La Mesa Representativa del PIT-CNT resolvió realizar un paro general de 24 horas el 8 de marzo del año que viene, con motivo del Paro Internacional de las Mujeres, según informó El País y confirmó la diaria. Esta convocatoria se enmarca en la recta final de cara al referéndum contra la ley de urgente consideración, que se realizará el 27 de marzo, y se aparta de la reivindicación de una parte de las mujeres que integran la central sindical, que desde hace ya varios años plantean implementar un paro de mujeres, como forma de visibilizar la ausencia de este sector de la población en el ámbito laboral y productivo.
La exrepresentante del Departamento de Jóvenes en el Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT Tamara García -militante de la Federación Uruguaya de Empleados de Comercio y Servicios y feminista- dijo a la diaria que la decisión genera diferencias entre las mujeres del movimiento sindical. “Esta resolución hace que muchas compañeras tengamos que seguir pensando en las internas, en lo que tiene que ver con los feminismos dentro del movimiento sindical”, afirmó, y señaló que si bien “muchas compañeras quedaron contentas con esta resolución, porque entendieron que garantiza el paro”, “muchas otras”, entre las que se incluye, entienden que en realidad “coarta” la posibilidad de hacer un paro sólo de mujeres e “invisibiliza la causa”.
García destacó que el paro de las mujeres “es una medida política y transversaliza a todas las mujeres de la sociedad”, no sólo a las mujeres sindicalizadas, y dijo que espera que la decisión “pueda ser repensada”. “Sabemos perfectamente que hay muchas compañeras que entienden que la lucha principal es la lucha de clases y que, en ese sentido, toda la clase trabajadora debe dar una respuesta. Y después habemos otras que entendemos que, sin lugar a dudas, el compromiso para erradicar la violencia y la desigualdad es de la sociedad entera, pero hay acciones políticas que estaría bueno que nos las permitieran protagonizar a las mujeres”, reflexionó la sindicalista.
García apuntó que no cree que la cercanía con el referéndum deba opacar o invisibilizar la lucha de las mujeres, aunque inevitablemente van a confluir las reivindicaciones. “Obviamente es muy difícil que dos semanas antes de un referéndum el 8 de marzo no tome características particulares. Las va a tomar porque es una preocupación, un acto de militancia que están teniendo todas las organizaciones sociales, y es algo que nos une”, señaló, aunque consideró que esto no implica que el referéndum vaya a ser “el protagonista del 8 de marzo, porque además venimos de una pandemia que endureció mucho más las desigualdades, que se profundizan cuando somos mujeres, jóvenes, disidencias. Tenemos que ver cómo unimos la agenda, pero una causa no puede invisibilizar a la otra”, opinó.
García afirmó que, a su entender, el paro general “no es la medida más saludable, porque termina, de alguna forma, invisibilizando algo que nosotras hemos planteado, que es la ausencia de mujeres en los lugares de trabajo. Si queremos visibilizar la silla vacía de la compañera, lo que implica la ausencia de las mujeres en el aparato productivo del país y el trabajo no remunerado, necesitamos que haya una medida sesgada, no es sólo sindical”, resaltó. En ese sentido, aseguró que espera que se revea el tema y se tome “otro camino”: “Nosotras tenemos que visibilizar las violencias y las desigualdades que sufrimos las mujeres, pero además reivindicar dentro del movimiento sindical que las mujeres y las feministas existimos, que tenemos reivindicaciones propias y que sería bien importante que se tuvieran en cuenta”, manifestó.
La secretaria general del PIT-CNT, Elbia Pereira, dijo que el planteo sobre el paro exclusivo de mujeres es “legítimo”, pero igualmente saludó la definición a la que se llegó el miércoles. Dijo que las diferencias “siempre son bienvenidas”, porque sobre ellas “se construye”, y que sobre este tema “hay que festejar que llegamos a puntos comunes”. “Lo que tuvimos en común fue colocar un paro general, que ya nuestro 14º Congreso nos había mandatado a todos a discutirlo en la primera Mesa Representativa. Por supuesto que hay que ajustar; hoy llegamos hasta acá, después la historia dirá cómo se irán construyendo los caminos”, analizó.
En opinión de Pereira, “esta resolución coloca al movimiento sindical un paso más hacia una madurez en un tema que contribuye al cambio cultural que en esa materia es necesario”.