Según El Observador, el ministro de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini, ha descalificado la utilidad de las propuestas del concurso de ideas para los predios de la Compañía del Gas y el Dique Mauá que promoviera la administración anterior, por ser “económicamente inviables”.

Cuesta suponer que un secretario de Estado no conozca el alcance específico de los productos de un concurso de ideas en el campo del urbanismo contemporáneo, ya que es un recurso de uso habitual en las administraciones públicas.

A diferencia de un concurso de proyectos o una licitación, donde se elige un proyecto para ser construido, el concurso de ideas permite obtener una colección amplia de opciones y alternativas, calificadas por su nivel y pertinencia en acuerdo con las bases del llamado, pero no obliga a la institución que lo promueve a ejecutar ninguna de ellas en particular. El numeroso capital de ideas obtenido le permite al organismo seleccionar, integrar y potenciarlas en un proyecto urbano de detalle (PUD) que incluya además un proceso de ejecución tal que permita la habilitación sectorizada y el uso progresivo del lugar, sin esperar la finalización total de las obras.

El área del World Trade Center, en Pocitos, es un buen ejemplo de PUD. Está librado al uso público y ha convivido años con su proceso de construcción.

Resumen del episodio anterior

Cuando se decidió realizar el concurso de ideas para la denominada “Área Mauá”, se lo pensó como fase de inicio de un proceso y no como operación cerrada para elegir un proyecto de construcción, por lo tanto no debería, ahora, ser interpretado así.

El fin del período de gobierno sólo permitió la selección de propuestas y su premiación a cargo de un jurado con integración internacional y de alta calificación, a cuyos integrantes seguramente les asombren las conclusiones del actual titular del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM).

El producto final que hoy está en propiedad del MIEM consiste en más de 50 propuestas que documentan, además de la formalización arquitectónica, un invalorable caudal de aportes técnico-profesionales sobre ese sector de la rambla de Montevideo y sus incidencias e impactos sobre la ciudad.

A esto se suma el extenso informe de base realizado por distintos servicios de la Universidad de la República que dan cuenta de múltiples aspectos de la problemática del lugar en las dimensiones histórico-patrimonial, urbano-territorial, marco planificador y legal aplicables, dinámica costera, diagnóstico técnico constructivo preliminar, economía urbana, y sistematización de las consultas públicas de actores realizadas, entre otros.

Se espera que al desestimar los resultados del concurso no se otorgue también destino de papelera a estos documentos, cuya publicación, como estaba comprometida, sería una contribución significativa al mejor conocimiento de este sector patrimonial de nuestra ciudad.

Las últimas escenas

Sobre fines de 2019 se firmó en la Sala del Consejo de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU) un acuerdo interinstitucional entre el MIEM, la Intendencia de Montevideo (IM) y la facultad, que instala un grupo de trabajo multidisciplinario denominado “Agenda Mauá” para avanzar hacia el nivel de ejecución de acciones concretas, con dos objetivos precisos. El primero, acondicionar los predios para habilitar de inmediato el acceso público debidamente controlado y guiado, y, en segundo término, analizar los insumos del concurso para identificar opciones estratégicas y fijar pautas de un PUD para la rehabilitación progresiva del sitio, atendiendo a la disponibilidad de fondos propios y a oportunidades de otros aportes públicos y/o privados, y sin enajenar los predios.

Todo hacía esperar que el cambio de administración no alteraría sustantivamente el camino emprendido, que además cuenta con el respaldo de los colectivos sociales que se movilizaron por la no enajenación de los predios y su apertura a usos públicos.

En el presente, el grupo de expertos Abre Mauá tiene sus miembros designados por la IM y la Universidad de la República, pero el nuevo MIEM nunca lo hizo. Se pensó, en principio, que el escenario de la pandemia había marcado otras prioridades para el novel ministro, y se mantuvo una expectativa optimista.

