Que la práctica periodística en este país goza de un alto nivel de impunidad para ignorar todos los acuerdos éticos no es novedad. Entretenimiento, periodismo, militancia, información, opiniones y operaciones políticas se entremezclan en nuestro escenario mediático y el pedido de rectitud es apenas un susurro.

Es sabido, también, que la objetividad no existe. Lo que nos queda a quienes ejercemos este oficio es, entonces, la honestidad. Honestidad no sólo con lo que estamos haciendo, sino también en el por qué y el cómo.

Hace unos días, en Santo y seña generaron un “debate” entre el candidato colorado, Andrés Ojeda, y un rejunte de datos hecho con inteligencia artificial que, osaron decir, era el candidato frenteamplista, Yamandú Orsi. Ni el rechazo del partido ni el comunicado de la Asociación de la Prensa Uruguaya (APU) en contra de esta práctica tuvieron efecto.

El debate sobre la inteligencia artificial es amplio, está abierto y mucho más colmado de interrogantes que de certezas, pero este artículo no busca ahondar en eso, sino en la dimensión política del hecho.

De lo que dijo Álvarez quiero ahondar en esto: “Dijo exactamente las mismas palabras. No hubo nada de fake news y mucho menos atentado a la democracia... Fue un chiste que se hizo”.

“Dijo exactamente las mismas palabras”. Los discursos existen en un contexto y se ven afectados por los interlocutores, el entorno, el tono de las preguntas, el momento, entre otros factores. Reconstruir un discurso con fragmentos es hablar por la persona, es inventar lo que dijo, es mentir.

“No hubo nada de fake news”. El programa aclaró que era una IA, sí, pero también mencionó lo que aparece en el párrafo anterior: que las palabras son de Orsi. Y eso, como ya se vio, no es así. Por ende, las opiniones que supuestamente corresponden al candidato frenteamplista en realidad son un discurso inventado, falso.

Pero hay otro punto que me parece sumamente importante, e incluso más violento y peligroso que los anteriores: Álvarez hizo esto porque Orsi no quiere ir a su programa. Cuando anunció que iba a hacer uso de la IA otra vez con la presencia de Delgado, lo que finalmente no se concretó por la oposición del candidato nacionalista, dijo: “Quiero ver qué pasa con ese debate imposible. Igual, espero que vaya el verdadero Orsi. Le sigo abriendo las puertas”.

Pero hay otro punto que me parece sumamente importante, e incluso más violento y peligroso que los anteriores: Álvarez hizo esto porque Orsi no quiere ir a su programa.

¿No es peligroso que un programa que se dice periodístico pretenda obligar a la gente a participar porque, de lo contrario, va a encontrar la manera de “reconstruir” sus palabras con inteligencia artificial? ¿No es llevar la posverdad a un nuevo límite? ¿No es un ejercicio de poder, totalmente olvidado de que el periodismo es un servicio a la población?

El silencio es una opción válida, y el público opinará de eso lo que desee. Ético sería decir que el candidato no quiso ir al programa. Ético sería citar cosas que sí ha dicho, anunciando el contexto y el momento. Ético sería asumir que esta práctica es posible sólo porque no está regulada, porque el periodismo es de las profesiones más liberales que existen en materia de marco regulatorio.

No quiero dejar pasar lo que dijo el abogado Pablo Schiavi en TV Ciudad luego de informar que no se puede hacer nada al respecto de esta situación porque no hay regulación de inteligencia artificial en Uruguay: “Claramente todos los que vieron el programa sabían que no era Yamandú Orsi el que estaba ahí presente. [...] Si fuera mi defendido Orsi, le diría que se lo tomara con humor”.

“Todos los que vieron el programa sabían que no era Yamandú Orsi el que estaba presente”. Pero ¿sabían que ese no era su discurso?

“Fue un chiste, que se lo tome con humor”. ¿Entonces no fue un debate?, ¿fue un sketch?, ¿o fue una represalia por la negativa de Orsi a presentarse en el programa? ¿Qué hay de gracioso en enfrentar a un candidato a la presidencia con una versión inventada de otro candidato a unas semanas de las elecciones? ¿Dónde está el humor cuando Álvarez afirma que Orsi dijo exactamente las mismas palabras?

¿Dónde está el pacto ético que firmaron los partidos en 2019? Ojeda repite y repite que su único objetivo es derrotar al Frente Amplio, queda claro que no le interesa qué tenga que hacer para conseguirlo.

Y, para cerrar, ¿qué busca Santo y seña? Informar, no.

Sofía Pinto Román es periodista.