Las manifestaciones callejeras que comenzaron la semana pasada en Los Ángeles en protesta contra las razias contra los migrantes implementadas por integrantes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) se intensificaron y se expandieron a otras ciudades del país.
Mientras el presidente Donald Trump y el secretario de Defensa, Pete Hegseth, redoblaron la apuesta por la represión autorizando el despliegue de unos 700 marines y miles de efectivos de la Guardia Nacional en Los Ángeles, miles de personas en todo el país participaron el martes en al menos 25 manifestaciones en San Francisco, Nueva York, Chicago, Filadelfia y otras grandes urbes del país, movilizaciones que terminaron con varios arrestos y que se repitieron este miércoles.
En un clima de polarización inusual, centrado en la ofensiva de Trump contra estados tradicionalmente demócratas, el mandatario se jactó en un mensaje en Truth de haber mandado más fuerzas militares a Los Ángeles.
“Si nuestras tropas no hubieran ido a Los Ángeles, estaría en llamas ahora mismo, al igual que muchas de sus viviendas se quemaron. ¡La gente de Los Ángeles tiene mucha suerte de que haya tomado la decisión de ir y ayudar!”, expresó el líder republicano este miércoles.
Uno de los principales adversarios del presidente en esta lucha es el gobernador de California, Gavin Newsom, importante figura del Partido Demócrata, quien en un discurso que dio en la noche del miércoles condenó a Trump por “atacar indiscriminadamente a familias inmigrantes trabajadoras” y militarizar las calles de Los Ángeles, relatando cómo en los últimos días agentes del ICE habían arrestado, entre otras personas, a una ciudadana estadounidense embarazada de nueve meses que estaba en la puerta de un supermercado.
“Eso es sólo debilidad disfrazada de fuerza”, dijo el gobernador. “Si algunos de nosotros pueden ser secuestrados de las calles sin una orden judicial basándose únicamente en la sospecha o el color de piel, entonces ninguno de nosotros está a salvo. Los regímenes autoritarios empiezan por atacar a las personas con menos capacidad de defensa. Pero no se detienen ahí”, expresó Newson.
El líder californiano, potencial candidato demócrata a la presidencia en las elecciones de 2028, advirtió que Trump no se detendría en California y alentó a la gente a plantarle cara al presidente. “Lo que más desea Donald Trump es su lealtad, su silencio, su complicidad en este momento. No se rindan ante él”, expresó Newson en tono desafiante.
De acuerdo a lo que informó la cadena NBC, este miércoles, efectivos del ICE estaban prontos para desplegar agentes tácticos en varias ciudades estadounidenses gobernadas por demócratas. En este sentido, la alcaldesa de Los Ángeles, la también demócrata Karen Bass, acusó a Trump de estar usando su ciudad como “experimento” para ver hasta dónde puede llegar su poder como presidente por encima de los gobiernos locales.
Esta idea no es para nada descabellada, sino más bien todo lo contrario. Los aliados de Trump –dentro de su universo de seguidores fieles a los postulados del movimiento político que se sitúa bajo el paraguas del Make America Great Again (MAGA)– ven las protestas de Los Ángeles como una oportunidad única para reescribir las reglas de enfrentamiento con sus opositores, “apelando al uso de la fuerza militar”.
Con la expansión de las protestas a otras ciudades, la lista de demandas de los militantes trumpistas y de los dirigentes republicanos más extremistas crece.
Además del despliegue militar, exigen el arresto de demócratas y la expulsión no sólo de migrantes sin documentación legal para vivir en el país, sino incluso la de residentes legales que se opongan a la represión.
También muchos exigen a Trump que invoque la Ley de Insurrección para autorizar a las tropas a participar en actividades policiales y redadas migratorias, una medida que todavía no tomó, informó el portal Axios.
Una de las voces que reaparecieron por estos días es la del estratega político ultraderechista Steve Bannon, quien en su podcast War Room dijo: “La única manera de ganar es redoblar y triplicar los esfuerzos. Los medios de comunicación, el aparato de izquierda y el Estado profundo que gobiernan este país quieren que cedamos”.