“Les ganamos al intendente, al gobernador y al presidente”, dijo Juan Monteverde al imponerse el pasado 29 de junio en las elecciones legislativas municipales de mitad de período en Rosario, la ciudad que concentra el 35% del padrón electoral de la provincia de Santa Fe y una de las más importantes a nivel nacional.

El electo primer concejal, de 40 años y licenciado en Ciencias de la Comunicación, ganó con el apoyo de la coalición política Más para Santa Fe, conformada por el peronismo, movimientos sociales y sindicatos. Monteverde es el principal referente de Ciudad Futura, un partido creado en 2013 a partir de la unión del Movimiento Giros (Grupo Independiente de Rosarinos Organizados Solidariamente) –una organización juvenil que centró su lucha en el acceso a la vivienda y la tierra– y el Movimiento 26 de Junio, que el 1° de enero de 2012 recibió un durísimo golpe cuando tres de sus militantes fueron asesinados por sicarios.

La elección rosarina cobró relevancia nacional con el apoyo del gobierno de Javier Milei al candidato de La Libertad Avanza (LLA), Juan Pedro Aleart, quien se promocionó con eslóganes como “Aleart es Milei” y “Libertad o kirchnerismo”; además, en un contexto de tensión social marcado por la proscripción de la expresidenta Cristina Fernández.

Más para Santa Fe ganó con el 30,6% de los votos, LLA fue la segunda fuerza más votada, con el 28,8%, y en tercer lugar quedó Unidos para Cambiar Santa Fe (25,6%), con la candidatura de Carolina Labayru, respaldada por el gobernador Maximiliano Pullaro –de la Unión Cívica Radical–, el intendente de Rosario, Pablo Javkin, y el expresidente Mauricio Macri. Además, hubo otras dos candidaturas peronistas, por fuera de Más para Santa Fe, que, en conjunto, obtuvieron el 10% de los votos. Vale señalar que la participación electoral fue históricamente baja y no alcanzó al 50% del padrón.

Entrevistado por la radio Futurock, Monteverde consideró la baja participación electoral como una mala y una buena noticia al mismo tiempo. Por un lado, sostuvo que “una democracia que funciona con la mitad de su gente es una democracia que no funciona”, pero, por otro, señaló que “la mitad del trabajo está hecho”, ya que “la mayoría de la mitad que fue a votar nos eligió. Ahora hay que ir a buscar a la otra mayoría que no fue a votar”, agregó.

La dimensión global de Ciudad Futura

Ciudad Futura representa “que las cosas pueden ser distintas” y “no nos tenemos que acostumbrar ni nos merecemos vivir así”, sostuvo Monteverde, quien distingue entre ser oposición y ser “alternativa” y se ubicó en la segunda categoría. Monteverde considera “central” en su triunfo “haberle puesto un freno a Milei cuando tenía todas para ganar, cuando supuestamente estamos en el mejor momento y el país funciona de maravillas”.

“Nuestra hipótesis de construcción política es que la democracia la vamos a salvar de abajo hacia arriba, desde las ciudades, hablando de la vida cotidiana y materializando proyectos concretos que muestren que la sociedad se puede organizar de otra manera para resolver sus necesidades o sus anhelos”, afirmó.

Entrevistado por la diaria Radio, el sociólogo Eduardo de León analizó una dimensión global del fenómeno de Ciudad Futura y Monteverde, que guarda un parentesco con otros “fenómenos mundiales”, como la victoria de Zohran Mamdani –socialista, musulmán y propalestino– en la primaria demócrata para la alcaldía de Nueva York.

“Hay un conjunto de movimientos en diferentes ciudades o regiones del planeta que reivindican valores de izquierda, políticas de izquierda, a partir de la construcción del poder local, muy conectado con expresiones de la sociedad civil de base, con aprendizajes de tipo autogestionario de las comunidades, con empoderamiento, pero con generación de poder para sujetos sociales de tipo comunitario”, sostuvo De León.

El sociólogo explicó que estos movimientos, “muy centrados en el protagonismo de la ciudadanía”, generan “fenómenos de renovación ante una política muy profesionalizada”. Si bien fenómenos de este tipo “forman parte de una lógica que está siempre presente”, De León señaló que en el contexto de Argentina y de Estados Unidos, donde gobiernan “dos liderazgos asociados a movimientos carismáticos de derecha radical”, adquiere una “evidente resonancia global” el ascenso de alternativas a esa lógica.

“Monteverde es un modelo de carisma, casi el álter de Milei. Es un tipo de ideas de cambio, de transformación profunda, pero mediante el diálogo y la persuasión y la construcción del otro como parte de un debate”, afirmó De León al referirse al impacto nacional que supone el triunfo de Monteverde.

Pese a la baja participación electoral, De León destacó que Ciudad Futura ha tenido un “crecimiento sistemático” desde su aparición y les ganó a Pullaro y a Javkin. Apuntó que el contexto en el que surgió Ciudad Futura podría verse como una “sucesión de encuentros y desencuentros con la cuestión nacional de Argentina”.

El sociólogo repasó que la provincia de Santa Fe tiene una “historia política muy original” desde el retorno a la democracia en 1983. Estuvo 24 años gobernada por “un peronismo de derecha y neoliberal” y, como respuesta, se fortaleció el socialismo santafesino, que logró tres gobernaciones socialistas entre 2007 y 2019 y 30 años de administración del municipio de Rosario. Las gobernaciones socialistas, sostuvo De León, “tuvieron un relativo éxito”, pero hacia el final sufrieron dos crisis “muy claras”. Por un lado, en torno a la inseguridad; por otro, debido a que el socialismo santafecino “siempre ha oscilado en una posición antiperonista y antikirchnerista”, lo que lo dejó en un lugar “incómodo” dentro de una coalición dominada por la derecha.

Ciudad Futura y el peronismo

En la entrevista con el medio citado, Monteverde afirmó que convocó a sumarse al espacio a los otros candidatos peronistas, Roberto Zuckerman y Lisandro Cavatorta, y valoró el triunfo aun con la fragmentación del peronismo y “con 10 puntos por afuera”.

“Si hablamos de que ser peronista es defender la justicia social, la independencia económica y la soberanía política, suscribo cada una de esas banderas y vengo peleando por cada una de esas cosas”, afirmó Monteverde, aunque formalmente Ciudad Futura no es peronista ni se define como tal. Sin embargo, consideró que en Rosario “veníamos buscando lo mismo por caminos separados”.

De León señaló que con el peronismo tienen una relación “de autonomía y de tensión” y lograron construir “una relación de alianza entre fracciones genuinamente peronistas y genuinamente no peronistas”. El sociólogo sostuvo que Monteverde “señala el objetivo de construir una amplia fuerza de mayorías, que obviamente tiene un anclaje muy central en el peronismo y en su cultura”.

Para Monteverde, la alianza, concretada en 2023, fue un “gesto contracultural en un mundo que tiende a la hipercompetencia, a hacerle daño al que tengo al lado, a ver que no es un compañero sino un adversario”.