En la Huella de Seregni, colmada de militantes del Frente Amplio (FA) y algunos brasileños, un conjunto musical tocaba samba y hacía bailar a un alto porcentaje de los presentes. Precisamente, los porcentajes serían definitivos para marcar situaciones de nervios, alegrías y frustraciones en la noche del domingo. Las elecciones en el vecino país se seguían mediante la transmisión de un canal argentino que se veía reflejado en una pared, proyector mediante.

Todo era incertidumbre al principio porque Jair Bolsonaro iba al frente en los resultados parciales. El primer “olé, olé, olé, olá, Lula, Lula” sonó cuando Luiz Inácio Lula Da Silva se puso seis décimas abajo del presidente y acortó la brecha, lo que hacía prever que daría vuelta el resultado. La algarabía se repitió cuando el expresidente pasó al primer lugar, pero nunca se llegó a la distancia esperada.

El resultado final de la primera vuelta provocó en el arco político partidario uruguayo una actitud de cautela ante lo que pueda pasar en el balotaje, aunque con sensaciones diferentes para los distintos actores.

“Fueron unas elecciones en un contexto político y social bastante particular para Brasil”, con un nivel de “violencia política e institucional muy importante”, incluso con militantes del Partido de los Trabajadores “asesinados por activistas del presidente Bolsonaro”, manifestó a la diaria el senador del FA Daniel Caggiani, quien también resaltó que hay “una situación económica y social compleja”, con “aumento de la pobreza y del hambre”.

El resultado electoral, que ubicó finalmente a Lula con 48% y a Bolsonaro con 43%, es la “foto” de “un Brasil partido en dos”, no sólo por los porcentajes sino por “la distribución geográfica de los votos”, ya que en los estados del sur y el oeste hubo mayorías para Bolsonaro, y en los del este y nordeste para Lula.

De cara a una segunda vuelta, Caggiani manifestó que “seguramente la diferencia va a ser muy poca”, pero se mostró confiado en que Lula pueda vencer. “Los indicadores sociales, económicos y políticos tornan bastante probable, y sobre todo imprescindible para Brasil y para la región, un cambio de rumbo del elenco gubernamental y de los proyectos políticos”, señaló.

Una postura distinta manifestó el diputado del Partido Nacional (PN) Juan Martín Rodríguez, integrante de la comisión de Asuntos Internacionales de la cámara baja, quien afirmó que no se iba a “expresar a favor de un candidato ni del otro”, y criticó al FA por hacerlo. “Este tipo de instancias”, dijo, en referencia a una elección en la que las encuestas marcaban proyecciones distintas al resultado final, “no dejan de dar lecciones”.

Señaló que estos comicios dejaron una enseñanza a quienes tienen “la mala costumbre de empezar a jugársela por un candidato o por actores políticos de otros países, y venden la piel del oso antes de cazarlo”. “La izquierda en Uruguay ha hecho campaña por Lula, yo creo que no aprenden, tal vez sea la visión internacionalista que tienen como partido, yo no la comparto”, manifestó. El diputado señaló que “esta elección vino a demostrar lo lejos que estuvieron las empresas encuestadoras de lo que sentía el pueblo brasileño” y agregó que, para la segunda vuelta, “se abre un escenario muy parejo”.

Por otro lado, el senador de Cabildo Abierto Raúl Lozano, integrante de la comisión de Asuntos Internacionales de la cámara alta, manifestó que “los grandes triunfadores fueron la democracia y el pueblo brasileño, que lograron una jornada cívica sin mayores problemas”. Además, consideró que “los grandes perdedores” son “los encuestadores”, que marcaban una amplia ventaja en favor de Lula, que finalmente no se reflejó. “Lo cierto es que se dio una elección muy polarizada en la cual había 11 candidatos pero solamente dos tuvieron un altísimo porcentaje de votos”, con “Bolsonaro mucho más cerca de lo que decían las previsiones”, indicó, y pronosticó “un final cabeza a cabeza” para el balotaje.

El senador del Partido Colorado Germán Coutinho, en tanto, marcó una constante en la misma dirección que los otros dirigentes de la coalición de gobierno: “Nos pasamos hablando de las encuestas y resulta que erran por millones y millones de votos”. Agregó que en Brasil se vive un “escenario de polarización” con un posicionamiento “realmente muy radical de un lado y del otro”. “Me sorprende que Brasil haya perdido tanta línea media”, apuntó.

Hasta la medianoche el gobierno uruguayo no se había expresado sobre los comicios en el país vecino. En tanto, desde Argentina, el presidente Alberto Fernández felicitó por Twitter a Lula “por su triunfo en primera vuelta” e hizo llegar su “sincero respeto al pueblo de Brasil por su profunda expresión democrática”. Similar fue el comentario del mandatario colombiano, Gustavo Petro: “Felicito a Lula por su victoria en primera vuelta. Felicito al pueblo brasileño por su enorme participación electoral”.