Este viernes, en La Huella de Seregni, el Movimiento Socialista (MS, Listas 3098 y 98 en Montevideo) hizo un acto de lanzamiento hacia las elecciones del 5 de diciembre. Estuvieron presentes el expresidente del PIT-CNT y candidato a la presidencia del Frente Amplio (FA), Fernando Pereira, la excandidata a la vicepresidencia Graciela Villar y el histórico dirigente Walter Morodo.

En su discurso, Pereira aseguró si bien el FA está en un proceso de autocrítica,está “equivocando el debate”, porque en esa mirada no sólo se tiene que ver lo malo sino también lo bueno. “El FA llegó para transformar a Uruguay, y lo hizo”, creando un sistema nacional integrado de salud, cambiando la matriz energética, dando una computadora a cada niño, bajando la pobreza de 40% a 9%, y distribuyendo la riqueza con una reforma, que “tal vez no esté bien explicada, pero es más justa”.

El candidato dijo que está convencido de que los modelos neoliberales “concentran y distribuyen mal”. “Nos prometieron los mejores cinco años de nuestra vida, ya han pasado dos y fueron los peores de los últimos 17 años. Precisamos un FA dialogando con la sociedad organizada”, sostuvo.

Para Pereira, una gran disputa es la cultual, “que no está ganada, pero mucho menos perdida”. Como ejemplo, dijo que todos los 20 de mayo miles de jóvenes salen a pintar margaritas con pétalos faltantes. “Nos damos cuenta de que lo social está vivo en esos jóvenes”, apuntó.

“Necesitamos ir a una gran elección interna, porque necesitamos construir la izquierda de los próximos 30 años; que entienda al interior, al feminismo; que entiende, no que atiende. Son debates muy profundos los que tiene la izquierda por delante”, dijo, y afirmó que hay que seguir invirtiendo en investigación e innovación porque el mundo cambió.

Sobre la discusión de cara al referéndum para derogar 135 artículos de la ley de urgente consideración (LUC), afirmó: “Nos preparamos para un gran debate” que tiene que ser “potente”. Sostuvo que el oficialismo está “sumamente nervioso”, y que muestra de ello es que tacha de mentirosos a quienes hacen campaña por la derogación.

“El FA tiene que estar donde están las luchas populares, otro mundo es posible y necesario”, dijo Pereira. Aseguró que los gobiernos del FA taparon agujeros, como el de la plaza Independencia con la Torre Ejecutiva. También mencionó el Antel Arena, al que calificó como un estadio mutimodal que molesta, y la regasificadora, que consideró que no salió como se esperaba.

“Si hacemos una gran elección el 5 diciembre, ese día empezamos a volver y en 2024 un uruguayo o una uruguaya les va a decir: festejen, uruguayos, festejen”, concluyó el dirigente.

Por su parte, Villar dijo que para toda la izquierda el desafío es la construcción de “una nueva utopía”. “Necesitamos más que nunca abrirnos a la población”, porque la derogación de los 135 artículos de la LUC no va a ser posible sin votantes de otros partidos: “No se va a dar sólo con los votantes del FA […] Consciente de que solos no nos alcanza, tenemos que enamorar a todos y a todas en este proceso de transformación”.

En tanto, Morodo sostuvo que el Movimiento Socialista siempre luchó por un socialismo democrático inspirado en Emilio Frugoni, y que apoyan a Pereira porque tienen sintonía con lo que piensa. También opinó que el FA tiene que estar más cerca de la gente, “atender lo que dice y tenerlo en cuenta al momento de tomar decisiones”.

“Lo colectivo debe primar sobre lo individual, siempre pensar en plural y no en singular. Eso es lo que queremos”, concluyó.

Carta socialista

En la gacetilla presentada este viernes los integrantes del sector señalan que “el Movimiento Socialista se concibe como hogar de las experiencias asociativas y de solidaridad social que nacen de abajo, desde el corazón de la sociedad civil, creando autogestión, aprendizajes de participación ciudadana, ejercicio y conciencia de derechos”.

