Cinco de los 24 barcos que, finalmente, salieron hacia Gaza desde el puerto de Barcelona el lunes tuvieron que dar marcha atrás y volvieron a pasar la noche en aguas catalanas. La organización de la Global Sumud Flotilla explicó que la decisión se tomó “por razones de seguridad” debido a “las extremas condiciones del mar” que se dieron durante la noche del lunes.
“Cuando pequeñas embarcaciones civiles deben hacer el trabajo que los gobernantes no hacen, los desafíos como este son comunes. Con que sólo uno de los gobiernos cómplices enviara sus barcos, mucho más capaces, estos obstáculos no los debería enfrentar la gente común”, aseguran los organizadores.
Añaden que siguen “determinados” a alcanzar Gaza y a unirse al resto de embarcaciones que durante los próximos días saldrán de otros puertos como los de Túnez, Grecia o Italia.
La marcha de la flotilla ha enfrentado diversos contratiempos. El levantamiento de anclas estaba programado para el domingo, después de tres días de celebraciones y actividades. Pero, finalmente, los barcos no llegaron a salir del puerto de Barcelona. Tal como pudo comprobar eldiario.es y como confirmó la organización el lunes, los primeros navíos en zarpar apenas llegaron a Badalona, para luego regresar sobre la tarde, sólo una hora después de salir. Los más rezagados simplemente cambiaron de muelle.
La explicación de la organización fue que las “malas condiciones meteorológicas” impidieron la marcha de la flotilla y que las escuetas navegaciones del domingo fueron una “prueba” para testear los barcos. Durante la mañana del lunes, los diversos capitanes estuvieron reunidos durante varias horas para calibrar la situación y decidir la hora de la partida, que, finalmente, fue el lunes a las 20.30.
Durante todo el lunes el resto de la tripulación se dedicó a cargar la ayuda humanitaria que enviarán a Gaza, con la esperanza de romper el bloqueo, y a arreglar pequeños desperfectos en los barcos. Finalmente, y a pesar de las labores de mantenimiento, cinco de esos barcos tuvieron que dar marcha atrás. Todavía no se conoce cuáles son y quiénes iban a bordo.
De los 37 barcos que se informó inicialmente que saldrían hacia Gaza, sólo acabaron zarpando 24, y después de lo del lunes la suma total de la flotilla que zarpó desde Barcelona suma 19 embarcaciones. La idea es que después de juntarse con los demás puertos europeos sean unos 70 barcos.
Las embarcaciones, con unas 300 personas voluntarias a bordo, fueron despedidas por centenares de personas el domingo. Jordi Évole, Luis Tosar, Vicky Luengo, Carolina Yuste, Juan Diego Botto o Carlos Bardem son algunas de las personas que mostraron su apoyo a la iniciativa. A ellos se sumaron otros como Eduard Fernández o Greta Thunberg, así como políticos de diversas formaciones que han decidido tomar rumbo a Gaza. Los organizadores esperan que la visibilidad que estos nombres han dado a la flotilla los proteja.
Por su lado, el ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben-Gvir, propuso al gobierno que endurezca la respuesta a la potencial llegada de la flotilla y planteó catalogar a los activistas de “terroristas”. De esta manera, en caso de una eventual detención, no sería un arresto “suave”, sino que se les podría trasladar a prisiones reservadas para sospechosos de actividades terroristas. Todo ello, con el objetivo de “salvaguardar fronteras y garantizar la seguridad nacional”, tal como recoge The Jerusalem Post.
¿Quiénes son algunos de los integrantes de la flotilla?
En total, según la organización, hay unas 300 personas enroladas de más de 40 países, entre las cuales hay activistas, médicos, marineros, políticos o personalidades de la cultura.
Una de las caras visibles más reconocidas es Greta Thunberg, que ya estuvo en los dos intentos previos de llegar a Gaza por mar. Thunberg, de 22 años, impulsó el movimiento por la justicia climática Fridays for Future cuando tenía 15 años. A lo largo de los últimos años ha participado en muchas protestas y acciones directas por Palestina. Iba en la flotilla que fue atacada por dos drones de Israel en mayo y en la que fue interceptada en junio.
Junto a ella está Thiago Ávila, de 39 años y procedente de Brasil, que fue uno de los coordinadores de la misión de junio, Madleen. Ávila es activista contra la explotación de la naturaleza, especialmente del Sur global.
También va en la flotilla como parte de la organización la activista alemana Yasemin Acar, que formaba parte asimismo de la tripulación del Madleen. Acar hace divulgación contra el racismo antimusulmán y defiende los derechos de los refugiados. Se suma Saif Abukeshek, activista palestino que reside en Barcelona y que lleva dos décadas organizando acciones de solidaridad con Gaza desde Europa.
En la misma embarcación viajan la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau (jerarca entre 2015 y 2023) y la líder del Bloco de Esquerdas de Portugal, Mariana Mortágua. Entre las 300 personas también hay personalidades de la cultura, como la artista Leila Hegazy, con raíces entre Egipto e Italia.
Este artículo fue publicado originalmente por eldiario.es.