Los ánimos en la Asociación de Trabajadores de Casa de Galicia (Afuncag) están caldeados. Hace una semana, en una asamblea, se dejó sin efecto lo aprobado en la penúltima instancia, el 27 de diciembre, en la que se había decido apoyar la idea del Poder Ejecutivo de redistribuir a los funcionarios entre las mutualistas a las que vayan los socios. Según el sindicato, los motivos por los que se revocó la decisión fueron que la mayoría de los trabajadores entendieron que, “además de las irregularidades comprobadas por el estatuto, se había votado en base a amenazas y al miedo”.
“El plan B [del gobierno, que se contrapone a continuar con la institución funcionando] nunca fue una opción a descartar, [pero] no bajo estas condiciones, firmando un cheque en blanco”, decía un documento presentado por integrantes del gremio.
Así las cosas, este domingo hubo una nueva asamblea de Afuncag, en la que se pensaba buscar soluciones alternativas al plan B, pero los trabajadores se encontraron con la renuncia de la mesa directiva del gremio. “Se levantaron y se fueron, dejando todo acéfalo, sin entregar absolutamente nada, ni las llaves de la casa sindical”, dijo a la diaria Patricia Pérez, vocera de los socios funcionarios de Casa de Galicia. Siguiendo lo que establece el estatuto del sindicato, en la mesa directiva asumieron –en forma interina– los integrantes de la comisión fiscal. Ahora, la comisión electoral tiene que hacer un llamado a elecciones, que deberán realizarse en los próximos diez días.
Pérez dijo que la mesa directiva del gremio hizo “caso omiso” de lo que había resuelto la asamblea hace una semana y siguió “fomentando el plan B”, a lo que la asamblea le dijo que esa postura no era “representativa”. “Violaron el estatuto por seguir haciendo cosas que no estaban direccionadas por la asamblea, que es soberana. Entonces, vinieron con la carta de renuncia, se levantaron y se fueron. Como nosotros no aceptamos el plan B, se vieron bastante presionados, no aguantaron la presión y lo más fácil para ellos fue irse, dejar todo esto tirado y ‘que se arreglen como puedan’. Esa es la lectura que se hace”, indicó Pérez, y agregó que la mesa directiva interina seguirá fomentando los pasos que ya tenían programados como agremiados, de buscar alternativas al plan del gobierno.
En tanto, el sábado hubo una asamblea de socios de Casa de Galicia, en la que se resolvió estudiar una sobrecuota para crear un fondo de recuperación y “pagar las deudas a corto plazo”, señaló a la diaria Eduardo Mirás, representante de los socios. Además, indicó que la propuesta se estudiará con contadores, que elaborarán un proyecto “serio”. Por ahora no se maneja valor ni tiempo de duración de esa sobrecuota, aunque no sería “de menos de dos años”. “Esto se resuelve con dinero. Trataremos de ver cómo podemos llegar a crear esa bolsa de recuperación. Los primeros que tenemos que dar una señal somos los socios, porque realmente somos los dueños de la sociedad civil”, sostuvo.
Mirás dijo además que se han barajado otras iniciativas, pero “son lejanas” y los socios quieren ir con una propuesta “coherente y que se pueda resolver rápido”, ya que “es un problema de tiempo”. “Esto está en manos de la Justicia, hay que proponer algo que sea bueno y atractivo para los acreedores a corto plazo”, finalizó.
A su vez, Pérez resaltó que “es la primera vez en la historia que los socios de una mutualista salen a defender, codo con codo, su parte de sanidad y a su vez los puestos de trabajo de los funcionarios de la institución”, algo que le parece “muy valorable”.