El pasado 25 de agosto el Frente Amplio (FA) celebró el Día del Comité de Base, en donde cada centro de militancia de la coalición de izquierda eligió sus propias autoridades. Sin embargo, esto no fue así en Argentina, donde “había dificultades políticas”, según dijo el presidente de la comisión de Organización del partido, Manuel Ferrer. Luego de “subsanar” esos inconvenientes, la Mesa Política aprobó semanas atrás un reglamento para los comicios en la vecina orilla, que se desarrollarán este fin de semana.

Según el documento consignado por El País y al que accedió la diaria, los comités deberán elegir una “mesa” que será su “órgano ejecutivo” y secretarías de Organización, Finanzas y Propaganda, y “pueden elegir de acuerdo con las necesidades y posibilidades del comité” también Presidencia y otras secretarías internas, como de Juventud, Género, Asuntos Sociales o Cultura.

Pero, a su vez, según contó Ferrer a la diaria, el FA se propuso “el objetivo de conformar una coordinadora en Argentina”, algo que le permitiría “desarrollar la estructura y potenciar la militancia”, porque abarcaría a todos los comités. Generar un organismo común “es un histórico reclamo de la militancia en Argentina”, señaló y agregó que durante “algunos meses del 2017 ese organismo funcionó”, pero luego quedó trunco. Después de las elecciones internas de 2021, que dieron la victoria a Fernando Pereira como presidente de la fuerza política, y principalmente después del referéndum, la dirigencia buscó “generar las condiciones” para reflotar aquella idea.

Entonces, cada comité de base tendrá derecho a elegir delegados al Plenario de la Coordinadora y podrá elegir uno cada diez asambleístas. Aquellos comité que lleguen a 10, podrán elegir uno, los que lleguen a 20, podrán elegir dos, y así sucesivamente.

Según Ferrer, hasta los días previos a la inscripción de comités de base para los comicios de este sábado y domingo el FA tenía 22 en Argentina y el objetivo fue “pegar el salto a 30”. El fin de semana tendrán sus puertas abiertas 29 entre la ciudad de Buenos Aires y la provincia homónima y uno en Rosario (Santa Fe). El reglamento indica que “para la conformación de nuevos” centros se requiere “reunir al menos 25 fichas de adherentes (nuevas o traslados)”.

Para fiscalizar estas elecciones viajará desde Uruguay una delegación integrada por 15 dirigentes, en una relación establecida según el peso de los respectivos sectores en Argentina. En diciembre del año pasado, la lista más votada en la vecina orilla fue la 1001, liderada por el Partido Comunista, seguida por la del Nuevo Espacio, tercera la del Movimiento de Participación Popular, cuarta la del Partido Socialista y quinta la de la Vertiente Artiguista.

Ferrer: “Estuvo desatendido durante mucho tiempo y eso genera problemas”

También el FA definió que en los próximos meses viaje a Argentina una delegación liderada por Pereira y dirigentes de primera línea de los sectores para realizar un acto. Sin embargo, aún no se fijó una fecha, y tanto el Campeonato Mundial de Fútbol -que podría concentrar la atención de varios militantes- como las fiestas de fin de año conspiran contra la posibilidad de hacerlo en 2022.

“Tenemos el desafío de juntar y fortalecer Argentina, que es una tradición del FA. Hay decenas de miles de uruguayos viviendo en Argentina y el FA tiene un pedacito de su estructura en ese país, que como tantos otros lugares del Uruguay y el mundo estuvo desatendido durante mucho tiempo, y eso genera problemas”, apuntó el presidente de la comisión de Organización.

La meta fijada es “preparar el FA para ganar” en 2024 y “los compañeros en Argentina están comprometidos con ese objetivo”, por lo que el FA busca “fortalecer los vínculos con la colonia de uruguayos” en ese país, resumió Ferrer.

Un exdirigente que integraba la antigua dirección en Argentina manifestó a la diaria que la organización del FA en ese país “se estaba sectorizando fuertemente”, ya que “los sectores hegemónicos intentaron tomar la batuta sí o sí, sin consultar mucho, y eso generó problemas”.

A su vez, reconoció que la cantidad de uruguayos que cruzan la frontera cada cinco años para votar al FA en las elecciones nacionales “ha ido bajando”, si se toma como referencia las de 2004 o 2009, cuando llegaron más de 20.000 personas. Esto se debe a “muchas causas”, dijo el exdirigente radicado en Argentina. La primera es “biológica”, en el sentido de que muchos de los que se fueron al vecino país lo hicieron durante la dictadura y ya tienen una avanzada edad. “Nos morimos o no podemos caminar”, resumió.

Otro motivo que identificó es que algunos se mudaron hace casi 50 años, lo que implica que hayan “hecho una vida” en Argentina, con familia, trabajo y demás, “y eso te va separando de Uruguay”. Lo tercero es que “la situación económica ha ido desmejorando” en el vecino país, “lo cual también va en contra, especialmente en los últimos años”, debido a que se dificulta conseguir dinero para viajar.