En la mañana de este miércoles el expresidente brasileño Jair Bolsonaro, que la semana pasada fue condenado a 27 años de prisión por liderar un intento de golpe de Estado en 2022, fue sometido a una resonancia magnética, luego de que en la tarde del martes fuera internado de forma urgente en el hospital DF Star de Brasilia.

El expresidente sufrió una abrupta caída de presión arterial, tuvo vómitos y también se quejó de fuertes dolores. El portal Metrópoles detalló que esta información fue confirmada por uno de los hijos del excapitán, Flávio, y también por integrantes del equipo médico de la clínica privada en la que fue internado, a la que llegó junto con un convoy de vehículos policiales y un helicóptero.

Entrada la tarde, Bolsonaro fue dado de alta, aunque con un diagnóstico de cáncer de piel, algo que no sorprendió ya que el fin de semana había sido autorizado a ir a la misma clínica para extirparse unas afecciones cutáneas, cuya anatomía patológica terminó revelando la dolencia.

Presión de la Casa Blanca y encuestas cambiantes

La condena a Bolsonaro impuesta por la Primera Sala del Supremo Tribunal Federal (STF) sigue generando reacciones desde Washington. Este miércoles, de acuerdo con lo que informó Folha de San Pablo, el subsecretario del Departamento de Estado estadounidense, Christopher Landau, declaró que Washington no se retractará de sus expresiones luego de la pena impuesta al exmandatario, un aliado ideológico de Donald Trump.

Los ministros del STF todavía no determinaron el lugar en el que Bolsonaro cumplirá su condena, pero una posibilidad es que sea en la penitenciaría de Papuda, en Brasilia, debido a las potenciales sanciones que podría sufrir Brasil de parte de la administración trumpista. Ante esto, Landau criticó la decisión y la calificó de ser una “farsa política”. En una publicación en su cuenta de X, Landau calificó el juicio de estar motivado políticamente. “Si este informe es cierto, sólo confirmaría que todo el proceso judicial en curso en Brasil es una farsa política. Quienes afirman respetar el Estado de derecho no pueden aumentar la pena de un acusado basándose en la reacción de un tercero a su decisión”, escribió.

Por otra parte, este miércoles se difundió una encuesta realizada por la consultura Genial/Quaest que muestra un cambio en la opinión pública respecto del juez del STF Alexandre de Moraes. En agosto de este año, el 43% de los encuestados se oponía al juicio político a Moraes que pretendía impulsar el bolsonarismo, pero ese porcentaje aumentó al 52% en setiembre. La misma encuesta reveló que el 46% apoyaba el juicio político a Moraes en agosto, pero ahora el 36% comparte esa opinión.

El sondeo, publicado este miércoles y consignado por la revista Carta Capital, comenzó a realizarse el día posterior a la condena de Bolsonaro y otros siete implicados en la trama golpista, y se cerró el domingo. Las sentencias y medidas cautelares impuestas por el STF contra Bolsonaro también fueron objeto de la encuesta de opinión pública.

La condena de prisión de Bolsonaro, de 27 años y tres meses, fue considerada excesiva por la mayoría de los consultados, el 49%. El 35% evaluó que fue apropiada, mientras que el 12% la consideró insuficiente. El 4% no se expresó sobre el tema.

Por otro lado, el arresto domiciliario de Bolsonaro por incumplir las medidas cautelares impuestas por Moraes es considerado apropiado por el 51% de los encuestados. El 28% considera excesiva la restricción de su libertad y el 16% la estima insuficiente.