El Movimiento Socialista “tiene como objetivos luchar contra todas las formas de explotación, desigualdad y discriminación y construir un modelo de desarrollo humano ambiental y económicamente sostenible al servicio de las personas y el respeto del medioambiente”.

El movimiento se define como feminista (por la plena igualdad de género), y ecológico (por la renovación ecológica de la economía y las políticas climáticas).

“Somos el socialismo de la equidad racial y el protagonismo de todas las comunidades discriminadas por color de piel o cultura. Somos el socialismo de la diversidad y la convivencia en el respeto de las preferencias sexuales”, dice su manifiesto.

Otra de las luchas que se plantea el sector es por “la democracia en todas las esferas de nuestras vidas” y por un cambio en las grandes empresas para que pasen de una estructura jerárquica y vertical a redes de trabajo más horizontales, así como por “el trabajo orientado a la creación y no por viejas rutinas; el tiempo libre de juego o la creación en deportes y culturas artísticas; el control y la participación ciudadana en la renovación ecológica de la economía”.

Movimiento Socialista promueve la economía circular para evitar el derroche y el deterioro del medioambiente, además de “la democratización de la riqueza y el poder; la transparencia y democratización de las decisiones del Estado; la creación de nuevas relaciones de equidad de género en el mundo doméstico y los cuidados dejando atrás la división sexual del trabajo desde los hogares y la socialización de la niñez”.

Propuestas para el FA

Con relación a la coalición de izquierda, el movimiento propone que sea una organización “aún más plural”, que escuche a todas las voces “elaborando propuestas, uniendo personas de tradiciones, experiencias, orígenes ideológicos distintos en el respeto, la fraternidad y el amor por los demás seres humanos”.

“Proponemos cerrar la grieta para alcanzar las soluciones para nuestro pueblo sin distinguir preferencias partidarias o sociales. Más paz, más tolerancia, más diálogo son emociones que crean la patria todos los días”, indica el texto.

Plantea que sean los comités de base “la fuerza organizadora del pueblo”, centros “de síntesis entre la política frenteamplista y la sociedad civil”. Propone que sean un espacio de reunión entre la sociedad civil y la política, y no un “mero espacio de consignas que 'bajan' para ser ejecutadas. Son laboratorio popular de innovación y lucha por libertad e igualdad económica, social e identitaria”.

Movimiento Socialista y la LUC

En cuanto al referéndum sobre la LUC, el movimiento dice: “Es eliminar la arbitraria inseguridad de los inquilinos y sus familias. Es terminar con la facultad de aumentar todos los meses los combustibles, quebrando juramentos electorales. Es eliminar el tope fiscal de la inversión pública cuando esta es más necesaria que nunca para reactivar empresas y apoyar al pueblo […]. Es apoyar con recursos la educación, la vivienda, las fuerzas de la ciencia y la cultura, el desarrollo del Interior, la mejora deportiva. El tope fiscal de la LUC es el ajuste permanente de empresas y personas en Uruguay”.

“Derogar la LUC es apoyar la profesionalidad policial con salarios dignos, no rebajados, y la certeza de la justa protección de su accionar profesional mediante la legítima defensa en vez de normas de incertidumbre para policías y ciudadanía sin protección de víctimas ni de actuación profesional policial dentro de los derechos humanos”, dice la carta de presentación.

Movimiento Socialista argumenta que “las normas tratan desigualmente a jefes grandes narcotraficantes o reyes de la trata en prisión domiciliaria, en mansiones o estancias, y sólo envía a microtraficantes a cárceles superpobladas en celdas que explotan de capacidad con nueve presos en lugar del máximo de tres”.

Además, derogar los 135 artículos “es poner un freno a la rebaja de 9% de salarios, pensiones o jubilaciones que la regla fiscal aprobada por la LUC habilitó. Es también recordar a nuestro gobierno que no debe olvidar ni sus promesas ni desconocer las ansias de justicia y progreso del país”.