de golpe de Estado para mantener al expresidente Jair Bolsonaro en el poder después de las elecciones de 2022.

El primero en ser escuchado por el ministro Alexandre de Moraes, del STF, fue el exayudante de campo de Bolsonaro, el teniente coronel Mauro Cid, quien informó sobre el supuesto intento de golpe.

De acuerdo con lo que informó la revista Carta Capital, el militar, quien desde que fue detenido accedió a colaborar como delator en la investigación, confirmó a Moraes que Bolsonaro leyó el borrador del golpe y lo editó, manteniendo únicamente a Moraes como prisionero. “Editó el documento, eliminando las detenciones. Sólo usted [Moraes] sería arrestado”, expresó Cid, quien antes del interrogatorio tuvo un encuentro cara a cara con Bolsonaro, con quien mantuvo una estrecha relación durante gran parte de su gobierno.

El portal Metrópoles consignó que, en ese momento, el expresidente sonrió y saludó cordialmente a su exayudante, quien parecía avergonzado. En su declaración, Cid, visiblemente nervioso y tartamudeando, confirmó a Moraes los términos del acuerdo de culpabilidad y negó haber sido coaccionado en sus declaraciones.

Al explicarle a Moraes cómo funcionaba el plan, Cid enfatizó que no existía una organización centralizada. “Los grupos no estaban organizados. Cada uno tenía su propia idea. No había organización ni reuniones. No eran grupos organizados que acudieran al presidente. Eran personas que aportaban ideas. Había desde los más conservadores hasta los más radicales”, declaró.

Mauro Cid continuó dando detalles sobre los hechos. Primero respondió a las preguntas de Moraes. Luego fue escuchado por el ministro Luiz Fux y después respondió las preguntas del fiscal general de la República, Paulo Gonet. En sus respuestas, el exayudante de campo enfatizó que el borrador del golpe era un documento “muy mal redactado” y también destacó que el excomandante de la Armada Almir Garnier “era uno de los más radicales”.

Además del expresidente Bolsonaro, el núcleo de la trama golpista tiene otros siete miembros. La división en grupos se hizo según el tipo de participación de cada grupo de acusados. Tras la declaración de Cid, los otros siete comparecerán por orden alfabético, tomando en cuenta el nombre de pila, hasta el viernes, fecha límite para la conclusión del procedimiento. Los acusados podrán optar por guardar silencio o responder las preguntas que se les hagan.

Además de Cid y Bolsonaro, que se estima que comenzará a declarar este martes y lo hará también el miércoles, los otros citados a declarar son Alexandre Ramagem, exdirector de la Agencia Brasileña de Inteligencia; Almir Garnier Santos, excomandante de la Marina; Anderson Torres, exministro de Justicia y exsecretario de Seguridad del Distrito Federal; Augusto Heleno, exministro del Gabinete de Seguridad Institucional; Paulo Sérgio Nogueira, exministro de Defensa; y Walter Souza Braga Netto, exministro de la Casa Civil, quien será interrogado de manera virtual porque se encuentra detenido en Río de Janeiro.

Los ocho acusados son juzgados por los delitos de organización criminal armada, intento de abolición violenta del Estado Democrático de Derecho, golpe de Estado, daños causados por violencia y grave amenaza al patrimonio de la Unión, y daños a bienes declarados.

Según la dinámica establecida, a la hora de declarar, el acusado se pone de pie, se sienta en el estrado central, frente a los ministros de la Primera Cámara, con su abogado a su lado, y, al terminar su intervención, regresa a su lugar. La Primera Cámara del STF está integrada por los ministros Alexandre de Moraes, Flávio Dino, Luiz Fux, Carmen Lúcia y Cristiano Zanin.

Los abogados del expresidente Jair Bolsonaro intentaron suspender la audiencia de este lunes, pero la solicitud fue denegada por el ministro Alexandre de Moraes. La defensa del expresidente argumentó que no hubo pleno acceso a las pruebas y que Bolsonaro sólo debía ser interrogado después de que los testigos declararan.