Falleció Francisco Ottonelli, un hombre entrañable, muy cálido, muy humano, recto, honesto, valiente, comprometido. Un hombre de fe.
Ottonelli tuvo una muy destacada actuación en la vida política de nuestro país, pero también la tuvo en el plano social y en el profesional.
Fue un gran demócrata cristiano. Uno de los más destacados de la historia del Partido Demócrata Cristiano (PDC).
Nacido en Paso de los Toros, vino joven a Montevideo a hacer Preparatorios, como se llamaban en la época, y luego a estudiar Derecho. Pasó a ser empleado bancario y ahí, en AEBU, tuvo sus primeras experiencias militantes. Fue de los bancarios militarizados por Pacheco en 1970.
En 1971 participó en la fundación del Frente Amplio desde el grupo de independientes que se agrupaban alrededor de aquel gran intelectual de Marcha que fue Óscar Bruschera, y participó en la Coalición 808 junto al PDC y otras agrupaciones.
Fue muy activo en la campaña clandestina por el No de 1980. Recorrió parroquias y casas de familia en reuniones donde explicaba los males de la reforma constitucional que propiciaba la dictadura.
Ya como miembro pleno del PDC, en 1982 fue el director de la revista Opción, publicación que enfrentaba a la dictadura. Fue muchas veces clausurada y muchas veces volvió a salir, hasta que en las elecciones internas de ese año asumió públicamente el llamado a votar en blanco. Eso fue la clausura definitiva.
Francisco Ottonelli fue el presidente de la Comisión Nacional por el Voto en Blanco. Eso le costó ser detenido y pasado a la justicia militar de la época. Pero siempre se recordará esa heroica campaña realizada en las peores condiciones posibles, donde se llegó al 8%, como un hito para la preservación del espacio frenteamplista que se quería ignorar y borrar de la realidad.
En 1983 pasó a ser el director del nuevo semanario Aquí. Lo fue hasta el fin de la dictadura y los primeros años de la democracia, siendo Aquí protagonista principal de esos años.
Entre 1985 y 1989 actuó numerosas veces como diputado, suplente de Héctor Lescano, y siempre se destacó por su seriedad y por el estudio profundo de los temas.
En 1985 asumió como presidente del PDC por dos años. Ocupó de ahí en adelante, en numerosas ocasiones, distintas responsabilidades partidarias.
El 10 de julio de 2015 llegó a Roma. Había sido designado por el presidente Tabaré Vázquez embajador de Uruguay ante la Santa Sede, con el papa Francisco. Ocupó el cargo hasta setiembre de 1997. Siempre recordaremos que gestionó la apertura de los archivos del Vaticano con la esperanza de encontrar algún dato sobre nuestros detenidos desaparecidos.
Fue un abogado muy respetado y dedicó todas sus horas a la defensa de los derechos humanos. Participó en muchas comisiones y ámbitos especializados. Recordamos que siendo director de Aquí, cuando en 1984 la dictadura asesina a Vladimir Roslik, el mismo día viajó junto a Marcos Carámbula y otros hasta San Javier para acompañar a la familia y poder difundir a todo el país, desde el lugar de los hechos, el horror de esa muerte, como así hizo Ottonelli en el semanario Aquí.
Hoy, querido Francisco, es por ti que doblan las campanas. Hoy es por ti que inclinamos nuestras banderas. Siempre caminarás con nosotros.
Fue muchos años director de Ielsur, el Instituto de Estudios Legales y Sociales del Uruguay, que junto a Serpaj se constituyeron en las principales instituciones de defensa y promoción de los derechos humanos en el Uruguay de la época.
A través de sus acciones en San Vicente de Paul, tuvo una colaboración directa con el cura Cacho.
Tuvo una especial preocupación por el tema de la salud mental. En épocas en que el tema no tenía la relevancia pública actual, él promovía iniciativas, hacía denuncias, escribía trabajos sobre el tema. Fue un precursor.
Realizó una larga lista de publicaciones dentro de las distintas áreas en que desarrolló sus actividades.
Siempre me pareció muy ilustrativo de cómo era esta maravilla de persona su compromiso con la Pastoral Carcelaria de la Iglesia Católica. Hasta ya entrados sus 92 años, Ottonelli seguía visitando constantemente –lo hizo por muchos años– a los reclusos del Comcar. Así era su compromiso. Así encaraba su profunda fe cristiana.
Con emoción quiero recordar que hace unos pocos días, el 22 de marzo, el PDC realizaba una Junta Nacional con presencia de compañeros de todo el país. En medio de informes y debates, se abrió la puerta del salón y entró, a sus 93 años, Francisco Ottonelli a sumarse a la reflexión de su partido. Llenos de emoción por su presencia, fue largamente aplaudido. Es que Francisco Ottonelli fue leal al partido hasta su último día.
Naturalmente, una personalidad como la de Francisco Ottonelli trasciende con mucho al PDC. Fue un gran frenteamplista, pero sobre todo fue un gran uruguayo siempre comprometido con la lucha, que siempre luchó, con coraje y sin medir riesgos, por la libertad y la democracia, por el cabal respeto de los derechos humanos y, en particular, con los que más sufren y se ven marginados de la sociedad.
Construyó junto a la compañera de toda su vida, Gladys Porcile, una gran familia con sus tan queridos Eduardo, Graciela y Horacio.
Hoy, querido Francisco, es por ti que doblan las campanas. Hoy es por ti que inclinamos nuestras banderas. Siempre caminarás con nosotros.
Jorge Rodríguez es presidente del Partido Demócrata Cristiano, Seregnistas, Frente Amplio.