Este miércoles la cotización promedio del dólar interbancario fue 43,23 pesos y mostró un descenso de 0,5% respecto de la jornada anterior, acumulando así ocho días consecutivos con registros a la baja. En el año la moneda redujo su cotización 1,47 pesos o 3,3%, una baja que se concentró en las últimas semanas y generó la “preocupación” de la Unión de Exportadores del Uruguay (UEU), que el martes mantuvo una reunión con las autoridades del Banco Central del Uruguay (BCU).

En la instancia, informada por el diario El Observador, se habló sobre “cómo vemos al mercado, cómo están los exportadores, y puntualmente de la baja del tipo de cambio, que ya lleva varios días de caída y es una situación que nos preocupa porque no está claro dónde termina”, dijo a la diaria la economista de la UEU María Laura Rodríguez.

El planteo trasladado a las autoridades fue aplicar “alguna medida que evite que en un día haya una caída demasiado brusca que después sea difícil de levantar; la preocupación es porque la competitividad mirada desde el tipo de cambio real no se deteriore drásticamente”.

Uno de los caminos que tiene el BCU para incidir en la cotización es intervenir en el mercado, comprando o vendiendo dólares según la señal que desee mandar. En los gobiernos anteriores era habitual esta acción para evitar cambios bruscos en el valor de la moneda y ponerle “un piso” –un valor de referencia que marque un mínimo–, pero las autoridades actuales limitaron la intervención.

Según informó El País, desde agosto de 2020 no había una racha de ocho días con el dólar cerrando a la baja. Con la cotización actual la divisa volvió al nivel que tenía en octubre del año pasado.

Rodríguez explicó por qué esta situación afecta a los exportadores: “Las empresas reciben dólares por sus ventas al exterior, y en la medida en que el dólar baja, cuando cambian lo recibido a pesos tienen menos para pagar salarios, tarifas o impuestos. Esto afecta especialmente a empresas que tienen muchos empleados, o un proceso de producción que requiere más energía o combustible, o con mayores costos de transporte o logística”.

Además, aclaró que si bien los registros de exportación están en niveles récord, debe verse que se trata del repunte posterior a una caída por la pandemia y que esa recuperación “no es pareja” entre sectores, sumado a que “hubo un aumento de los costos, por ejemplo en los fletes internacionales, que estuvieron durante buena parte del año pasado en niveles exorbitantes”.

La economista destacó “la receptividad” de las autoridades, ya que suelen tener diálogo de forma “periódica”, y aclaró que “no le estamos diciendo al BCU cuál es la forma” de actuar en el mercado, “sino que necesitaríamos que el dólar no siga cayendo”. Igualmente, desde el BCU no les adelantaron que fueran a tomar algún tipo de acción en ese sentido.

Los commodities, la región y la inflación

El economista de CPA Ferrere Nicolás Cichevksi dijo a la diaria que en el último mes subió 8% el índice de monedas de países de América Latina que realiza el banco JP Morgan, debido a que en la mayoría hubo “una valorización de sus monedas”, es decir, una baja del dólar. Sostuvo que esa variación en los países de la región fue de magnitud similar a la que ocurre en Uruguay, aunque localmente “se dio en los últimos días” y en los demás más espaciado en el tiempo.

El analista atribuyó el descenso de la divisa estadounidense y la apreciación de las monedas latinoamericanas “al aumento del precio de los commodities en el último mes”. Como agregado, en Brasil hubo una caída de entre 7% y 8% del dólar en virtud de que los mercados observan “a un Lula [candidato a presidente que lidera las encuestas] más moderado”, y lo que ocurre con la cotización en el país vecino tiene impactos en Uruguay.

A nivel global, Cichevski indicó que “hay cierta percepción de que Estados Unidos podría enlentecer más su desempeño económico a mediano plazo”, lo que empuja a su moneda a la baja. En su opinión, en América Latina “mientras los commodities funcionen las monedas se van a mantener apreciadas”.

Por su parte, el economista Javier de Haedo, director del Observatorio de Coyuntura Económica de la Universidad Católica, opinó vía Twitter: “Una vez más, se propicia la baja del dólar para intentar doblegar a la inflación. La misma película de siempre, más allá del gobierno de turno”. En otro tuit, señaló que “eso no baja la inflación de manera permanente, sino que sólo la reprime transitoriamente”. El mensaje del analista apunta a que al subir la tasa de interés, el BCU empuja al mercado a pasarse de dólares a pesos, lo que hace caer la cotización de la divisa y haría bajar la inflación.