“Contra el modelo de la desigualdad y su reforma jubilatoria”, decía un gran cartel colocado sobre el estrado que se había armado el jueves en la plaza Primero de Mayo, en un acto convocado por la Intersocial, que nuclea a varias organizaciones sociales, entre ellas, el PIT-CNT y la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (Fucvam).
Antes de empezar el acto, Gustavo González, secretario general de la Fucvam y vocero de la Intersocial, dialogó con la diaria. Subrayó que se definió referirse al proyecto como “reforma jubilatoria”, porque “no es” una reforma de la “seguridad social”, ya que “la seguridad social es mucho más amplia, y el articulado de este proyecto”, que acaba de mandar el Poder Ejecutivo al Parlamento, “no lo contempla”. “Lo que contempla es un eje que el capital mundial está impulsando, y es que hay que trabajar más años. Esto lo argumentan con base en que la medicina, la ciencia y la tecnología avanzaron, pero este es un problema conceptual: es mirar a la humanidad desde distintos lados”, indicó.
Sostuvo que desde el movimiento popular entienden que si la ciencia y la tecnología avanzaron “se tiene que reducir la jornada laboral, para dar más ocupación y para gozar más de la vida”, porque “una oficinista, por ejemplo, que tiene 40 años trabajando sentada, con problemas de columna, y todas las enfermedades profesionales que hay, demuestra que con lo que se trabaja ya está”.
Además, González dijo que las AFAP “van con viento de cola” en el proyecto y eso es “vergonzoso”, ya que son la “privatización de las jubilaciones”. Asimismo, criticó que no se toque a la caja militar, que “viene con grandes ventajas y además dejando un agujero muy grande”. “¿Estamos en contra de una reforma de la seguridad social? No, si se hace seriamente, pero no es esta. Ningún artículo va a favorecer a los trabajadores”, aseguró.
Indicó que para hacer una reforma seria “hay que sentar a todos los actores” y pensar que “también el Estado debe invertir en esto”, porque “no se puede ver a la seguridad social como un gasto”, ya que es “un servicio más, fundamental para el ser humano, y como tal hay que concebirlo”.
En cuanto al principal argumento del gobierno para impulsar la reforma –que si no se hace, el sistema previsional va a colapsar–, González dijo que “siempre se utiliza cuando se trata de tocar a los trabajadores”, porque “al capital nunca se lo toca”. “Por ejemplo, en vivienda, si se aumentara 0,1% del impuesto al patrimonio a las grandes fortunas, el Ministerio de Vivienda se haría de 130 millones de dólares por año, pero no lo votan. Entonces, esta historia los trabajadores ya la vimos. Acá no hubo derrame: 500.000 trabajadores ganan menos de 25.000 pesos, 120.000 jubilados ganan 15.000 pesos y sigue habiendo ollas. Por lo tanto, más unidad, más solidaridad y más lucha”, reclamó.
“Los pobres somos cada vez más pobres”
Iniciado el acto, Flor de Liz Feijoo, secretaria de Género del PIT-CNT, hizo mención a otras reivindicaciones de la Intersocial, tales como “la inversión pública” como herramienta imprescindible “para el desarrollo nacional”, las críticas a la “privatización” de la industria cementera y el rechazo al Proyecto Neptuno. Luego, criticó que aún no están los recursos necesarios para la aplicación de la Ley de Violencia basada en Género (19.580).
Feijoo se dirigió luego “a todo el espectro político” que tiene representación en el Palacio Legislativo para decirle que la Intersocial está en contra “de la mal llamada reforma de la seguridad social, que no es más que un recorte de jubilaciones y pensiones para seguir pateando nuestros derechos”. “Se trata de quién financia la seguridad social, de dónde sale la plata. Nuestro sistema de seguridad social debe seguir siendo justo y solidario, intergeneracional y universal, pero para que sea así hay que tocar el gran capital, no hay otra”, sostuvo, y agregó: “Mientras el sector agroexportador, principalmente los lácteos, la industria cárnica y la ganadería se la llevan a paladas, casi la mitad del déficit en el Banco de Previsión Social es por las exoneraciones patronales”.
Subrayó que las grandes empresas “aportan menos que un pequeño comerciante, y las zonas francas no aportan nada; quieren todos los beneficios y prácticamente son un mundo aparte”. Agregó que “a esta altura es vergonzoso lo que pasa con la caja militar”, de la que se benefician aquellos que “pretenden usurpar” el título de “artiguistas”, porque “el verdadero artiguismo es el del Jefe de los Orientales, el que defiende a los menos privilegiados, que somos nosotros y nosotras, los de a pie”.
“Esa caja genera un déficit de 500 millones de dólares anuales, pero nadie toca sus privilegios. ¿No es todo un ejemplo de desigualdad? Los pobres somos cada vez más pobres, y los ricos ni saben cuántas vidas deberían tener para gastarse toda su plata, aunque no hicieran nada”, manifestó. Feijoo también dijo que la reforma “sólo beneficia a las AFAP”, las mismas “que ganaron 12 millones de dólares al año pasado a costilla de los trabajadores”, y esta reforma “les asegura aún más ganancias”.
“Le decimos nuevamente a todo el espectro político que nos escuchen: estamos en contra de esta reforma de jubilaciones y pensiones, y aclaramos que podrá haber muchas comisiones técnicas de expertos, pero conversen con nosotras y nosotros, los únicos expertos en sobrevivir en este sistema deshumanizante, que sufre no sólo la falta de trabajo sino también la inseguridad alimentaria. Y si hay hambre, hay lucha”, finalizó.
“No exoneren más al capital”
El acto lo cerró González, quien subrayó que la convocatoria de ayer “no será ni la primera ni la última”. Dijo que en la plaza estaban “las organizaciones del pelotón de rezagados”, no “los malla oro”. También hizo énfasis en el déficit de la caja militar, y subrayó que “igual que quieren salvar a los genocidas, quieren salvar a una caja que es un agujero negro, que es pérdida para el Estado”. “No queremos un debate parlamentario sobre ningún artículo de esta ley, porque no es una ley de seguridad social sino jubilatoria. Si quieren una reforma, que llamen al movimiento popular, ahí hablaremos y discutiremos”, indicó.
“Ahora nos piden que seamos maduros. ¿Qué quiere decir ‘ser maduro’? Nos vamos a caer de maduros ya. Vamos a rebelarnos, nos va a doler el corazón con gente durmiendo en la calle, no vamos a pasar como perros al lado de ellos. Cualquiera puede caer en esa situación”, señaló González.
Por último, dijo que irán a un Congreso del Pueblo “en el calor de las luchas” y llamó a que “no exoneren más al capital”. “Frente a esta injusticia, nos rebelamos. No vamos a ser maduros, vamos a ser irrespetuosos. Y vamos a ser capaces de decirles que esta reforma de mierda no pasará”, finalizó.