Hubo 134.000 personas menos que acudieron a votar el domingo respecto a la última instancia electoral dicotómica, el balotaje de noviembre de 2019 entre la coalición multicolor y el Frente Amplio (FA). Varios actores y analistas políticos han señalado la similitud de los resultados de ambas elecciones, que muestran al país dividido en dos bloques prácticamente iguales, con una ventaja que fue de 37.000 votos dos años atrás para la fórmula Luis Lacalle Pou-Beatriz Argimón y de 22.500 votos esta vez, sin contar los votos en blanco que iban al No y los observados que restan procesarse.

En la comparación, igualmente, se observa que ambos bloques perdieron votos frente a 2019, por encima del porcentaje de caída en la participación. Habiendo 134.000 sufragios menos y 36.000 observados, en total 170.000 votos, el Sí y el No perdieron unos 19.000 votos entre ambos, sumado a que 9.000 personas menos votaron en blanco. Todos esos votos, que suman unos 28.000, se agregaron a la opción de anulados, única que crece en el referéndum en la comparativa con 2019.

El periodista Federico Comesaña, especializado en análisis de datos, realizó un prorrateo siguiendo la proporcionalidad para repartir los votos observados en el referéndum y alcanzar un resultado definitivo, que muestra que frente al balotaje de 2019 “ambas mitades pierden votos prácticamente por igual”, sin embargo pasados dos años “está casi intacta la relación de fuerzas”.

Los dos bloques por departamento

Siguiendo la comparación con 2019 y centrado en el porcentaje de votos que acapararon los dos bloques mayoritarios —excluyendo los votos en blanco, anulados y observados—, puede verse cómo evolucionó ese poderío de fuerzas a la interna de cada departamento. Todos, con excepción de Paysandú, mantuvieron a la opción ganadora de una elección a la otra: en 16 departamentos ganó Lacalle Pou en 2019 y el No el domingo, mientras que en Montevideo y Canelones se impuso el FA dos años atrás y el Sí ahora.

En Paysandú, los apoyos a cada bloque mayoritario mantuvieron la relación 48%-52%, pero mientras en 2019 favorecía a Lacalle Pou, el domingo la ventaja fue para el Sí.

A su vez, a la interna de los demás departamentos hubo cambios en el porcentaje de captación de votos de una y otra corriente respecto al total de ciudadanos que eligieron por una opción.

Rivera es por amplia diferencia el lugar donde hay mayor distancia porcentual entre los dos bloques, una brecha que incluso se amplió desde el balotaje al referéndum. Dos años atrás la coalición obtuvo 69% y el FA 31%, mientras que el domingo fue 76% y 24%, respectivamente.

El No mejoró la votación de la coalición en 2019 además en otros cuatro departamentos: Artigas, de 63,8% a 67,4%; Cerro Largo, de 59,3% a 61,4%; Colonia, de 55,4% a 55,6%, y Montevideo, de 43,1% a 43,3%. Pasando raya, la mayor mejora en la correlación de fuerzas del bloque Lacalle Pou/No ocurrió en Rivera, y luego en Artigas.

Del otro lado, en los dos bastiones más consolidados del bloque FA/Sí, Montevideo y Canelones, se observaron leves cambios y con tendencias opuestas. En la capital hubo una baja del caudal electoral al pasar de 56,9% a 56,7%; en tanto, entre los canarios el Sí votó algo menos de un punto porcentual por encima del FA en 2019, de 53,4% a 54,1%.

En suma, pese a no lograr la mayoría a nivel local, el Sí logró una mejor relación de fuerzas frente al otro bloque que el FA en 2019 en 11 departamentos, además de Canelones: en Durazno, de 39,9% a 41,7%; Flores, de 34,8% a 35,7%; Florida, de 43,4% a 44,3%; Lavalleja, de 34,5% a 35,8%; Maldonado, de 39,7% a 41%; Río Negro, de 43,2% a 46,1%; Rocha, de 44% a 44,2%; Salto, de 47,4% 48,3%; Soriano, de 47% a 47,4%; Tacuarembó, de 37,3% a 39,6%, y Treinta y Tres, de 37,4% a 41%. En síntesis, la mejora más grande con relación al otro bloque de la opción Sí/FA ocurrió en Paysandú, seguido de Río Negro.