Hoy, 12 de agosto, se celebra en todo el mundo el Día de la Juventud. En Uruguay, el Instituto Nacional de la Juventud (Inju) invitó a armar una lista de reproducción con motivo de la cercanía con la fiesta de la nostalgia. Es por lo menos curioso que se convoque a jóvenes a celebrar recuerdos de otras generaciones, pero dejemos estas reflexiones para el final. Mientras, si el gobierno invita, habrá que volver a bailar al ritmo de los 80 y los 90. Van algunas sugerencias.
Everybody (Backstreet Boys). En la tarde de hoy, el presidente de la República tendrá un encuentro con jóvenes referentes en una actividad organizada por el Inju bajo el lema “Todas las voces, un instituto”. Siempre es bueno que las máximas autoridades se comprometan con las políticas generacionales. Sin embargo, el riesgo es que –como en tantos otros países– se utilice a las juventudes sólo como decorado.
Under Pressure (Queen). De hecho, el colectivo ¿Y Qué Pasa con las Juventudes?, integrado por participantes de programas del Inju discontinuados por la actual administración, junto a otras organizaciones, como Jóvenes Afro, están denunciando el desmantelamiento de las políticas juveniles.
Fight for your Rights (Beastie Boys). Hasta el año pasado en todo el país funcionaban mesas departamentales de jóvenes, de participación abierta. Cada año se llevaban a cabo elecciones abiertas para definir dos delegados por departamento para integrar el Consejo Uruguayo de Juventudes, un espacio de representación juvenil con encuentros trimestrales, cuya sede rotaba entre ciudades del interior como Artigas, Paso de los Toros, José Pedro Varela, entre otras.
Ciega, sordomuda (Shakira). Tras meses sin contestar las consultas y pedidos de reunión, hace poco se les comunicó lacónicamente a estos jóvenes que el Inju dejará de apoyar a estos programas. Meses atrás, también se dio cierre al programa Inju Impulsa, principal motor de la participación juvenil en el interior del país. Las voces están ahí, pero por obvias razones se prefiere silenciar a las muchas para elegir a dedo otras pocas.
Apagón (Los Fatales). No parece casualidad que este achique de las políticas de participación juvenil se dé en un contexto de amenaza a las libertades civiles y debilitamiento de las políticas públicas. A los ampliamente denunciados retrocesos en derechos y recrudecimiento de la agenda punitivista de la ley de urgente consideración, que nuevamente se empecina con la Justicia adolescente, hay que sumarles los recortes presupuestales a las políticas sociales y educativas.
Dejaría todo (Chayanne). Vale recordar que casi la mitad del gasto público social en adolescencia y juventud refiere al presupuesto educativo (44%), seguido por salud (25%) y asistencia social (10%).1 Es evidente que los recortes impulsados por el Poder Ejecutivo impactarán directamente sobre las juventudes uruguayas, en especial sobre las más vulnerables. Tal vez más temprano que tarde vuelva la costumbre de despedir amigos en el aeropuerto y escuchar hablar de “fuga de cerebros”.
Cómo ha cambiado mi barrio (Cuarteto de Nos). Es difícil entender este debilitamiento de la matriz de protección social en un año en que los efectos de la emergencia sanitaria por la covid-19 parecen un déjà vu de la crisis de 2002. Numerosos estudios científicos en todo el mundo advierten sobre el impacto agravado de las medidas de confinamiento y la recesión económica global entre adolescentes y jóvenes.
No parece casualidad que este achique de las políticas de participación juvenil se dé en un contexto de amenaza a las libertades civiles y debilitamiento de las políticas públicas.
L Mental (Peyote Asesino). Preocupan en particular los efectos en materia de salud mental. En Uruguay, donde el suicidio es la segunda causa de muerte entre jóvenes, el porcentaje que declara haberse sentido tan tristes que dejaron de realizar sus actividades habituales aumentó de 10 puntos en 2013 a 15 en 2018.2 Además, en los primeros meses de la pandemia muchos recursos sanitarios fueron redirigidos, lo que significó un retraimiento de los servicios de atención psicológica, así como en materia sexual y reproductiva, claves en la etapa de la adolescencia y la juventud.
