“Recomponer el funcionamiento”, resumió a la diaria Mónica Silva, presidenta de la Federación Rural del Uruguay, sobre los primeros pasos que debería dar quien ocupe el espacio vacío del Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA), tras la renuncia de Gastón Cossia como director ejecutivo. Aún no hay un nombre oficial anunciado que lo sustituya, pero en las distintas organizaciones animalistas se maneja que Marcela Delgado, coordinadora en el INBA, podría ser una figura que supliera a Cossia, mientras que el exdirector anunció que pasará a la órbita de la Presidencia de la República como encargado de las políticas de tenencia responsable.

“Nosotros tenemos una impresión del trabajo del INBA que es bastante desfavorable, pero que no responde a la figura del director ejecutivo específicamente, sino que el director en este caso no ha tenido mucho margen de movilidad y de acción”, opinó a la diaria Rita Rodríguez, representante de la Coordinadora Nacional de Protección Animal.

En esa línea había argumentado Cossia como uno de los fundamentos de su renuncia. En concreto, afirmó que desde la conformación del consejo directivo, en julio, no tuvo su respaldo. De hecho, aseguró que le “impidieron” ser vocero y reunirse con instituciones públicas o privadas “sin pedir autorización al consejo”.

“Vale aclarar que el INBA no estaba funcionando bien, eso no es secreto. Se anunciaron y prometieron muchísimas cosas y no se cumplieron”, agregó Patricia Durán, representante de la Plataforma Animalista. Asimismo, recalcó que la directiva en su mayoría es de “componente agrícola-ganadero, entonces los planes siempre están del lado de la producción y lo que les beneficie a ellos”. Por otra parte, consideró “interesante” y “raro” que a Cossia, “siendo del partido del gobierno, no lo apoyen”.

Sin perjuicio de ello, Rodríguez “lamentó” la salida de Cossia y que “se hayan dado así las cosas”. “Lo que nunca entendimos es por qué los reclamos fueron en torno a la figura de aquel que ejecutaba órdenes y no de aquel que tomaba decisiones”, se preguntó Rodríguez. En ese marco, cuestionó las reivindicaciones “desde sectores rurales y demás, que han considerado la figura del director ejecutivo como un chivo expiatorio”.

En diálogo con la diaria, Mónica Silva dijo que estaban “a la espera” de que Cossia dejara de ocupar el puesto, tras la solicitud de destitución que habían efectuado en diciembre del año pasado, luego de acordarlo en el primer congreso extraordinario de la Federación Rural del Uruguay.

“Acá el problema es el mal relacionamiento interno del INBA. Esperamos que sea positivo y cambie un poco, no sabemos ahora quién va a ocupar ese cargo, pero la tarea del INBA no es fácil”, dijo. Por otro lado, afirmó que “la impresión de los productores es que [el INBA] sólo se ocupa de un sector del bienestar animal y reclamábamos todos”. Específicamente, afirmó que Cossia se focalizaba en la “defensa” de los perros y no de, por ejemplo, los ovinos.

Consultada sobre la influencia de las gremiales tanto en los cambios en la directiva como en el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, respondió que “las cartas estaban arriba de la mesa y hay cosas lógicas, no es que nos agarremos con Cossia así nomás”. “Nosotros proponemos, pero el gobierno decide después”, resumió.

“El espectáculo dantesco”

El viernes 28 de enero, productores rurales se manifestaron en la plaza Independencia con ovejas muertas y lastimadas por haber sido atacadas por jaurías de perros. En diálogo con la diaria, Cossia consideró este hecho como la gota que derramó el vaso para su renuncia. “Ellos ejercieron un lobby de presión que llegó a ese extremo. Hay gente que lo relativiza, yo no. Nunca en mis 50 años de vida vi que se tiraran cadáveres de animales agonizantes en la plaza Independencia, y eso para mí rebasó un límite”, manifestó.

En este marco, precisamente por los hechos ejercidos por los productores, la Coordinadora Nacional de Protección Animal convoca para este viernes a las 18.30 a manifestarse pacíficamente frente a la Torre Ejecutiva. “En repudio de la exhibición de cuerpos y el espectáculo dantesco montado por productores rurales”, se afirma en un comunicado.

Esta misma organización fue una de las tantas que denunciaron los hechos frente al INBA. Según contaba a la diaria Cossia, las denuncias recibidas fueron diez. Entre ellas también está la de Plataforma Animalista. “Dichos animales estuvieron sufriendo durante horas sin ningún tipo de asistencia; de hecho, el objetivo de quienes realizaban la manifestación era exponerlos de esa forma”, se lee en una carta abierta de la Plataforma Animalista, tanto para el INBA como para el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.