A medida que la investigación de la fiscal Gabriela Fossati avanza sobre los chats del exjefe de seguridad presidencial, Alejandro Astesiano, más conversaciones se conocen y se comprueba el uso irregular que le daba el excustodio a los recusos públicos. Por ejemplo, este martes se difundió un pedido de ayuda que le hizo uno de los secretario del presidente Luis Lacalle Pou a Astesiano y que cumplió en menos de un día.

En este caso, El Observador informó que el 15 de febrero de este año, a las 18.22, Homero Gadea, uno de los tres secretarios del mandatario, con quien Astesiano mantenía un diálogo frecuente, le escribe: “Alejandro, tengo un amigo que por tercera vez le rompen el vidrio de su auto en la puerta de la casa. Podemos solicitar que vean las cámaras…???”.

Según se detalla, la conversación sobre el vehículo y la ayuda que le podía brindar Astesiano, por fuera de las funciones para las que había sido contratado, siguió hasta entrada la medianoche y acabó con el envío de las imágenes que capturó la policía.

Las conversaciones entre Astesiano y Gadea eran frecuentes, porque es el secretario encargado de llevarle la agenda al presidente y de verificar su correspondencia. De hecho, el matutino aclara que contabilizó al menos 1.109 mensajes que el secretario del presidente le envió a Astesiano entre el 17 de enero y el 25 de setiembre, fecha en que fue detenido el excustodio. El intercambio era principalmente sobre trabajo, pero se intercalaba con comentarios políticos y humor. Además, ambos eran parte del grupo Whatsapp llamado “Todos somos gobierno”, con otras cinco personas.

Desde noviembre, cuando Fossati recorrió la oficina de Astesiano, se sabía que el excustodio revisaba las cámaras de seguridad del Ministerio del Interior. En ese momento, se incautaron varios documentos reservados de la cartera, había también legajos​ policiales​ ​del Sistema de Gestión de Seguridad Pública ​de varias personas y capturas de las cámaras de videovigilancia públicas, que son administradas por el ministerio por medio del Centro de Comando Unificado de la Policía.

Entre las potestades que tenía Astesiano por su cargo, estaban ser el enlace directo con el Ministerio del Interior y la Policía. Podía “requerir en cualquier momento apoyos y recursos” de estos y otros organismos públicos y entidades privadas. La reglamentación establece que las instituciones del sector público “están obligadas a suministrar la colaboración directa, el apoyo o la información que le sea solicitada”, con la “premura y/o las prioridades” que determinara Astesiano.