Yendo de la cama al living (Charly García). Según una encuesta realizada en mayo por Opción Consultores, las horas diarias de las y los adolescentes fuera de su hogar se redujo 95%, pasando de 6,3 horas a tan sólo 0,3. Además, en 43% de hogares donde residen adolescentes se reconoció un incremento en las horas que les destinan a tareas no remuneradas, como el cuidado a familiares, desde la llegada de la covid-19.3
The Kids aren’t Alright (The Offspring). Los evidentes efectos sobre el empleo afectan diferencialmente a las generaciones más jóvenes, mucho más vulnerables al desempleo, la informalidad, la siniestralidad y las malas condiciones laborales. Un capítulo aparte debería dedicarse a la situación de las personas jóvenes privadas de libertad.
Cuando pase el temblor (Soda Stereo). Si bien al día de hoy es justo reconocer un buen manejo gubernamental de los aspectos sanitarios de la crisis por la covid-19, con un oportuno asesoramiento científico, otra es la historia en el área social. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Uruguay es el país que registra menor esfuerzo fiscal en las medidas anunciadas para enfrentar la pandemia, con 0,7% del producto interno bruto, frente a un promedio regional de 3,9%.4
Walk this Way (Run-DMC & Aerosmith). Algunas de las acciones de política posibles e imprescindibles en este escenario podrían resumirse en (i) servicios: asegurar el sostenimiento de la atención sanitaria específica para jóvenes y reforzar los cuidados comunitarios para madres adolescentes, permitiendo sostener sus estudios y trabajos, incluso desde la virtualidad; (ii) participación: fortalecer canales de comunicación virtual con jóvenes, asegurando su conectividad, así como promover y visibilizar sus respuestas ante los nuevos desafíos comunitarios; (iii) información: combatir la viralización de noticias falsas sobre el virus y generar nuevo conocimiento para optimizar el alcance de la política pública.5
Que sí, que sí (Natalia Oreiro). Por la positiva, una buena noticia es la decisión de sostener el estudio longitudinal de la Encuesta Nacional de Adolescencia y Juventud 2018. Además, en los próximos meses se publicará un cuaderno específico sobre juventudes y cuidados. De allí surgirá información de calidad que permitirá –voluntad política mediante– optimizar el Sistema de Cuidados desde una perspectiva generacional. A modo de adelanto, en la presentación de los primeros resultados de la encuesta sorprendió ver cómo las percepciones sobre igualdad de género mejoraron sensiblemente respecto de 2013. El desacuerdo con la idea de que la crianza es tarea principalmente de mujeres creció de 54% a 74%, al tiempo que la oposición a la idea de que las mujeres deberían elegir carreras que no interfieran con su proyecto de familia también aumentó, de 51% a 64%.
Smells Like Teen Spirit (Nirvana). Además del sostenido aumento presupuestal, el proceso de descentralización, la apuesta a la generación de conocimiento y el impulso a la participación juvenil, tal vez el aporte más significativo del ciclo progresista a las políticas de juventudes haya sido el cambio de paradigma que reconoce y celebra su diversidad. A partir de ello, se multiplicaron las propuestas específicas para jóvenes artistas, rurales, con discapacidad, privados de libertad, emprendedores, mujeres, desvinculados de la educación, entre tantas otras. Todas las comunicaciones del Inju incluían siempre el plural. Hasta entonces, en buena medida las políticas, cual raviolera, buscaban la homogénea reproducción del mundo adulto.
Botija de mi país (Ruben Rada). Las primeras señales del actual gobierno parecen volver a este vetusto modelo. Tanto el plural de juventudes como la palabra diversidad desaparecieron de las comunicaciones oficiales. Hoy se invita a los jóvenes a celebrar una nostalgia que no les es propia. Lo que tal vez no se entienda es que juventud siempre será sinónimo de rebeldía ante el statu quo, las injusticias y la desigualdad, pero sobre todo ante la idea de que todo tiempo pasado fue mejor.
Federico Barreto fue director del Instituto Nacional de la Juventud.
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Uruguay: Gasto público social en adolescencia y juventud, 2010-2016 (UNFPA, 2018). ↩
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Encuesta Nacional de Adolescencia y Juventud 2018 (Inju, 2020). ↩
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Encuesta sobre niñez, género y uso del tiempo en el marco de la emergencia sanitaria en Uruguay (ONU Mujeres & UNICEF, 2020). ↩
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Informe especial covid-19 Nº 5: enfrentar los efectos cada vez mayores del covid-19 para una reactivación con igualdad: nuevas proyecciones (CEPAL, 2020). ↩
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Un interesante compilado de propuestas puede encontrarse en Covid-19: Working with and for Young People (Compact for Young People in Humanitarian Action, 2020). ↩