Este jueves, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, visitará a la exmandataria Cristina Fernández en el apartamento ubicado en el barrio Constitución, en la ciudad de Buenos Aires, en el que la dirigente peronista está cumpliendo la pena de seis años de prisión que le dictó la Justicia en el marco de la causa denominada Vialidad.
Lula llegó en la tarde del miércoles a la capital argentina con motivo de la cumbre del Mercosur que se realizará este jueves, instancia en la que asumirá la presidencia temporal del bloque. De acuerdo con lo que informaron desde la presidencia brasileña, permanecerá menos de un día en Buenos Aires, ya que volverá a Brasilia poco después del mediodía.
De todas maneras, el líder brasileño ya había manifestado su voluntad de visitar a Fernández. Tras confirmarse la sentencia, el 10 de junio, Lula llamó por teléfono a la dirigente política argentina, a quien le expresó su solidaridad.
“Le hablé de la importancia de mantenerse fuerte en estos momentos difíciles. Observé con satisfacción la serenidad y determinación con la que Cristina afronta esta situación adversa” escribió en ese momento el presidente brasileño en su cuenta de X, haciendo referencia a su propia experiencia.
Lula estuvo preso 580 días, entre abril de 2018 y noviembre de 2019, en una dependencia policial de la ciudad de Curitiba, capital del estado de Paraná.
Cristina Fernández no visitó a Lula mientras estuvo preso, pero sí lo hizo el entonces candidato presidencial Alberto Fernández en mayo de 2019, por lo que el líder del Partido de los Trabajadores entiende que ir a ver a la expresidenta es un gesto de “reciprocidad”.
El encuentro entre los líderes será posible porque el abogado que lidera el equipo legal de la exmandataria, Carlos Beraldi, presentó un pedido a la Justicia en el que solicitó la autorización para que Lula pueda visitarla, pedido al que accedió este miércoles el juez federal Jorge Gorini, quien está a cargo del Tribunal Oral Federal 2.
“Autorízase a Cristina Fernández de Kirchner a recibir la visita en el domicilio donde cumple su prisión domiciliaria del Presidente de la República Federativa de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, a realizarse el próximo jueves 3 de julio”, dice el escrito firmado por Gorini, al que accedió el portal argentino La Política Online.
Sin embargo, el fallo de Gorini advierte que la exmandataria debe dar “estricto cumplimiento a la regla de conducta” que consiste en “abstenerse de adoptar comportamientos que puedan perturbar la tranquilidad del vecindario y/o alterar la convivencia pacífica de sus habitantes”.
Según las condiciones de la reclusión domiciliaria impuesta a Fernández, la lista de personas que pueden visitarla es controlada judicialmente y la expresidenta únicamente podrá dejar su apartamento en casos debidamente justificados por razones de fuerza mayor.
El encuentro entre Lula y Fernández sin duda la caerá muy mal al presidente Javier Milei, con quien el mandatario brasileño no tiene trato, y agudizará las tensiones que ya existen dentro del Mercosur y en la relación bilateral entre Brasilia y Buenos Aires.
De hecho, durante la breve estadía de Lula en Buenos Aires, que es la primera visita del brasileño a Argentina desde la asunción de Milei, en diciembre de 2023, no habrá una reunión bilateral entre los mandatarios.
Esta distancia entre los presidentes causó un clima de polarización inusual dentro del bloque, lo que obligó a la diplomacia de ambos países a trabajar de manera intensa para garantizar que la divergencia política y personal entre los mandatarios no interfiera en los acuerdos comerciales dentro del Mercosur y en los que tienen Brasil y Argentina.