Sin embargo, el artículo de prensa cierra definitivamente este capítulo, anunciando que el Poder Ejecutivo, además de desestimar por “inviables” las propuestas recibidas en el concurso de ideas, no continuará por el camino iniciado y examinará “otras opciones”.

Estos indicios –a falta de otros– señalan intenciones de desandar los caminos de cooperación interinstitucional ya recorridos con éxito para esta situación urbana.

Tráiler de la nueva temporada

Aunque fuentes oficiales manifiestan allí que el MIEM descarta la venta de estos predios, su actitud unilateral vuelve a dejar el tema en fojas cero y a los predios en estado de abandono, cuando ha quedado demostrada la factibilidad para constituirse, provisoriamente al menos, en un espacio de visita pública viable y por demás atractivo, con mínimo gasto en acondicionamiento y contralor, tal como lo sostiene desde sus inicios el colectivo de ciudadanos Por la Rambla Sur.

De hecho, existe una calle pública (Florida) cuyo acceso y tránsito hasta el río debería ser libre y que se mantiene bloqueado por el uso de las actividades navales en el Dique Seco.

Por su parte, el presidente Luis Lacalle Pou manifestó, en una presentación reciente ante un grupo de importantes empresarios e inversores inmobiliarios, no ser partidario del inmovilismo y no entregarse a la lógica de los hechos consumados para situaciones como la del Dique Mauá, invitando a los altos ejecutivos presentes a acompañarlo en la “toma de riesgos”.

Por si fuera poco, el ministro de Transporte y Obras Públicas, Luis Alberto Heber, insiste en el retiro de la actual terminal de Buquebus del puerto y examina opciones entre el Dique Mauá y Punta Carretas, en tanto los parlamentarios del oficialismo promueven –en los artículos 63 y 64 del proyecto de Ley de Presupuesto, aprobado en Diputados– habilitar un mecanismo para enajenar inmuebles en desuso de propiedad del Estado.

Estos indicios –a falta de otros– señalan intenciones de desandar los caminos de cooperación interinstitucional ya recorridos con éxito para esta situación urbana, para instalar otras opciones cuya factibilidad no se fundamenta con claridad, y que no pueden generar otra cosa que incertidumbre o rechazo.

Esta incertidumbre se alimenta con las contradictorias señales desde el plano departamental. La actual administración de la IM promueve la revisión del Plan Especial de Barrio Sur, que involucra el Área Mauá. Como es habitual en este tipo de revisión, el intendente Christian di Candia, al amparo de la Ley de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Sostenible, ha solicitado la autorización de la Junta Departamental para disponer medidas cautelares sobre el área urbana del Plan, para salvaguardar esa zona de iniciativas de fraccionamiento, urbanización y construcción contrarias a los cambios que se pretende introducir en el nuevo Plan, incluyendo los predios del Área Mauá.

Días después, la intendenta electa Carolina Cosse, impulsora inicial de todo este proceso, sugiere a la bancada frenteamplista de la Junta suspender temporalmente la aprobación de dicha medida, y no se conoce aún el móvil de esta solicitud.

Por último, es sabido que el Poder Ejecutivo debe coordinar sus acciones sobre estos predios con el gobierno departamental de Montevideo, porque este último es el que tiene, por mandato legal, la competencia para autorizar usos, parcelamientos y modalidades de ocupación de suelo y edificaciones de inmuebles en la ciudad de Montevideo, con particular detalle en ámbitos de alta significación patrimonial.

Comentarios de los espectadores

En suma, hacemos votos y confiamos en la sensatez de nuestras autoridades para que no se instale un problema donde existía un proceso de solución en desarrollo, aunque en este pequeño país de penillanura suavemente ondulada y recientes perillas multicolores ya no debería asombrar que para cada solución sea posible inventar más de un problema. Como es necesario que suceda en cualquier serie “digna de maratón”.

Andrés Ridao es arquitecto.