Pablo Ferreri asumió la semana pasada como presidente de OSE. ¿Cuáles son las opciones/herramientas de acción "inmediata" que calculo que podría tener a mano como soluciones de corto plazo? Las que el sentido común nos estaría diciendo:
Mejorar los protocolos de operación en OSE para brindar a los cuadros técnicos mayor independencia del directorio.
Aumentar la cota de Paso Severino.
Transformar el trasvase del San José de temporario a permanente.
El sentido común dice que cuando en un sistema se comienzan a prender luces amarillas, debería existir todo un protocolo de acciones a tomar de manera automática.
Paso Severino es una reserva que da para "aguantar" un período estival "seco" que comienza en diciembre y termina en marzo. ¿Qué se hace entonces cuando se tiene que recurrir a la reserva en noviembre, como nos sucedió? El protocolo de acciones no puede ser "rezar por lluvias para llegar a marzo" como hicieron los multicolores.
Pero OSE no tiene protocolos para ello, porque fuera de Paso Severino (incluyo Canelón Grande) no tiene otras opciones, ni siquiera tiene implementado hacer una campaña pública de ahorro en el consumo.
OSE necesita repensar toda su estructura operacional. Y no sólo por y para Montevideo; lo que pasó en Montevideo una vez, pasa en el interior muchas veces. Por eso, la principal labor de Ferreri será reestructurar la empresa y darle más herramientas para que pueda ser más ejecutiva y menos dependiente de las decisiones políticas de su directorio.
Paso Severino es un embalse que se proyectó para almacenar 120 millones de m3 de agua, pero que se ejecutó para 70 millones. El sentido común nos dice que mediante una -relativamente- pequeña obra podemos aumentar las reservas de Paso Severino en un 70%; casi lo que nos faltó el verano pasado.
En cuanto al trasvase del San José, tenemos allí 40 millones de dólares ¿"tirados"?, ¿olvidados?, ¿despreciados? 40 millones que seguro nos costaron a todos los uruguayos un sinnúmero de recortes presupuestales en otras áreas del Estado. El talud temporario "ya fue", pero la tubería debería seguir ahí.
No será lo mejor, pero a Ferreri aprovechar esa media obra existente le puede servir de mucho en lo inmediato para evitar tocar las reservas de Paso Severino cuando el Santa Lucía coyunturalmente nos empiece a fallar. Es rehacer el dique, pero de manera permanente.
Inquisición
El profesor Daniel Panario, en una columna publicada en la diaria el 19 de marzo, se refirió a mi persona y a las propuestas que realicé en una columna anterior publicada en este medio. Por si no quedó claro antes, deberá quedar claro ahora: yo tampoco estoy a favor del proyecto Neptuno. Pero Neptuno es un hecho consumado, por lo tanto, y a diferencia del profesor Panario, que prefiere ser parte del problema y se siente capaz de resucitar muertos mediante la juntada de firmas, yo prefiero ser parte de la solución opinando cómo se podría manejar lo ya evidente, y sacar lo mejor.
La principal labor de Ferreri será reestructurar la empresa y darle más herramientas para que pueda ser más ejecutiva y menos dependiente de las decisiones políticas de su Directorio.
Algunos comentarios sobre la columna de Panario:
Nunca trabajé ni en ni para Mekorot y nunca participé en ningún proyecto de OSE. Así que tranquilos todos, soy lo que soy, un mero jubilado de la profesión dando una opinión desde la práctica, el pragmatismo y el sentido común.
Si 15 años atrás me hubieran consultado a mí, yo habría propuesto una desalinizadora a la altura de Piriápolis y no Casupá o Neptuno. ¿Por qué? Por mero sentido común, mirando la realidad uruguaya del mediano y largo plazo. En tiempos de cambio climático, los océanos se han vuelto las fuentes de agua más confiables y menos contaminadas. La población se concentra cada vez más sobre la costa. Y finalmente, porque Montevideo no crece, sino que se vacía hacia el este, por lo tanto reforzar el sistema desde el oeste o el norte es irracional. En cambio, una desalinizadora desde el Este apoyaría la falta de agua de todo Maldonado y de toda la Costa de Oro hasta Neptunia, donde termina el sistema metropolitano, al que se uniría para que así ambos sistemas puedan apoyarse mutuamente entre sí.
Si el contrato se cumple tal cual se firmó, la planta de Arazatí procesará sólo agua dulce, sea esta del Río de la Plata o del embalse que se deberá construir.
Para que los escenarios apocalípticos que Panario vaticina se hagan realidad, tendría que darse una alineación perfecta de: el día en que falte agua en el Santa Lucía, cuando Paso Severino ya esté vacío y eso exija recurrir sólo a Arazatí cuando su embalse de agua dulce esté vacío, y que justo sea uno de los 70 días previstos de alta salinidad.
Panario está convencido de que tampoco se tendría que hacer Casupá si se aprovechasen otros recursos hídricos y se mejorara la red de distribución. En contrapartida, yo estoy convencido de que, si todos los metropolitanos nos bañásemos dos minutos menos por día y descargáramos la cisterna a cada dos "pichís" y no a cada uno, el consumo del recurso natural caería drásticamente y nadie tendría que hacer nada. Ni siquiera levantar todas las calles de Montevideo para cambiar las tuberías de OSE.
Durante la Inquisición española era de estilo "acallar" opositores acusando a la persona. Si alguien discrepaba contigo en algo y no podías con sus argumentos, lo acusabas ante la Inquisición de ser un judeizante. Como la situación es similar y Panario me acusa de ser parte de una conspiración corrupta, va entonces una historia con moraleja.
En la Universidad de Salamanca hay una estatua en homenajea al teólogo Fray Luis de León. La fama popular de De León proviene de la breve frase "como decíamos ayer…", con la que retomó -sin resentimientos- una mañana como si nada hubiese pasado su aula allá por el siglo XVI luego de haber pasado cinco años en la cárcel y la tortura de la Santa Inquisición.
Como muchos otros teólogos, De León mantenía disputas académicas con sus pares teólogos, razón por la cual fue acusado ante la Inquisición de intentar convertir cristianos en judíos (ser judeizante). Fray Luis de León era un cristiano que tenía antepasados judíos, sabía hebreo, y había traducido y publicado algunos salmos directamente del hebreo al español. "Pruebas" más que suficientes de las que se sirvieron sus opositores para "insinuarle" a la Inquisición que estaría intentado traicionar a la iglesia y al pueblo convirtiendo cristianos al judaísmo.
Fray Luis de León fue finalmente declarado inocente, y su caso nos deja la siguiente moraleja. A su muerte, sus alumnos hicieron poner en la fachada de su aula el frontispicio con que se abre la columna. Una frase escrita y colocada en plena Inquisición en dos idiomas, en latín y hebreo. Pasados desde entonces más de 400 años de Inquisición, ese frontispicio aún está allí, intocado e inmaculado.
Ricardo Weisz es consultor en tratamiento de agua.