Pocas veces en el mundo se han cuestionado los derechos de las mujeres y las niñas como en Afganistán. Los últimos acontecimientos son motivo de gran preocupación. La Unión Europea (UE) ha dejado claro que la futura ayuda al desarrollo de la UE a Afganistán dependerá del respeto por el marco jurídico internacional y las normas sobre derechos humanos, incluidos los derechos de las mujeres y las niñas. La UE está decidida y comprometida a seguir apoyando a las mujeres y niñas de Afganistán y de todo el mundo, apegándose a nuestros valores y creencias.

Junto con los derechos humanos, la libertad y la democracia, la igualdad representa uno de los valores fundamentales que hacen de la UE lo que es. Enriquece nuestras sociedades y refuerza su resiliencia. La igualdad de género es una parte fundamental de la paz, la seguridad, la prosperidad económica y el desarrollo sostenible. Además, los Tratados de la UE exigen que se defienda y promueva la igualdad de género.

Por ello, trabajar política, operativa y financieramente para promover y salvaguardar los avances en materia de igualdad de género es una prioridad política y un objetivo clave para la UE. El Plan de Acción de la UE en materia de Género III y el nuevo presupuesto de acción exterior de la UE proporcionan una hoja de ruta para la acción global hacia un mundo con igualdad de género. Colaboramos estrechamente con socios multilaterales, regionales y bilaterales, incluidas las organizaciones de la sociedad civil, para alcanzar dichos objetivos. Todavía tenemos un largo camino que recorrer; no hay lugar para la complacencia. Sin embargo, juntos somos más fuertes, aunque siguen existiendo muchos retos.

En muchos países, la crisis de covid-19 ha exacerbado las desigualdades de género existentes en diferentes ámbitos: educación, formación profesional, salud, seguridad y protección, salud y derechos sexuales y reproductivos, toma de decisiones y oportunidades económicas.

El Fondo Malala calcula que 20 millones de niñas más corren el riesgo de abandonar la escuela, sumándose a un total de 150 millones de niñas sin perspectivas educativas.

Los confinamientos por covid-19 han supuesto a menudo un aumento de la violencia de género, en particular de la violencia doméstica, al tiempo que se ha reducido el acceso de las mujeres y las niñas a los servicios de salud sexual y reproductiva. Al mismo tiempo, una parte importante de la carga de trabajo ha recaído en las mujeres y las niñas. Trabajadores de la economía informal y de los empleos poco cualificados (la mayoría de los cuales son mujeres), migrantes y quienes pertenecen a minorías han estado en mayor riesgo y se enfrentan a múltiples e interrelacionadas formas de discriminación.

Además, el cierre de escuelas ha expuesto a las niñas a un mayor riesgo de explotación sexual, embarazo precoz, trabajo infantil y matrimonio forzado. El Fondo Malala calcula que 20 millones de niñas más corren el riesgo de abandonar la escuela, sumándose a un total de 150 millones de niñas –equivalente a un tercio de la población de la UE– sin perspectivas educativas.

Según un reciente informe de la ONU, el gasto militar en 2020 siguió superando el gasto mundial en sanidad, incluso en un año dominado por la pandemia de coronavirus. Para una recuperación sostenible de la pandemia de covid-19, necesitamos redoblar nuestros esfuerzos para promover la igualdad de género.

Ahora es el momento de hacer más

Este desafío requiere una respuesta global y debe abordarse ahora, cuando estamos construyendo el futuro que deseamos para que nuestros hijos y nietos crezcan en un mundo pospandémico más igualitario, más diverso y donde la igualdad de oportunidades sea una realidad. Necesitamos abordar las causas profundas de la desigualdad y la discriminación de género para lograr un cambio sostenible.

La UE y sus estados miembros, así como las instituciones financieras europeas, han estado junto a las mujeres y las niñas del mundo durante toda la pandemia. Como Equipo Europa, ya hemos movilizado 46.000 millones de euros en apoyo de más de 130 países socios, con especial atención a las mujeres y jóvenes.

Tres ejemplos a modo de ilustración. En Nepal, ayudamos a un millón de niñas y niños a continuar su educación mediante el aprendizaje por radio. En Togo, apoyamos la creación de un esquema de ingreso universal y el nombramiento de mujeres para dirigir nuevos municipios. En todo el mundo, la iniciativa Spotlight de la UE y la ONU ha ayudado a 650.000 mujeres y niñas a prevenir o abordar la violencia contra ellas, y ha educado a 880.000 hombres y niños en materia de masculinidad positiva, resolución no violenta de conflictos y paternidad.

Sin embargo, para hacer frente a los crecientes desafíos, necesitamos hacer más y mejor. Ese es el objetivo del Plan de Acción de Género III. Promueve el liderazgo y la participación significativa de las mujeres, las niñas y personas jóvenes en la vida política, económica, social y cultural, así como en todos los asuntos relacionados con la paz y la seguridad, en todo el mundo.

Trabajamos para recuperar el desarrollo humano

Ahora estamos haciendo realidad este plan con la ayuda del nuevo Instrumento de Vecindad, Cooperación al Desarrollo y Cooperación Internacional-Europa Global (IVCDCI-Europa Global) de 79.500 millones de euros, que apoyará la acción exterior de la UE durante los próximos siete años.

El apoyo a la educación, y en particular a la educación de las niñas, tendrá un papel central. Al igual que apoyamos la educación en situaciones de emergencia, la UE ha colaborado con los países socios a lo largo de la pandemia para minimizar su impacto en el aprendizaje y el bienestar de los niños, y para facilitar un retorno seguro a la escuela.

Como Equipo Europa, ya proporcionamos más de la mitad de toda la ayuda mundial a la educación. Pero aumentaremos aún más la financiación, para promover la igualdad de género mediante una educación de calidad en todos los niveles. Nuestro compromiso conjunto de 1.700 millones de euros con la Alianza Mundial por la Educación en julio –para transformar la educación de niñas y niños en hasta 90 países y territorios– forma parte de este nuevo comienzo.

Estamos multiplicando nuestros esfuerzos en todos los ámbitos, desde el apoyo a la educación y las oportunidades económicas de las mujeres y las niñas hasta la mejora de su acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva. Para 2025, 85% de todas las nuevas acciones exteriores de la UE –en todos los sectores– contribuirán a la igualdad de género y a la capacitación de las mujeres.

Esto se está ultimando con nuestros países socios sobre la base de una estrecha consulta con organizaciones de la sociedad civil, activistas de los derechos de la mujer y jóvenes.

Tenemos que volver a encarrilar el desarrollo humano y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030, sin dejar atrás a ninguna mujer o niña.

Es crucial que lo hagamos bien.

Josep Borrell es el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. Jutta Urpilainen, comisaria de Asociaciones Internacionales de la Comisión Europea.