El programa de la Tarjeta Uruguay Social (TUS) se comenzó a aplicar en 2006 y consiste en una transferencia monetaria que se brinda a hogares en situación de extrema vulnerabilidad socioeconómica para que puedan acceder a alimentos y artículos de primera necesidad. El Ministerio de Desarrollo Social (Mides) anunció en un comunicado que realizará cambios para que abarque “únicamente comercios vinculados a productos de primera necesidad, como alimentos, higiene personal y limpieza del hogar”. A su vez, se comenzó un proceso de “revisión” de las empresas que integran la Red de Comercios Solidarios –que actualmente son “7.000 en todo el país”–. Más de 500 que “no se encuadran en los nuevos lineamientos” serán “dados de baja”. Son comercios vinculados al “cotillón, veterinarias, tiendas de electrodomésticos e informática, ferreterías, repuestos y talleres mecánicos, servicio de televisión para abonados, entre otros”.

Lucía La Buonora, secretaria general de la Unión de Trabajadores del Ministerio de Desarrollo Social (Utmides), señaló a la diaria que es una medida para “agradarle a la opinión pública” y “es una pena”, porque “los estados tienen que hacer mucho más por la ciudadanía”. “Parece descabellado que la gente sólo pueda existir a partir de artículos de limpieza y alimentos. Recordemos que el Estado funciona como protector, pero también porque eventualmente se van a poder generar otras redes. Si lo único que podés hacer es comer, es complicado”, destacó. Argumentó que habría que preguntarse “quién dice qué es un artículo de primera necesidad y desde dónde”; también que hay un “desconocimiento” respecto de las condiciones de vida de la población que forma parte del programa.

“Seguramente para alguien que puede contratar a otra persona cuando se le rompe un lugar en la casa, ir a la ferretería no es un artículo de primera necesidad. Es clarísimo que es un artículo de primera necesidad”, manifestó. Planteó que los talleres mecánicos están incluidos porque la mayoría de la población que abarca la TUS “vive muy lejos del centro y a veces trabaja en el centro”. “¿Cómo le vas a decir a alguien que no es una necesidad básica arreglar su moto cuando es su herramienta de trabajo?”, inquirió. Explicó que la filosofía de las transferencias monetarias es que “cada hogar asigne los recursos de acuerdo a sus propias necesidades” y tenga “cierta autonomía”. “Es la ventaja que tienen las transferencias frente a las canastas materiales. Si limitás eso, deja de tener sentido la política pública”, agregó la integrante de Utmides.

La Buonora recordó que el programa TUS originalmente “estaba plasmado sólo para artículos de higiene y alimentación”, y puntualizó que se ha visto “que no funciona” porque “la gente tiene otras estrategias para volver plata eso que tiene en la tarjeta”. Apuntó que en 2016 hubo una “ampliación más masiva”, en la que se incorporó un mayor número de comercios, que comenzaron a integrarse a partir de la inclusión financiera. Asimismo, contó que “casi todos los hogares” que utilizan la tarjeta tienen niños y niñas, y que a partir de ese reconocimiento “se empiezan a incorporar otros rubros”.

La dirigente expresó que detrás de la nueva medida del Mides “está la idea de que hay que controlar mucho al Estado, siempre que sea en cómo se destina [los recursos] a los sectores más vulnerables”. Añadió que “no dan los recursos humanos” para fiscalizar los comercios. “La idea de que las personas en situación de pobreza y que reciben algún apoyo desde el Estado no debería definir qué es lo que consumen” tiene relación con el “aumento de la canasta física”, declaró. Comentó que este último sistema “está fallando mucho”, “un poco por los tiempos que corren” y “otro poco porque es logísticamente difícil de gestionar”.

Empresas afectadas

Además de los 500 locales que serán “dados de baja”, el Mides revisará “aproximadamente 1.000” por “no tener clasificación de rubro” o “por falta de información”. Al mismo tiempo, evaluarán las condiciones para integrar el Registro de Empresas Proveedoras de POS. Buscan que las empresas garanticen que por medio de su tecnología sólo se cobre con la TUS alimentos y artículos de limpieza y no otros, que ya están prohibidos, como alcohol, cigarrillos y tabaco.

En otra etapa, el ministerio intentará facilitar acuerdos con los proveedores para garantizar el acceso a “productos vinculados a la primera infancia para beneficiarios del Bono Crianza”, que busca “mitigar la pobreza infantil y reducir su severidad y magnitud en esos hogares”. En el comunicado señalan que el programa está dirigido a 30.000 hogares de niños de cero a cuatro años, con un valor de 2.000 pesos por mes para cada niño.

Una última etapa del “rediseño” busca el “fortalecimiento” en la fiscalización de los Comercios Sociales para asegurar “un adecuado seguimiento de denuncias para garantizar los derechos de todas las personas beneficiarias”.

Antonio Ameijenda, presidente del Centro de Almaceneros Minoristas, Baristas, Autoservicistas y Afines del Uruguay (Cambadu), dijo que consideran “correcta” la medida. “Lo vemos positivo porque volvería a ser 100% lo que se buscó en el espíritu del inicio del Mides. Fue muy bueno en años de mucha necesidad, y que sigan con ese espíritu de venta y alimentación es fundamental para los que se les aportó ese dinero”, concluyó.